Afrodita no dejaba de darle vueltas a lo que Apolo le había dicho. Tentaciones en problemas económicos... eso no podía ser posible. Ella sabía la historia de ese club. Ramiro el padre de Apolo lo había fundado junto a su esposa. Ellos tenían la valentía suficiente para reconocer su estilo de vida y posteriormente con crear el lugar que acabaría salvando muchos matrimonios de caer en la rutina. Tentaciones había pasado por mucho. Primero había superado los prejuicios de la gente y después cuando Ramiro le cedió el control a su hijo, Apolo, éste debió afrontar la mayor crisis que había tenido antes. Un violador que fue obrero en ese club había violado mujeres allí y posteriormente había subido los vídeos a internet. La policía había querido clausurar el club, pero finalmente Tentaciones había logrado mantener su reputación intachable. Luego de saber cuánto Apolo había invertido, así como también Iker en formar el segundo club, todo eso no podía irse a la basura. El incremento en las
Alondra se sentía harta de su matrimonio, de su esposo, de su vida. Ella sola estaba muy cansada de vivir la misma rutina donde su esposo solo le demostraba su desinterés constantemente. Tampoco iba a culparlo de todo porque ella tenía la solución al alcance de su mano y era darle el divorcio. Solamente ella los mantenía presos en ese absurdo. Ella los últimos días lo había visto más irritado que lo normal. Iker había rechazado hasta las comidas que ella con tanto esmero le preparaba. -Hice lo que más te gusta, amor- Lo saludó con cariño mientras lo ayudaba a quitarse la chaqueta -Puedo hacerlo solo- La apartó y él colgó su chaqueta con disgusto-Solo quería ayudarte- Sonrió con tristeza y creyó que él tal vez había tenido un caso difícil y que por eso estaba estresado Alondra se había apresurado para servirle la cena y él luego de probar un bocado se levantó de la mesa. -No me gusta y no tengo hambre- Le dijo marchándose a su habitación sin notar como su esposa miraba la comida
Apolo e Iker se habían reunido con su contador para saber que había ocurrido en Tentaciones Dos después de la primera fiesta temática. Si eso no había funcionado perderían todas las esperanzas. Con asombro descubrieron que la fiesta temática fue un éxito. Les había producido más gastos pero también muchas más ganancias. Afrodita y Audrey esperaban por saber si aquella fiesta había funcionado. Los dos dueños se encontraron en Tentaciones Dos con las chicas y allí les dieron la buena noticia. Iker y Afrodita se abrazaron y luego Iker quiso abrazar a Audrey pero ella solo le dió su mano y acabó por abrazar a Apolo. -¿Tienes alguna idea para esta semana?- Apolo miró a Audrey esperando que ella sugiriera una temática aún más atrayente que la anterior -No se si les guste pero se me ocurrió una temática animal. Ya saben, lobos, panteras, tigres, gatos, en fin- Apolo sonrió encantado y pensó en ir con su esposa y pedirle que se disfrazara de pantera. Tendrían una noche sin igual -Me enca
Varias semanas pasaron dónde Alondra iba a Tentaciones cada noche. Ella interactuaba con quiénes su esposo le presentaba y sonreía amablemente, pero por dentro sentía desilusión. Él seguía intentando que ella consiguiera un amante y eso más hacia que sintiera atracción por el mismo. Alondra llevaba demasiado tiempo viviendo del recuerdo de su primera y única vez, así como también de fantasías. Ella deseaba experimentar con su esposo y había comenzado a fantasear con ser suya en cada uno de esos cuartos. De pronto Tentaciones no le parecía un lugar de perdición y perversión, sino un excelente sitio para revivir su matrimonio. *Audrey se sentía orgullosa de su desempeño profesional. Ella había demostrado su versatilidad en diferentes estilos. Tentaciones fue todo un desafío y ambientar cada cuarto con la temática del día aún más. No era tarea sencilla crear distintas temáticas desde cero, pero ella lograba ahorrar dinero y cada vez gastaba aún menos del presupuesto que le daban. Ella
