Bruno se levantó del sillón donde estaba, quizá por lo fuerte del licor es que logró reaccionar, se quedó viendo por la ventana, afuera en la terraza aún seguía Nicole, se levantó y se acercó a ella y la abrazo, se quedaron así, abrazados en silencio.Fueron interrumpidos por Mara y René que llegaban, poco después lo hicieron los padres de Nicole, se reunieron en la sala, solo atinaban a mirarse unos a otros.—¿Qué podemos hacer? Siento que estoy perdiendo el tiempo aquí, me voy ahora mismo a Italia, no quería dejar a Nicole, quería estar todo el proceso a su lado, Leandro se ofreció a buscarlo él para que yo me quedara con ella, el saber que ya no estaba en manos de Sergio me dio algo de tranquilidad, pero ahora la vida de mi hijo está de nuevo en manos de ese monstruo, no se porque ahora sin Deborah me da aún más temor de que mi hijo esté tan solo con Sergio y sus hombres.—Sentimos mucho lo que ha pasado con Deborah. —Dijo Noah, aunque había abandonado a Bruno seguía siendo su madr
Más tarde los hombres salieron en busca de Sergio, en la casa solo quedaron Emma, Nicole, Rina y Mara, cuidadas por los guardaespaldas, por la noche, Nicole descansaba en su habitación, su teléfono empezó a sonar, era un número desconocido, agradeció estar sola en ese momento, ya sabía de quien se trataba.—Aló.—Vaya, atiendes rápido mis llamadas palomita, ¿ya estas en Milán?—Sí. —Contestó débilmente.—Jajaja ya lo sé, están en la casa de mi hijo, que obvios han sido.Nicole sintió escalofríos, ¿sería que ese hombre podía verlos?—Escuchame, por la madrugada, a las cuatro específicamente, una camioneta te estará esperando en la esquina de la casa, así que será mejor que salgas sin ser vista, cuando estés aquí dejaré ir a tu hijo, tu te quedaras en tu lugar.—¿Y como se que puedo confiar en ti? Después de todo no eres un hombre en el que pueda confiarse.—No tienes de otra, si no vienes mañana les enviaré un regalo, no te sorprendas cuando lo recibas.—Eres un jodido loco. —Nicole te
Leandro recibió la ubicación, el convoy de camionetas enfiló a gran velocidad hacia las afueras de la ciudad, más adelante la llanta de la camioneta donde iba Bruno comenzó a fallar, Leandro que iba hasta adelante no se dio cuenta.Cuando llegó al lugar vio que las otras dos camionetas no venían atrás, marcó de inmediato a Bruno, les indico que bajaran algunos hombres de la tercera camioneta para que subieran ellos, enseguida envío la ubicación, estaban relativamente cerca.Leandro estaba impaciente, el tiempo era crucial para salvarla.Dentro de la casa, Sergio habia atado a Nicole y al n**o a unas sillas, el pequeño estaba asustado, pero aún así se contenía para no llorar, no quería que Sergio lo fuera a castigar como lo había hecho tantas veces.Les cubrió los ojos con unas vendas, encendió la cámara y empezó a grabar.—Leone en verdad espero que puedas ver esto, tu mujer tendrá que firmarme algunos documentos si es que quiere que deje en libertad a su hijo, de una vez se los digo,
Horas después el médico salió del quirófano, todos se acercaron para ver que noticias tenía, por su cara imaginaron que nada bueno pasaba.—¿Cómo está mi hijo? —Preguntó desesperada Rina, algo dentro de su corazón le indicaba que las cosas no estaban nada bien, sentía una presión muy fuerte en su pecho.—Logramos estabilizarlo, desgraciadamente las balas no presentaban orificio de salida, por lo que tuvimos que extraerlas, órganos internos se han visto comprometido, así que solo queda esperar las próximas horas para ver qué tal responde, es un hombre joven y fuerte, así que quizá un milagro suceda, será trasladado a una habitación, en unas horas despertará, podrá pasar a verlo una persona a la vez, solo las más cercanas por favor, es importante que no se agote, no se quien se llama Nicole, en su inconsciencia la nombraba una y otra vez.Las mujeres lloraban desconsoladamente, sobre todo Nicole y Rina.—Aún cerca de la muerte piensa todo el tiempo en mi, no puedo con esto, de verdad qu
