Leandro recorrío varias ciudades de Italia, habían investigado en los aeropuertos, Deborah y el n**o no habían salido del país, una mujer como ella tendría que estar escondida donde estuviera rodeada de lujos, el helicóptero lo habían encontrado abandonado en las afueras de Milán.—¿Qué demonios pretendes llevando a Santi contigo Deborah? —Leandro se hacía la misma pregunta una y otra vez, por amor seguramente no era, esa mujer solo se quería a ella misma.Sergio por su parte estaba como loco buscándolos, no tenía con que chantajear a Bruno y a Nicole por lo que creía que en cualquier momento podrían actuar contra él, debía de darse prisa o perdería todo, incluso su libertad.Bruno contrato a los mejores abogados, ellos recomendaron poner la denuncia sobre el secuestro del n**o, de mostrarían que Nicole firmó los documentos estando bajo coacción, Coswell seguía bajo la protección de Gío y Rina, estaba dispuesto a declarar en contra de Sergio, así también podrían demostrar que Rina le
Sondra se quedó parada observando como todos abrazaban a Nicole, ¿porqué ella lo tenía todo? Tenía padres que la amaban y el amor de Bruno, eso no lo consideraba justo.Salió del hospital con la cabeza agachada, sus lágrimas se fundían con la lluvia que había vuelto a caer de nuevo, el ruido que se escuchaba aseguraba que una tormenta eléctrica estaba por comenzar, estaba segura que el cielo se compadecía de su situación, pues parecía que lloraba y que sentía la misma furia que ella.Caminó por algún tiempo, afortunadamente el hospital se encontraba en la misma área que la casa de sus padres, así que después de una hora se encontraba frente al enorme portón de entrada de la propiedad, llamó por el interfono para que le permitieran entrar, minutos después dos personas del servicio abrieron la pequeña puerta lateral y dejaron fuera sus maletas, sin decir una palabra se dieron la vuelta, se quedó un rato ahí parada observando su equipaje.Después empezó a caminar, tenía que avanzar con u
Dante y Sophie habían aplazado el bautizo de la pequeña Danna, decidieron quedarse con Bruno y Nicole, ellos los necesitaban más que nunca, habían pasado por tanto.La pequeña hacía los días de la pareja más llevaderos, Bruno no permitía que Nicole hiciera absolutamente nada, contrato nuevo personal para que la atendieran, ese día Leandro se comunicó con él.—Aló.—Bruno, aún no he podido encontrar pista alguna que me lleve hacia tu madre y Santi.—Esa mujer no es mi madre, así que te pido de favor que no te refieras a ella de esa manera. —Bruno se exaltaba cada vez que alguien le recordaba que esa mujer era su madre.—Lo siento, no volverá a ocurrir, he investigado, ni mi padre ni esa mujer han abandonado el país, tengo gente infiltrada vigilando en los aeropuertos cercanos, seguiré buscando aunque en verdad es como buscar una aguja en un pajar, saben cuidarse muy bien las espaldas para no ser descubiertos.—Lo sé, por más que pienso no tengo ni idea en donde puedan estar, esa mujer
Bruno guardo silencio por un momento antes de comenzar a hablar, en ese momento tenía el impulso de salir corriendo de ahí.—¿Recuerdas las fotografías que viste publicadas? Aquellas donde nos encontrábamos en una cama.—Cómo olvidarlas, las tengo muy grabadas, ¿qué hay con ellas?—Ese día fue cuando nos conocimos, antes nunca nos habíamos visto.—¡Imposible! Yo no soy así o al menos no lo recuerdo, debe haber un error o estas mintiendo.—No hay ningún error ese día alguien colocó un afrodisíaco en mi bebida, subí a una habitación y tu entraste poco después engañada por Sondra, ella cerró con llave la habitación, ella pensaba que era la habitación de Leandro.—¿Pero porque lo haría si Leandro es mi hermano? —No entendía nada, cada vez se sentía más confundida.—Más adelante te contaré esa parte, ahora escucha tranquila por favor, yo creí que todo era un plan tuyo para lograr que me casara contigo, Sondra entró con varios reporteros al otro día por la mañana, después de que se publicar
