Había llegado Juan Mario con Carlos, después de haber robado a la pobre señora que se encontraba con miles de bolsas en la calle después de salir del supermercado. Al principio, había sido difícil para ellos porque habían sido educados con unos modales de respeto gracias a Elizabeth además con la profesión de Hades no había forma de que tomaran esos pasos. No podemos negar que a veces reprochamos el que nos hubieran abandonado en brazos de otra persona, pero al mismo tiempo querían creer que habían sido eran secuestrados y los estaban buscando por cielo y tierra.
— ¿Dejaste algo para nosotros? — Pregunte donde asintió Carlos mirando de un lado a otro —, Genial, guárdalo para la noche cuando se vaya la señora Bum.
— Tengo miedo, ¿qué tal que nos maten en medio de la fuga? — Manifestó
Después de media hora, logramos salir de la caneca de b****a oliendo horrible y con desechos a nuestro alrededor. Mire hacia todos lados y salimos corriendo, hasta llegar al punto de encuentro con Carlos y Juan Mario. Nos miraron con asco, además se taparon las narices y no era de menos, después de estar compartiendo con la b****a. Solo encogí los hombros mostrándoles el bolso; nos escondimos de allí cogimos varios implementos como el dinero en efectivo, el celular para guardarlo en una bolsa plástica y esconderlo en nuestro lugar secreto. El resto de pertenencias las dejamos en el bolso, llevándola a la casa para entregarlas a la señora Bum; así tendremos nuestra recompensa del día.— ¿Por esto es que huelen así de asqueroso? — Preguntó con disgusto donde asentimos —, Solo porque vale la pena, aunque esperaba un mejor robo — Dijo mientras rodee los ojos, ella esperaba que uno le diera todo para que nos diera miserias a nosotros y ya me encontraba cansado de ello,
Habían pasado las dos horas aproximadas o eso creía debido a que no se podía medir el tiempo estando encerrado y a oscuras. Solo sabía que tenía dolor, que mi ropa se había manchado de sangre porque no había logrado colocarme un papel higiénico antes. Sentí cuando abrieron la puerta, cegando la luz del exterior, me miro con asco y me paso un nuevo pantalón con unas toallas intimas; había caído ahora sí que debía escapar más rápido que nunca y solo esperaba que ellos hubieran logrado irse sin ser descubiertos; esperándome en nuestro lugar de encuentro. Entre al baño, me quite mis pantalones y los bote a la basura porque sabía que ya no servían para ellos, me coloco un panty con la toalla sintiéndome incómoda porque era un implemento extraño para mi cuerpo, después los pantalones y salí para tener la mirada penet
Me costó quedarme dormida sabiendo que Angie estaba afuera, más con sus gritos. Unas horas después, abrieron la puerta para tirarla como una b****a a nuestro lado mientras la abrace con mucha fortaleza derramando lágrimas hasta más no poder; esta vez había sido diferente porque le habían hecho un daño peor me contaron, la otra joven que no sabía ni cómo se llamaba seguía mirando hacia el techo. En medio del abrazo, logramos quedarnos dormidas hasta el otro día; cuando el sonido de una gallina nos levantó sorprendiéndome y dándome a entender que nos encontrábamos en una especie de finca. Entraron, dándonos unos platos con arroz y huevo; después nos obligaron a salir para ir a darnos una ducha y modelar ropa íntima para ellos. Me sentía muy mal, era algo que nunca me obligó a realizar la señora Bum; solo esperaba que mi grupito de amigos se encontrará bien. Observaba a los alrededores mientras nos hacían caminar por la casa, visualizaba cada espacio y objeto que
