Fabio había decidí ir a sorprender a Leah a su casa, habían pasado tres días desde el asalto y había tratado lo mayor posible que nadie más los vinculara con Leah, se había sentido muy cansado y un poco adolorido, se había reconfortado cuando ella le había enviado sopa para su recuperación, luego de descubrir quien había estado detrás de todo había estado haciendo pequeños movimientos pronto vería los frutos de ello, sentir esa protección hacia ella, de manera tan feroz nunca había pensó que podría sentir de nuevo por alguien externo a su familia, su corazón se acelero al pensar en comenzar algo junto a ella. Se sintió mal cuando Taylor le entrego el sobre con la información y le había dejado en un cajón de su oficina en el apartamento. Sintió que entraba en su vida o en sus secretos sin pedir autorización. Sabía que no podía hacerlo de esa forma, aunque sintiera curiosidad, había conseguido su dirección, aunque entendía que se mantenía lejos de el para que no existieran cualquier tip
Leah estaba indecisa sobre si entrar en el edificio e ir a verlo estaba agradecida por todo lo que había hecho por ella y no podía evitar sentir que realmente había sentimientos más de lo que había pensado; los había solucionado, pero se sentía acorralada entre lo que era correcto y lo que no, como ir a su casa sin avisar y aparecer como diciendo "Mírame acá estoy". Además, que en algún momento tendría que decirle: ¡Hey! ¿Sabes? tenemos un hijo en común. Infló sus mejillas de manera ansiosa y resoplando entro en aquella lujosa recepción con una sonrisa se acercó al hombre uniformado. La última vez que había abandonado ese edificio había sentido vergüenza. —Buenas tardes, vengo a ver al señor Kahler ¿Podría decirle que estoy aquí? — preguntó, aunque más bien se oyó un bajo murmullo inseguro, no le informo que se acercaría por aquellos lares. Decidió esa vez llevarle la sopa por si misma. El hombre sintió, y tecleo rápidamente el código del pent-house, Cecilia se movía al compás de l
Su charla se vio interrumpida por una presencia que ambos no esperaban, Fabricia entró con toda la elegancia posible, había decidido recuperar a Fabio sin importar el costo, él era una presa grande al igual que su dinero, hace tres años había termino luego que el viajara de imprevisto a Alemania y la descubriera engañándolo, había sido una estupidez y eso lo sabía, pero no está dispuesta a dejar a escapar lo que significaba el imperio Kalher, esperaba demostrarle a esa mosa de cuarta lo que era capaz. Nadie podía robarle lo que estaba destinado a ser suyo. No cuando su futuro dependía de un hilo. Coloco una mueca esperando que no apareciera esa idiota de Cecilia, aquella vieja le había hecho la vida imposible desde malos ratos hasta palabras ofensivas todavía recordaba la vergüenza que le había hecho pasar cuando tuvo que recoger sus pertenencias en el vestíbulo del edificio, estaba seguro que se la des cobraría cuando volvieran a estar juntos. Eso lo tenía por seguro. Pensar en esa
No exijas mucho cuando podrías estar a punto de perderlo todo. Al despertar por el incómodo calor que sentía se despertó centrándose siendo abrazada por Fabio quién dormía plácidamente, sonrió se veía tan sereno y tranquilo mientras dormía, acarició su mejilla y dejó un beso en esta para levantarse, tenía mucho que hacer además de ayudar a Yexy a encontrar en nuevo trabajo. Colocó una almohada en su lugar esperando que no se despertara, por un momento pensó que se había levantado abrió los ojos y luego volvió a cerrarlos y abrazar fuertemente la almohada. Fue al baño e hizo sus necesidades fisiológicas y se lavó los dientes con un cepillo de dientes nuevo que encontró. Se arregló un poco, hoy iría a presentar un currículum por Yexy en la empresa se lo debía luego de quedarse sin sustento. Tomo su cartera y el teléfono y escribió un mensaje a su amiga: Leah: Ve y di que vas con recomendación, hay varios puestos disponibles en la empresa. Iré hoy a una reunión con Fabio. Te pasare