La madre de Shelsy se recuperaba poco a poco bajo sus cuidados, se encontraban en su habitación, mientras su madre se bañaba, Shelsy preparo el desayuno y lo subió a la habitación, había prometido que desayunarian ahí las dos, estaba colocando la charola con la comida en la mesa cuando escucho risas que provenían desde el patio, al asomarse por la ventana observó que eran su padre y Sondra.Sondra aprendía a andar en bicicleta mientras su padre la sostenía, verlos de esa manera no le agrado, algo dentro le indico que no estaba bien aquello, después descartó los malos pensamientos, quizá estaba viendo cosas donde no existían, su padre la enseñaba a andar en bicicleta, solo eso, se repitió una y otra vez así misma.La mesa estaba pegada a la ventana, por lo que su madre al sentarse también escucho lo que pasaba, vio que puso su atención en el jardín.—Me da gusto que ya te sientas mejor mamá, me quedaré hasta que te recuperes. —Intentaba distraerla, por la cara que tenía se veía que tam
Entre Bruno y Nicole las cosas parecían mejorar, ese día él decidió hacer ejercicio antes de irse a la oficina, más que por estar preocupado por su físico, lo hacía para distraer su mente, sentía que pronto enloqueceria, deseaba ir a buscar a su hijo, pero Leandro tenía razón, no tenía caso si no tenían alguna pista sobre donde hacerlo, cuando lo tuvieran ubicado, saldrían hacia allá inmediatamente.Salió del cuarto de ejercicios, se encontró a Nicole en el pasillo, ella lo escaneo con la mirada, lo hizo descaradamente.—¿Ves algo que te guste? —Preguntó con una sexi sonrisa sobre sus labios.—Mucho. —Contestó sonriendo, él le devolvió una sonrisa coqueta.Entraron en su habitación, Nicole se sentía bonita con lo abultado de su vientre, él se encargaba de decírselo todos los días, era agradable escuchar todos sus halagos.—Te ves preciosa, ¿nos bañamos juntos?— Le sonrió con una sonrisa pícara en su rostro.—Jajaja no cambias, vamos.Estaban haciendo de bañarse juntos una costumbre, d
Shelsy se quedó ahí parada, estaba petrificada deseaba decirle que esperaba un hijo suyo, pero no pudo hablar, intento contener las lágrimas que empezaron a salir sin que pudiera evitarlo, tan sólo lo observó alejarse en silencio mientras lloraba, Endra se acercó en ese momento.—¿Le has dicho? —Le preguntó al ver el estado en el que estaba pensó que no le había agradado la noticia de su embarazo, si era así, en ese mismo momento iría a enfrentarlo.—No he podido, no quiere volver a saber de mi mamá, no pienso obligarlo a estar a mi lado, si es necesario cuidare a mi bebé yo sola.—El problema aquí es que le dirás a tu papá, cuando se entere se irá sobre Leandro.—Ya veré que le digo, por favor tu no le digas nada, no me siento preparada para enfrentarlo en este momento.Endra no entendía que pasaba por la cabeza de su hija, Leandro tenía derecho a saber que tendría un hijo, si no se lo decía lo haría ella, ese n**o tenía que crecer con él amor de su padre.Leandro regresó a Milán en
Sara observaba complacida a la pareja, no dejaban de demostrarse el amor que se tenían.—Faltan tan solo un par de meses para que tengamos en nuestros brazos a nuestro bebé, se que Santi pronto estará con nosotros y nuestra felicidad será completa. —Exclamó Bruno para después tomar la mano de Nicole y depositar un beso en ella.En Italia, uno de los hombres de Sergio recibía una llamada.—Señor, le llaman, es uno de los hombres que huyó con la señora Deborah.Sergio se acercó de prisa, sonreía satisfecho, sabía que ofrecer una gran cantidad por Deborah funcionaría.—Pronto. —Contestó mientras se sentía inquieto.—Señor.—Lazarus que bien que has decidido llamarme, dime ¿en donde está esa maldita zorra? Sabes que te recompensare muy bien.—Transfiera la cantidad que ofrece a mi familia y le diré donde podrá encontrarla.—Envía el número de cuenta a Sandro, él hará la transferencia de inmediato, si me mientes tu familia pagará las consecuencias, sabes que puedo ser muy cruel cuando me l