No exijas mucho cuando podrías estar a punto de perderlo todo. Al despertar por el incómodo calor que sentía se despertó centrándose siendo abrazada por Fabio quién dormía plácidamente, sonrió se veía tan sereno y tranquilo mientras dormía, acarició su mejilla y dejó un beso en esta para levantarse, tenía mucho que hacer además de ayudar a Yexy a encontrar en nuevo trabajo. Colocó una almohada en su lugar esperando que no se despertara, por un momento pensó que se había levantado abrió los ojos y luego volvió a cerrarlos y abrazar fuertemente la almohada. Fue al baño e hizo sus necesidades fisiológicas y se lavó los dientes con un cepillo de dientes nuevo que encontró. Se arregló un poco, hoy iría a presentar un currículum por Yexy en la empresa se lo debía luego de quedarse sin sustento. Tomo su cartera y el teléfono y escribió un mensaje a su amiga: Leah: Ve y di que vas con recomendación, hay varios puestos disponibles en la empresa. Iré hoy a una reunión con Fabio. Te pasare
Futuro.—¿Entonces esta arrepentida? ¿Cómo te sientes en este momento? —le preguntó el hombre mientras esperaba una respuesta.—Algunas veces... Aun así, siento que no puedo olvidarlo, es como si todo se fuera a repetir —respondió de manera sincera mientras sonreía de manera nostálgica—. Aun así, con todo el dolor, todavía lo extraño. Y es algo que simplemente no puedo dejar ir.—Es bueno saberlo—mencionó el hombre mientras escribía en su libreta—¿Algo que te hubiera gustado decirle?—Me hubiera gustado que me devolviera aquel beso—mencionó con la voz quebrando se recordándole, sus sonrisas, su olor o la forma en cómo se vía atravesó de sus ojos—. Y estoy segura que lo hará.Futuro cercano.Aun así, lo observo marcharse.Aun así, ella no lo detuvo, él no se atrevió a mirar atrás antes de alejarse. Todo aquello era una completo desastre, no había razonamiento en su mente solo ira y celos. Por mas que rogo pero en su mirada solo habia miseria.Todo se quedaba entre las noches el sentimi
La joven abrió los ojos y de manera nerviosa pasó las manos por su falda, tragó fuertemente hace unos minutos no sabía cómo decir Gary le había solicitado lo mismo; y este le había pedido que no dijera nada y solicitarlo dos veces sería raro. —Señorita Müller lo que sucede es que... será un poco difícil de conseguir, además alguien además de usted ya lo ha pedido... — tartamudeo—, además solo los jefes pueden obtener dicha información. —¿Eso es cierto? No conocía tal regla- Musito haciéndose la sorprendida—. Además, estaré como sub jefa del departamento puedes preguntarle a Gary. Melisa le siguió mordiendo fuertemente su labio, aquello no saldría nada bien. Yexy, las siguió sin duda se merecía un sermón de Gary. Leah tocó y espero una respuesta para abrir la puerta. —Melisa te dijo que no me molestara hasta que trajera lo que te pedí—se calló al ver a Leah en la oficina se sabía que le habían dado tres días libres—, ¿sucedió algo? ¿No tenías unos días libres? —Bueno creo q
Se marchó rápidamente cerrando la puerta a sus espaldas. El hombre sonrió y se acercó peligrosamente, quedando cerca de ella cerró los ojos al sentir el suave aroma de rosas que su cuerpo desprendía. Sabía que se había dirigido de inmediato a la empresa luego que se marchara de casa, amaba el aroma que impregnaba su piel, era algo dulce y sutil.—Hueles a rosa—, le dijo al percibir el suave aroma, Fabio sin poder resistirse unió sus labios con los de ella, robando un jadeo de su boca—. Estas hermosa, Leah. definitivamente no eres la chica con el cabello hecho un desastre que abandono mi cama. Ella se sonrojó ante la cercanía de su cuerpo y el beso sintiendo otras partes de su cuerpo alterarse al ambiente que se había creado entre ellos, no podía evitarlo aquel hombre que desprendía un magnetismo y una sensualidad. Se acercó un poco más a él y sus narices se rozaron. Leah mojó sus labios ahora resecos con su lengua.—Tú también estás guapo.—¿Y sexy?La chica tragó fuertemente y asint
