Faltando días para la boda de Salomé, ella con horror descubrió que estaba embarazada del rubio sexy que tantas veces la había hecho temblar en solo dos noches compartidas. Ese semental era tan hermoso, pero también tan descuidado...-Maldición, ¿Que mierda haré? ¡Maldición!- Comenzó a caminar de un lado a otro y agitó la prueba de embarazo creyendo que de ese modo la segunda línea podría borrarse -¿Está todo bien?- Lo escuchó hablar a su futuro esposo a través de la puerta y volvió a maldecir, ¿Por qué entraba en su cuarto sin siquiera golpear la puerta? -¿No tienes casa?- Preguntó con brusquedad -Si amor, pero no quiero alejarme de ti- Lo escuchó hablar meloso. Como si no lo conociera...-Solo quieres llevarme a la cama imbécil- Escondió todo lo referente a su embarazo y salió del baño. Lo vio sonreír, el idiota no podía ni negar lo obvio -No voy a negar que te deseo pero tú no me quieres dar la prueba de amor. Ya se que eres virgen, no hay por qué temer- Se acercó como un depre
Zayn se sentía desanimado porque su sueño se había aplazado un buen tiempo. Necesitaba irse y dejar el pasado en su ciudad para comenzar nuevamente justo en lo que amaba hacer. Tal vez pronto encontraría a la mujer que soportara su estilo de vida tan "peculiar". Luego de lo ocurrido con su hermano se sentía feliz porque tendría un sobrino, pero también bastante decaído. Ellos le habían devuelto una parte del dinero, pero aún con eso no era suficiente ni para apartar un lugar donde Tentaciones tres podría funcionar. Aún así el había comenzado a reunir más dinero para comprar muchos de los juguetes sexuales y demás accesorios necesarios para los cuartos. Zayn había conocido a una muchacha morena que le atraía muchísimo, más que nada por su personalidad. Físicamente aquella mujer no tenía las curvas que más le atraían, pero eso era algo sin importancia a la hora de escoger a la adecuada. Después de tener relaciones una vez, ella se había negado a repetir y eso lo había desanimado. Él er
Afrodita estaba extasiada con su aporte en Tentaciones Dos. El club era el proyecto más grande que había tenido y sus ganancias serían muy buenas también. Apolo había acordado pagarle mensualmente por su arduo trabajo y ella estaba más que complacida. Si cualquier otro cliente fuera, ella le hubiese cobrado por adelantado al menos la mitad del valor total, pero su mejor amigo merecía un trato especial y además tenía su plena confianza en que le pagaría en tiempo y forma. -Afrodita ven. Quiero que hablemos de algo importante- Apolo la condujo a su despacho en Tentaciones, lugar al que había ido a buscar su primer cheque -Me preocupas, ¿Vas a despedirme?- Bromeó sabiendo que él era incapaz de dejarla sin empleo -Quería hablarte sobre un nuevo club. Zayn y yo crearemos Tentaciones Tres y tanto tu como Audrey serán las encargadas de darle vida al nuevo club- Ella sonrió más que contenta por saber que si el volvía a contratarlas era porque juntas estaban trabajando muy bien -¿Quién es
Luego de los entrenamientos, Audrey se sentía tan exhausta física y mentalmente que no era capaz de pensar en Iker ni en nada más que no fuera en dormir en su cama por largas horas. -Tienes que dejar de hacerme esto- Reclamó luchando por recuperar el aliento y Salvador rió al verla despeinada y sudando -¿Exactamente que fue lo que hice?- Fingió inocencia y ella no logró ni sonreír debido al agotamiento -Fuiste más rudo esta vez y te lo agradezco- Audrey apoyó su cabeza en el hombro de Salvador. Estaban sentados bebiendo agua intentando hidratarse -Es la única manera en la que no piensas en nada estúpido- Lo miró a los ojos y le sonrió agotada-Gracias. Eres un buen amigo, aunque en algunos momentos creo que planeas matarme de cansancio- Bromeó y él la ayudó a ponerse de pie para ir a darse una duchaDave y Tamara, luego de ver a su hija anímicamente mal se asustaban fácilmente. La última vez que había llegado a casa sudada y tan agotada ellos llegaron a creer que ella se había inv