Corrimos con toda las fuerzas que nos daban nuestras piernas, no teníamos un destino fijo realmente solo era escapar o morir; porque definitivamente después de nuestro intento de huir si nos atrapaban éramos cuerpo muerto tal como sucedió con Eliana; aunque no la conocía me dio pesar, pero tuvo la oportunidad de irse con nosotros y no quiso; al menos con su muerte iba a dejar de sufrir en la vida porque ya había perdido toda esperanza sobre ella. Logramos salir del bosque hacia una carretera, teníamos el corazón agitado a mil porque no sabíamos con exactitud si nos persiguen o no. Sin embargo, era mejor prevenir así que saqué mi mano varias veces hacia la calle esperando que algún conductor buena gente nos llevará a la gran ciudad o algún pueblo cercano.Después de un intento fallido de cinco minutos, estábamos perdiendo las esperanzas cuando un cami&o
Después de desayunar, efectivamente Harold nos llevó a una tienda pequeña para escoger una prenda de vestir cada una, con la mirada penetrante de la vendedora dando asco como nos encontrábamos; me dieron ganas de golpearla, pero le debía gratitud a nuestro salvador entonces me controlo. Al final, decidí ponerme un vestido rojo más abajo de las rodillas con unas zapatillas y un saco de lana, por el lado de Angie se colocó un pantalón negro con una blusa amarilla, un saco y unos tenis. Ambas le agradecimos a Harold por su hospitalidad y creíamos que hasta aquí deberíamos de estar juntos; sin embargo, nos equivocamos porque quería seguir cuidando de nosotras. Al principio nos vimos directamente a los ojos, no sabíamos hasta qué punto podíamos confiar en aquel hombre; aunque sabíamos que al inicio era necesario para poder sobrevivir entonces aceptamos.
Narra Juan Mario:Nos fuimos de la casa de la señora Bum, con el corazón destrozado de dejar allí a mi hermanita Marina; no quería, pero con el apoyo de Carlos y de Julieth logramos irnos corriendo. No supimos cuánto caminamos, solo sabíamos que íbamos sin rumbo fijo y buscando escapar de lo sucedido; llegamos a nuestro punto de encuentro donde habíamos quedado con Marina que llegaría, al mismo tiempo fuimos por los billetes y el celular que teníamos guardado, aunque siendo sincero no había a quien llamar porque todos nos abandonaron. La madre de Marina no teníamos rastro de ella, siempre pensé que nos quería dejar a nuestra suerte y sigo pensándolo, aunque sin decírselo a Marina porque la defiende a capa y espada, mi padre se encontraba muerto después del enfrentamiento que había tenido con Álvaro, quien era nuest
Logre convencer a Harold después de varios días para que volviéramos a la gran ciudad; estaba casi segura que mi hermanito todavía me estaba esperando allí, Angie tenía nervios igual que yo donde nos encontráramos a la señora Bum, pero me entendía perfectamente que allí se encontraban tres personas importantes para mí. Nos montamos en su camión, con la bendición de su madre para realizar el recorrido con música en medio, me sorprendía ver como una niña tan pequeña como yo estaba viviendo tantas cosas y madurando a la fuerza, porque siento consciente debería de estar jugando con mis juguetes creando el mundo perfecto para el futuro, pero ya se había roto esa burbuja, porque sabía cómo era la realidad.— ¿Crees que después de tanto tiempo sigan allí? — Preguntó Angie preocupada, d
Narra Elizabeth:Había llegado el día donde tendríamos nuestra ceremonia de marcación; le había preguntado a mi amiga sobre ese ritual diciéndome que podría ser doloroso para mí, que nunca había compartido las creencias de ellos pero que igual iba a desfrutar en medio del sexo. Realmente no sabía que pensar o sentir, debido a que no había vuelto a tener sexo desde que quede en embarazo y menos con alguien diferente que no fuera Hades o Álvaro; me hacía recordar mi época de infiltrada la primera vez que iba a estar con el narcotraficante más poderoso de toda Colombia. Al final, terminó gustándome al punto que tengo dos hijos pequeños.Tenía en mi cama tres conjuntos de ropa interior para escoger; el primero de ellos era de color negro con encaje y ligas, el segundo era de color rojo, encaje sin