Mielle observó a través de su cortina cómo el hombre salía de su auto luego de un largo día de trabajo y entraba a su casa, saludando a su esposa que estaba preparando la cena y dándole algunos besos mientras la abrazaba.Había estado espiando durante unos días cuando descubrió quiénes eran sus vecinos y no tenía nada mejor que hacer, se sentía como una mirona pero era fascinante ver la vida normal de una familia perfecta.Mientras seguía espiando a través de la cortina, Mielle no pudo evitar notar los pequeños gestos de cariño que Tristan compartía con su esposa, los cálidos abrazos y los pocos besos que le daba al llegar a casa del trabajo. Era casi como si estuviera presenciando un cuadro perfecto de felicidad doméstica, una escena que parecía sacada de un sueño de felicidad conyugal. A pesar de sentirse como una voyeur, Mielle se encontró incapaz de apartar la mirada de la escena.Los pensamientos de Mielle se vieron interrumpidos al ver al alcalde jugar con sus hijas gemelas en
Mielle estaba sentada frente a su tocador, con el cepillo en la mano mientras se lo pasaba por el pelo con aire pensativo. Perdida en sus pensamientos, se había dado una ducha para calmarse, alejándose de la ventana después de presenciar el momento íntimo entre el alcalde Tristan y su esposa. A pesar del agua fría de la ducha, su corazón seguía latiendo como un tambor salvaje. La imagen del apasionado abrazo de la pareja todavía ardía en su mente, provocando un torbellino de emociones en su interior.El alcalde solía ser muy amable, pero siempre había una barrera que te alejaba de él, impidiendo que te acercaras lo suficiente, tal como había podido comprobar su compañera Clara, quien, sin ser grosera, había puesto un gran muro entre ellos para mantenerla alejada. Mielle se miró pensativa al espejo, no queriendo tener ningún pensamiento inapropiado sobre el alcalde.Verla hacerlo sentir tan bien a su esposa despertó una curiosidad que nunca había sentido a pesar de haber estado casad
Mielle observó su reflejo en el espejo, la tela sedosa del negligé se pegaba a su piel. El suave tono rosado añadía un toque femenino a su apariencia, y su cabello lucía más radiante que nunca en contraste con la lencería. El negligé, que había usado anteriormente para seducir a su exmarido sin éxito, ahora la hacía sentir como una mujer diferente. Todavía estaba desempacando sus cosas de la mudanza, habían pasado algunas semanas desde que se había alejado de Gabriel y mientras acomodaba encontró todas las cosas que había usado para llamar la atención de su ex marido y había fracasado un millón de veces. Honestamente, ni siquiera sabía por qué lo estaba usando, cuando lo vio en la tienda pensó que era muy bonito y ahora no era la excepción, todavía le quedaba bien. Al recordarlo, se preguntó por qué se había molestado en ponerse esta pieza de lencería en particular. Siempre le había parecido encantadora, y ahora que la usaba de nuevo, todavía le quedaba perfecta. Pero, ¿de qué
"Te vas a mostrar ante mi o seguirás escondiéndote?" Preguntó el hombre mientras encendía un cigarrillo en la oscuridad y miraba hacía una esquina oscura de su oficina.La chica emergió de la oscuridad luego de ser descubierta tan rápido, no esperaba que él la notara tan rápido y lo primero que brilló fue su cabello castaño en la oscuridad y luego se reveló la silueta de una mujer con un negligé de seda rosácea.Tristan dio una larga calada a su cigarrillo y expulsó el humo lentamente mientras observaba a la chica. Era hermosa, con piel de porcelana y cabello castaño que le caía en suaves ondas por la espalda. El camisón de seda rosa se ceñía a sus curvas en los lugares adecuados, lo que le hacía la boca agua."¿Y quién eres tú, querida?" preguntó Tristan, con voz baja y ronca, mientras la observaba desde las sombras. No pudo evitar sentirse atraído por ella, su belleza lo atraía como un imán. Dio otra calada a su cigarrillo antes de aplastarlo debajo de su bota."Usted no me conoce,