Audrey había planeado perder su virginidad. Salvador le había ayudado a verse mucho mejor físicamente y su cuerpo no le causaba tanta inseguridad. Recordaba como se veía desnuda cuando había planeado entregarse a Iker y realmente su cuerpo se veía mucho más definido actualmente. Iker no la había valorado y si lograba ser deseada entre hombres guapos en el club, solo acabaría entregándose al hombre con quién sintiera más conexión. Esperaba ser tratada bien y tener una experiencia para recordar. No le hacía falta saber la identidad de ese hombre, solo miraría sus manos y comprobaría así que no estuviese casado, con eso bastaba. *Iker había escuchado hablar a Audrey y Afrodita y las dos decían que asistirían allí esa noche. Él también iría, ¿Podría acercarse a ella? necesitaba saber si aún lo amaba y le prometería encontrar la forma de obtener el divorcio. Ella era la mujer que necesitaba a su lado y a su esposa solo le causaba infelicidad al igual que la sentía el mismo. Él se quitó
Hestia caminó por el club recibiendo múltiples propuestas y elevando así su confianza. Había comprobado que el vampiro que deseaba estuviese solo y sin mediar palabras con el lo atrajo a si misma para besarlo. Él quiso apartarla, pero su fuerza de voluntad cedió mientras ella comenzaba a acariciarlo cada vez más cerca de su miembro, despertando así una erección difícil de disimular. Ella no dijo nada, solo lo miró a los ojos y él la observó. Era una mujer con una silueta muy bella, vestida para provocar a cualquier hombre. La observó relamerse sus labios y luego ella se acercó más y pasó la lengua por los suyos. Ella estaba lista para ir a un cuarto y él cada vez más deseaba ir allí. Hestia lo tomó de la mano y lo condujo al área de las habitaciones. Entró en el primer cuarto desocupado que vió y él la siguió dentro sin poner resistencia. No había palabras entre los dos, solo un deseo latente pidiendo ser saciado. El cuarto tenía un aspecto espeluznante y sensual. Había muchas tel
Hestia sentía como su vampiro, llamado Poseidón se frotaba en ella. Él había olvidado el condón, francamente con el alcohol en su sistema y semejante mujer dispuesta ni había pensado en eso. Abrió sus piernas aún más y se hundió de una sola estocada en ella. Hestia sintió dolor y placer, pero eso no importaba. Era lo que menos le interesaba cuánto pudiera doler, solo deseaba ser follada como nunca antes. Él se movía demasiado rápido y fuerte, algo que acabó por hacer que cuando ella llegara al orgasmo y lo apretara con sus piernas y también con su estrecho interior lo arrastrara al mismo abismo. -Diablos- Dijo apenas audible con agitación. Ella no pudo escucharlo, estaba demasiado agitada después de haber recibido tal placer Él salió de ella sintiendo que le había fallado a semejante mujer, ¿Dónde estaba su resistencia física? Pero Hestia no estaba dispuesta a dejar que el encuentro fuera tan breve y lo arrojó a la cama para volver a besarlo y guiarlo a su interior. Él se endurec
Los dos vampiros apodados de la misma manera salieron de los cuartos casi al mismo tiempo. Los dos se sentían relajados y muy satisfechos, aunque solo uno de ellos sería afortunado de poseer tal relajación. *Audrey llegó a su hogar y pensó que si sus padres la veían así vestida se infartarían, más que nada su padre. Ella como su única hija mujer siempre sería vista como su pequeña princesa, una chica incapaz de participar en ese estilo de vida. Ella no deseaba dañar la ilusión de su padre ni tampoco confesar que había pasado una noche siendo sometida por un vampiro que hasta su nombre le hizo olvidar. "Piensa rápido"- Se dió un golpecito en su frente y rodeó su casa para entrar por su ventanaAudrey se quitó los tacones y abrió con mucho cuidado de no hacer ruido, la ventana. Entró con el corazón latiendo con fuerza en su pecho y le puso seguro a su puerta. Cuando estuvo tranquila de que no fue descubierta fue a su baño y se quitó la ropa tan atrevida y sintió el perfume que había