Para Leandro era difícil estar lejos de Nicole, su cerebro se negaba a reconocerla como su hermana, intentaba olvidarla con Shelsy, pero era inútil, no toleraba siquiera besarla, la chica era hermosa, había cambiado mucho a raíz de que su familia quedara en la ruina.Su padre insistía en intentar convencerlo de que lo ayudara a conservar su fortuna, Leandro lo pensó detenidamente, le haría creer que estaba de su lado, así podría enterarse de cuáles eran sus verdaderos planes, así podría defender a Nicole y a Santi.—¿Qué te trae por aquí hijo? —Preguntó extrañado, pensaba que su hijo no quería saber más de él.—He decidido ayudarte, Nicole esta muy feliz con Bruno, mientras yo siento que me estoy muriendo, así que te ayudaré.—Muy bien pensado hijo, quitaremos a esa mujer, a su madre y a su hijo de en medio, nadie podrá quitarme lo que me pertenece, he trabajado muy duro para que la empresa llegara hasta donde esta, no es justo que me la quieran quitar. —Se sentía feliz de tener en su
Alizza no podía creer lo que estaba viendo, ¿acaso aquellos dos hombres no estaban interesados en Nicole? —Sonrió maliciosamente, con esa información entre sus manos quizá podría conseguir algo, era increíble lo que las personas eran capaz de ocultar.Máx se separó de Amadeus, respiraba agitadamente, al voltear pudo observar una figura alejándose, la reconoció por el vestido.—¡Joder! Alizza nos ha visto, pensará lo que no es. –Se sintió desesperado, ya se imaginaba siendo el motivo de burla de todos.—¡Demonios! —Amadeus pensó que por dejarse llevar ahora estaba metido en un buen lío, él que era conocido por tener las mejores mujeres alrededor del mundo.—No he sido yo, has sido tú. —Exclamó Máx desesperado, no podía creer lo que estaba pasando.—Lo sé, solo quería comprobar si sientes lo mismo, ahora se que así es.—Esto no debe ser, olvidemos lo que ha ocurrido.—Hablaré con esa chica. —Trato de ignorar lo que Máx había dicho.Amadeus entró en el salón apurando el paso, logró ver q
Nicole no pensaba dejarle las cosas tan fáciles a Bruno, durante años tuvo que pagar por algo que no hizo, mismos años en lo que él ni siquiera la quiso escuchar.Recordó como él disfrutaba de su cuerpo y luego la rechazaba y humillaba de la peor manera.Disfrutaría de sus caricias y su pasión, le haría creer que había caído rendida ante sus encantos, después cuando regresaran, lo haría ver su suerte, si en verdad había cambiado, y estaba dispuesto a todo por conquistar su amor, tendría que demostrarlo, no quería caer en sus redes y que después volviera a tenerla prisionera, eso le aterraba.—¿En qué piensas? —Dijo Bruno acercándose a su espalda, mientras le daba un beso en el hombro y tallaba su espalda, ella que estaba inmersa en sus pensamientos, parada en la terraza, sonrió.—En que tenías razón, el paisaje que se puede ver desde aquí, es realmente bello.—Mintió, no deseaba iniciar una discusión, sabía que la tendrían si decía lo que realmente pensaba.—La vista que yo tengo desd
Alizza se paró frente al escritorio, enseguida notó las marcas en el cuello de Bruno, el gesto que hizo no fue muy agradable.—¿Qué necesitas?. –Preguntó Bruno, visiblemente molesto por su presencia, no toleraba que se acercara a él.—Cómo le dije anteriormente, deseo disculparme con usted, no fue correcto mi comportamiento, estoy muy apenada por ello.—Así es, no lo fue. —Contestó con desagrado, quería que la chica notará que no debía acercarse a él.—Espero me perdone. —Hizo pucheros al decirlo, quería ver si así era menos duro con ella.—Está olvidado, solo ten en cuenta que por ningún motivo puede repetirse, serás reubicada en otra de las empresas, es lo mejor, así podrás seguir con tus prácticas.—Eso no, por favor señor, déjeme quedarme aquí, aprenderé de usted y la señora Nicole, son los mejores, prometo que no volveré a molestarlo, es mas, no totata mi presencia aquí.—Ya está decidido, se te avisara en cuanto encuentre un lugar para ti, no puedes quedarte junto a nosotros.—E