Abrió la puerta de la casa después del trabajo y la vio allí, frente a la puerta para darle la bienvenida como todos los días, era molesto. "¿Qué estás haciendo?" preguntó enojado cuando vio que ella sostenía un pequeño pastel en sus manos. Su expresión era de completo desagrado."Bienvenido." Saludó ella sonriendo un poco nerviosa mientras sostenía el pequeño pastel en sus manos-. Hoy es un día especial, ¿no lo recuerdas?" Ese día era su aniversario de casados.La expresión de Gavriel era estoica mientras respondía en un tono frío y sin emociones: "No, no lo recuerdo, y de todos modos no es importante". No le importaba si era un día especial o no, era un día que no significaba nada para él. Pasó junto a ella con un aire despectivo, ignorando el pastel que ella tenía en sus manos.Se sintió herida cuando su esposo pasó a su lado pero hoy no estaba dispuesta a rendirse, solo por esa vez iba a ser más insistente. Empezó a caminar detrás de él. "Preparé la cena para los dos, incluso lla
Mielle se acarició la pequeña barriguita abultada que sobresalía del vestido color perla que llevaba. Estaba feliz por su embarazo y a veces, incluso sentía que su bebé estaba moviéndose.Habían pasado varios meses desde que habían tenido relaciones sexuales. Mielle podía sentir su pequeña barriguita sobresaliendo de su vestido c, parecía más feliz y emocionada por haber cumplido su sueño, y como prometió, dejó de molestarlo. Gavriel seguía siendo indiferente hacia ella. No mostraba ninguna señal de cariño hacia ella ni hacia el bebé, y ni siquiera estaba interesado en asistir a las citas médicas o saber sobre el progreso del embarazo.Mielle continuó acariciando su pequeño vientre, sintiendo el movimiento del bebé dentro de ella. Cada vez que sentía una patadita, una ola de emoción y alegría la invadía. Pero no podía negar el anhelo y la tristeza que sentía en su corazón. A pesar de que había logrado su sueño, todavía anhelaba que su esposo sintiera algún tipo de afecto hacia su hi
Mielle está acostada en la camilla, con el médico a su lado preparando la ecografía.El médico tiene una sonrisa amistosa mientras coloca gel en el transductor. "Está bien, Mielle. Vamos a ver cómo está ese pequeño hoy. ¿Cómo te has sentido las últimas semanas?"Mielle sonrió ante sus amables palabras y levantó la cabeza de la camilla. "Casi no he tenido antojos ni náuseas estos días, y el bebé también ha estado muy tranquilo", dijo emocionada al ver que hoy le dirían el sexo de su bebé.El hombre asiente con una sonrisa mientras comienza a mover el transductor sobre el abdomen de Mielle. "Es una buena señal, Mielle. A los cinco meses, es normal que las náuseas disminuyan. Ahora vamos a echar un vistazo para ver cómo está el bebé y, si todo va bien, veremos si podemos confirmar el sexo hoy". El médico observa la pantalla con atención, moviendo el transductor para capturar diferentes ángulos. Su expresión cambia sutilmente, frunciendo ligeramente el ceño, pero continúa trabajando con
"¿Ni siquiera puedes tener hijos? ¿Estás jodiéndome?" Gabriel gruñó molesto mientras veía a Mielle llorando en la cama del hospital, ya le habían realizado la extracción del feto y se estaba recuperando en la cama del hospital, esperando que le dieran el alta.Mielle lloró en silencio, aún no podía aceptar que su bebé se había ido, se abrazó a sí misma rezando para que todo fuera una pesadilla, el médico solo escuchaba con incomodidad la tensa situación.El médico, al ver las lágrimas de Mielle, miró a Gabriel con expresión de desaprobación. Lo interrumpió con suavidad pero con firmeza. "Señor, ahora no es el momento para esos comentarios. Mielle necesita tiempo para sanar emocionalmente. Entiendo que esta situación es difícil para todos los involucrados, pero por favor, déjela procesar esta pérdida a su manera".Gabriel se burló y puso los ojos en blanco mientras se cruzaba de brazos. Miró al médico con una mirada penetrante. "Ahórrese el sermón, doctor. ¿Cree que no sé que la situ