Las mujeres han sido hechas para hacer amadas, no para ser comprendidas.Óscar WildeLeah le pido a Fabio que la dejara unas calles después, sabia que estaba mal tratar de esconder a su pequeño si le causara un tipo de vergüenza, aunque era todo lo contrario, se despidió con un beso antes de salir del auto.—Nos vemos luego, descansa.Fabio asintió y la vio alejarse, apoyo la frente del volante tenia curiosidad de a donde iba o con quien se encontraría, tenía que recordarse que tenia que confiar en ella, así como se había negado a leer su informe en su escritorio debía respetar sus decisiones o las cosas que quería mantener a parte de él.Leah sonrió mientras se acercaba a la escuela de su pequeño, sabía que los últimos días lo había abandonado de cierta forma y le causaba una cierta molestia, desde que se reencontró con Fabio se olvido parcialmente de su obligación como madre de poner a su hijo primero, antes de salir con Fabio pasaría un buen rato con él y se aseguraría de hacerle s
Leah se sentía muy nerviosa mientras se preparaba para la cena, luego de los mensajes que habían intercambiado no le había vuelto a escribir lo que sin duda generaba cierto tipo de incertidumbre, se aplico un poco de labial rosado para mantener un maquillaje sencillo, se había vestido con un vestido sencillo de cuadros que llegaban cuatro dedos encima de su rodilla, su cabello castaño caía en pequeñas hondas que había hecho y unos hermosos ganchos en su cabello delicados de colores suaves y unos tacos gruesos color hueso. Guardo todo lo necesario y se miro en el espejo por ultima vez sonriendo emocionada, le diría a Fabio sobre su hijo, antes que todo se complicara y terminara averiguándolo de otro modo. Salió de su cuarto, caminando donde su pequeño dormía había vuelto sin energía y luego de un baño y comer cayo rendido cuando le leía un cuento, Yexy estaba de guardia en su nuevo trabajo así que no le quedo de otra que contratar a una vecina. —Dulces sueños pequeño, hoy mama le dirá
Leah se congelo al momento de ver a Ricardo allí, sus manos sudaron sabía que la última vez había logrado salir ilesa de sus enredos, pero que el estuviera y todo el desastre de la oficina solo podía ser sus juegos, apretó el sobre intentando mantener la calma, las provocaciones podrían llegar a otros oídos o la existencia de las fotos que eran una clara advertencia de su romance.—Veo que tienes algunos problemas —Leah apretó sus manos en formas de puños y sonrió a Ricardo no podía creer que estuviera allí—. Hay mucho desorden, espero que no se haya perdido nada importante.—No deberías estar aquí. No es como si tuviera algo que ver contigo ¿O me equivoco?—Yo estoy donde me da la gana— dijo amenazante, se acerco como un felino rodeando a su presa haciendo que Leah diera un paso atrás.—No creo que el dueño piense lo mismo— se carcajeó intentando parecer fuerte—, además te lo digo de una vez, vuelve acercarte a mí, si no quieres que te llegue otra citación.—¿Acoso? ¿Alguien creería
Leah avanzaba por la calle completamente metida en sus pensamientos, nunca nada salía bien para ella, no podía evitar sentirse desanimada y preocupada con respecto a las fotos podían ser su ruina y la de su jefe; además de su carrera laboral. El amor, su estabilidad y sobre todo la tranquilidad de fabiano sabia que la gente de internet nunca tenía piedad y solo pensar que su pequeño pudiera ver algo de aquello un malestar incomodo en la boca de su estómago, todas esas preocupaciones.Su estómago gruñó inhaló el rico aroma de pan recién salido del horno y cruzo la calle hasta la panadería de la calle, tenía el medio día antes de volver al trabajo, avanzando rápidamente antes que el semáforo cambiará corrió cruzando la calle como si no hubiera mañana, tropezó con un cuerpo y su bolso cayó al piso esparciendo las pocas cosas que tenía adentro. Se apresuro a recoger las cosas esparcidas en el suelo.—Lo siento señorita, déjame ayudarla— su alemán era muy marcado, Leah podía apostar que er