Cuando Audrey y Salvador se fueron, Iker salió muy molesto del que sería su club. Estaba ardiendo de celos, de envidia. Él quería ser ese hombre, el deseaba volver a sentir sus labios moviéndose sobre los suyos, la suavidad de su piel sobre su cuerpo desnudo. Maldición, quería volver a tenerla y culminar aquello que por su cobardía había quedado inconcluso. Lamentablemente para él, ser infiel afectaría a su familia y además Audrey no merecía ser la amante en la vida de nadie. Al día siguiente ya era fin de semana e Iker de esa forma tendría su esperado descanso. Los casos que debía afrontar eran difíciles y tenía juicios por delante. Su mente necesitaba descanso, escapar a su trabajo para no estar con su esposa no era saludable. -¿Estarás ocupada hoy Afrodita? Se que Apolo estará en su casa- Le envió el mensaje a su amiga y esperó. No era extraño ir allí de visita y estar con el bebé de Apolo -No, no tengo nada que hacer. ¿Nos vemos allí?- Ella respondió enseguida y se alistó para s
Audrey había acabado con los cuartos, los que le suponían un gran reto. Ella jamás había tenido sexo ni dentro ni fuera del club y había diseñado los lugares para que las parejas fueran a cumplir sus más locas y perversas fantasías. Afrodita estaba más que orgullosa de todo lo que habían logrado. Observaba las fotos del antes y del después sin podérselo creer. Realmente las mejores amigas hacían un equipo laboral increíble. -¿Cuando será la inauguración?- Audrey habló con Apolo -Aún necesitamos un permiso de apertura y eso es todo. Ayer finalmente me trajeron todas las bebidas que pedí- El se veía súper cansado-Un lugar así lleva mucho tiempo y dinero. Solo debes estar tranquilo y cuando menos lo esperes ya estará en funcionamiento- El le dió un abrazo y luego la dejó sola para atender una llamada Afrodita había ido para ayudar y Salvador la había acompañado. Audrey debería mover varias cosas y aunque había gente dispuesta a ayudar no eran muchas personas. -Jamás me vieron más l
Afrodita no dejaba de darle vueltas a lo que Apolo le había dicho. Tentaciones en problemas económicos... eso no podía ser posible. Ella sabía la historia de ese club. Ramiro el padre de Apolo lo había fundado junto a su esposa. Ellos tenían la valentía suficiente para reconocer su estilo de vida y posteriormente con crear el lugar que acabaría salvando muchos matrimonios de caer en la rutina. Tentaciones había pasado por mucho. Primero había superado los prejuicios de la gente y después cuando Ramiro le cedió el control a su hijo, Apolo, éste debió afrontar la mayor crisis que había tenido antes. Un violador que fue obrero en ese club había violado mujeres allí y posteriormente había subido los vídeos a internet. La policía había querido clausurar el club, pero finalmente Tentaciones había logrado mantener su reputación intachable. Luego de saber cuánto Apolo había invertido, así como también Iker en formar el segundo club, todo eso no podía irse a la basura. El incremento en las
Alondra se sentía harta de su matrimonio, de su esposo, de su vida. Ella sola estaba muy cansada de vivir la misma rutina donde su esposo solo le demostraba su desinterés constantemente. Tampoco iba a culparlo de todo porque ella tenía la solución al alcance de su mano y era darle el divorcio. Solamente ella los mantenía presos en ese absurdo. Ella los últimos días lo había visto más irritado que lo normal. Iker había rechazado hasta las comidas que ella con tanto esmero le preparaba. -Hice lo que más te gusta, amor- Lo saludó con cariño mientras lo ayudaba a quitarse la chaqueta -Puedo hacerlo solo- La apartó y él colgó su chaqueta con disgusto-Solo quería ayudarte- Sonrió con tristeza y creyó que él tal vez había tenido un caso difícil y que por eso estaba estresado Alondra se había apresurado para servirle la cena y él luego de probar un bocado se levantó de la mesa. -No me gusta y no tengo hambre- Le dijo marchándose a su habitación sin notar como su esposa miraba la comida