Bruno se preguntaba, que pasaría si Nicole quedará embarazada otra vez, quizá así aceptaría casarse de nuevo, en cuanto al matrimonio eclesiástico, podrían renovar sus votos.Está de más decir que toda la noche puso demasiado empeño en ello.Al amanecer, Bruno se levantó, se dio una ducha rápida y se preparó para trabajar, tenía que recuperar el tiempo perdido el día anterior, reacomodar todas las citas suspendidas.Nicole se despertó poco después, se sentía muy cansada.—Buenos días mi bella durmiente. —Bruno pensó que esa mujer se veía hermosa aún al despertar.—Buenos días, señor Leone.—¿Qué tal has dormido? —Preguntó mientras reía.—A decir verdad he dormido muy poco, hubo algo aquí en el ambiente que no me permitió dormir muy bien.—Pues al ver esa enorme sonrisa puedo adivinar que has disfrutado lo que ese algo hizo. —Dijo con picardía, Nicole se puso roja al recordar.—Jajaja tu cara se ha puesto completamente roja. —Le encantaba que aún se sonrojara.Nicole sonrió, después
—Anda Leandro, vamos, te llevaré a tu casa.—Quiero ver a Nicole, decirle cuánto la amo. —Dijo, arrastrando las palabras.—Allá la verás, te estará esperando.Con dificultad logró levantarlo, ella era alta, pero demasiado delgada.—¿Tenías que tener tantos músculos? —Preguntó mientras se lo llevaba, justo ese día tenía que salir sin sus guardaespaldas.Como pudo lo subió al auto, lo llevó hasta su mansión, una persona del servicio la ayudó a bajarlo.Lo llevaron hasta su recámara, se quedo sola con él, después de acostar lo en la enorme cama.—Nicole, ¿aún me amas? —Preguntó entre balbuceos.—¡Carajo! Leandro, estás más jodido que yo, ya me resigne a perder a Bruno, pero tú sigues en lo mismo.Se apresuró a cambiarlo, después se recostó a su lado para cuidarlo.Más tarde Shelsy que estaba de espaldas a Leandro, sintió que tocaban sus glúteos, Leandro se acercó y comenzó a besar su cuello, de inmediato supo que pasaba, entre su ebriedad, la estaba confundiendo.—Leandro, basta.—Shhh N
Bruno escuchaba tranquilo a Leandro, imaginaba que tarde o temprano Sergio intentaría algo contra Nicole, Rina y Gío desde hacía tiempo la mantenían vigilada sin que ella estuviera enterada.—No tienes que preocuparte por eso, los protegeré con mi vida, gracias por avisar.Leandro apuro el resto de licor que quedaba en su vaso.—Me voy, no quiero que mi padre sospeche que solo estoy fingiendo estar de su parte. —Estar ahí hablando con Bruno era demasiado incómodo, era el hombre que dormía al lado de la mujer que aún amaba.—Que te vaya bien. —Bruno se quedó pensando, tenía que proteger a Nicole y a su hijo a toda costa, por la mañana visitaría a Rina y a Gío para hablar con ellos, De Santos era un hombre inteligente y perverso por lo que Rina les había contado, no podían confiarse.Sergio a pesar de su frialdad, amaba a su hijo, después de todo era hijo de la única mujer a la que había amado, a Deborah la quería, pero no era nada comparado con el gran amor que Rina había despertado en
Pasaron los días, Rina ya se encontraba desesperada, pensaba que tal vez le había sucedido algo, llamaba a su departamento y no contestaba, lloraba inconsolable, si no lograba saber de él, buscaría a sus padres, no le importaría que la humillaran, él no la dejaría después de lo que había pasado entre ellos, se lo había prometido.Maggi al verla tan deprimida insistió en que la acompañará a la cafetería, su novio el amigo de Sergio le sugirió que la llevara ahí ese día, de mala gana aceptó, quizá ese chico pudiera darle información sobre Sergio, tenía que preguntarle, no podía simplemente haber desaparecido.Al llegar al café enseguida escucho una algarabía, un grupo de chicos y chicas se divertían, al entrar Rina sintió que su mundo perfecto se destruía, entre ese grupo estaba Sergio, tenía una rubia muy bonita sentada sobre sus piernas, al ver a Rina se le quedó mirando fijamente, , después beso a la chica.Rina no pudo soportarlo, salió corriendo del lugar, Maggi se acercó a Sergio,