Futuro.—¿Entonces esta arrepentida? ¿Cómo te sientes en este momento? —le preguntó el hombre mientras esperaba una respuesta.—Algunas veces... Aun así, siento que no puedo olvidarlo, es como si todo se fuera a repetir —respondió de manera sincera mientras sonreía de manera nostálgica—. Aun así, con todo el dolor, todavía lo extraño. Y es algo que simplemente no puedo dejar ir.—Es bueno saberlo—mencionó el hombre mientras escribía en su libreta—¿Algo que te hubiera gustado decirle?—Me hubiera gustado que me devolviera aquel beso—mencionó con la voz quebrando se recordándole, sus sonrisas, su olor o la forma en cómo se vía atravesó de sus ojos—. Y estoy segura que lo hará.Futuro cercano.Aun así, lo observo marcharse.Aun así, ella no lo detuvo, él no se atrevió a mirar atrás antes de alejarse. Todo aquello era una completo desastre, no había razonamiento en su mente solo ira y celos. Por mas que rogo pero en su mirada solo habia miseria.Todo se quedaba entre las noches el sentimi
La joven abrió los ojos y de manera nerviosa pasó las manos por su falda, tragó fuertemente hace unos minutos no sabía cómo decir Gary le había solicitado lo mismo; y este le había pedido que no dijera nada y solicitarlo dos veces sería raro. —Señorita Müller lo que sucede es que... será un poco difícil de conseguir, además alguien además de usted ya lo ha pedido... — tartamudeo—, además solo los jefes pueden obtener dicha información. —¿Eso es cierto? No conocía tal regla- Musito haciéndose la sorprendida—. Además, estaré como sub jefa del departamento puedes preguntarle a Gary. Melisa le siguió mordiendo fuertemente su labio, aquello no saldría nada bien. Yexy, las siguió sin duda se merecía un sermón de Gary. Leah tocó y espero una respuesta para abrir la puerta. —Melisa te dijo que no me molestara hasta que trajera lo que te pedí—se calló al ver a Leah en la oficina se sabía que le habían dado tres días libres—, ¿sucedió algo? ¿No tenías unos días libres? —Bueno creo q
Se marchó rápidamente cerrando la puerta a sus espaldas. El hombre sonrió y se acercó peligrosamente, quedando cerca de ella cerró los ojos al sentir el suave aroma de rosas que su cuerpo desprendía. Sabía que se había dirigido de inmediato a la empresa luego que se marchara de casa, amaba el aroma que impregnaba su piel, era algo dulce y sutil.—Hueles a rosa—, le dijo al percibir el suave aroma, Fabio sin poder resistirse unió sus labios con los de ella, robando un jadeo de su boca—. Estas hermosa, Leah. definitivamente no eres la chica con el cabello hecho un desastre que abandono mi cama. Ella se sonrojó ante la cercanía de su cuerpo y el beso sintiendo otras partes de su cuerpo alterarse al ambiente que se había creado entre ellos, no podía evitarlo aquel hombre que desprendía un magnetismo y una sensualidad. Se acercó un poco más a él y sus narices se rozaron. Leah mojó sus labios ahora resecos con su lengua.—Tú también estás guapo.—¿Y sexy?La chica tragó fuertemente y asint
Las mujeres han sido hechas para hacer amadas, no para ser comprendidas.Óscar WildeLeah le pido a Fabio que la dejara unas calles después, sabia que estaba mal tratar de esconder a su pequeño si le causara un tipo de vergüenza, aunque era todo lo contrario, se despidió con un beso antes de salir del auto.—Nos vemos luego, descansa.Fabio asintió y la vio alejarse, apoyo la frente del volante tenia curiosidad de a donde iba o con quien se encontraría, tenía que recordarse que tenia que confiar en ella, así como se había negado a leer su informe en su escritorio debía respetar sus decisiones o las cosas que quería mantener a parte de él.Leah sonrió mientras se acercaba a la escuela de su pequeño, sabía que los últimos días lo había abandonado de cierta forma y le causaba una cierta molestia, desde que se reencontró con Fabio se olvido parcialmente de su obligación como madre de poner a su hijo primero, antes de salir con Fabio pasaría un buen rato con él y se aseguraría de hacerle s