Nicole se encontraba en su recámara, no podía creer lo que estaba sucediendo, había llevado con ella la foto que Leandro tenía en su casa en Milán, habían trasladado el cuerpo para sepultarlo en Nueva York, aún no se hacia a la idea de lo que había sucedido.Shelsy y su madre habían viajado con ellos, Bruno lo permitió porque lo que le había hecho ya no dolía y para Nicole y Rina era importante por que el bebé que llevaba en su vientre era de Leandro.Nicole estaba parada frente a la ventana, tenía la mirada fija sobre la foto, Bruno entró en ese momento a la habitación y se acercó a ella, le dolía verla así, limpio sus lágrimas con su mano.—Ya es hora amor, debemos ir a la iglesia y de ahí al cementerio, me duele terriblemente lo que estás sufriendo, nunca pude llevarme bien con Leandro y te pido perdón por eso, se que él era muy importante para ti y para nuestro hijo, por cierto mi madre se quedara con Santi, el médico ha indicado que no puede recibir emociones fuertes, por ahora n
Trasladaron a Nicole a la sala de parto, a Bruno le dieron ropa especial para que pudiera entrar con ella, después de desinfectarlas coloco dos cámaras para poder filmar el parto desde diferentes ángulos, él se coloco junto a Nicole y tomó su mano.Nicole sudaba profusamente, el médico intentó colocarle la epidural, ella se negó rotundamente, Bruno tomó un paño para secar su frente, lo hizo suavemente, intentaba mantenerse calmado para darle ánimo.El dolor que sentía debido a las contracciones empezó a ser mucho más fuerte, apretó la mano de Bruno fjertemente.—¡Carajo! Como duele, duele demasiado, ya lo había olvidado.—Mi amor, corazón, vas a arrancarme la mano. —Dijo Bruno con suavidad intentando no alterar la, aún cuando sentía que sí seguía así en verdad le arrancaría la mano.—Te arrancarme la mano y lo que tienes entre las piernas y ni así sentirás lo que yo estoy sintiendo. —Dijo en un tono agresivo.Bruno se puso pálido al imaginarse que hacía lo que le había dicho, instinti
Bruno y Nicole disfrutaban de su luna de miel, a Dante y a Sophie casi no los habían visto, habían recorrido gran parte de la bella isla, les parecía estar completamente en otro mundo, maravilloso y pacífico.—La isla de los dioses, ahora sé porque la llaman de ese modo. —Dijo Bruno parado en la playa, observando las hermosas aguas turquesas, estaba descalzo sobre la suave arena, aquel lugar era un paraíso en la tierra.Nicole jugaba en el agua, se le figuró una n**a pequeña, recogía algunas conchas, cuando tenía varias las devolvía al mar.—¿Qué haces? —Preguntó divertido.—Observando estás pequeñas conchitas, todas tienen algo diferente. —Bruno la observó, él las vio todas absolutamente iguales.Se acercó a ella y besó su cuello, mientras una coqueta sonrisa se dibujaba en sus labios.—¿Qué te parece si dejamos para mañana nuestro viaje a Ubud? —Preguntó esperando que aceptará su propuesta.—¿Qué planes tiene usted para hoy señor Leone? —Contestó con una sonrisa, haciendose la desen
Bruno no podía creer lo que estaba viendo, la mujer de su vida se encontraba frente a él del brazo de su hermano, pensó que quizá era una mala broma que el destino le estaba jugando.—¿Qué está pasando aquí?. —Preguntó completamente desconcertado.Gritó desesperado, esperando que aquello fuera una pesadilla —¿qué es todo esto?Su hermano al verlo se acercó sonriente sin saber lo que estaba pasando. —Para Dante era una completa sorpresa ver ahí a su hermano, les había dicho que no podría asistir.—Hermano, por fin has vuelto. —Dijo con una gran sonrisa, acercándose a él para abrazarlo.La chica lo miró desconcertada, no podía creer que él se encontrara ahí, por su cara pasaron miles de colores y después se quedó completamente pálida.—Bruno, no es lo que crees, deja que te explique. —No podía creer que estaba frente a ella, jamás creyó verlo ahí.—¿Qué demonios vas a explicarme? Que mientras te esperaba en Italia para casarnos, estas aquí comprometiéndote con mi hermano.La tomó por e