Habían pasado tres años desde que llegaron a Italia, Leandro era un hombre muy ocupado, Nicole trabajaba con él en su empresa como su asistente personal, a pesar de ser un hombre muy ocupado, se daba tiempo para Nicole y para el bebé, los ramos de rosas rojas seguían llegando a la casa diariamente sin falta.Ella pensaba que a pesar de que no había sido la manera correcta de empezar, pues lo que hizo no era correcto, pero se sentía muy bien con él, la hacía sentir segura, era tan diferente a Bruno, a quien aún no podía sacarse de la cabeza, a pesar de todo lo amaba, se recriminaba constantemente por ser tan tonta.Leandro se había convertido en alguien muy importante en la vida de Nicole y en la de su hijo, en ese tiempo él no había intentado obligarla a estar con él, su relación era más de amigos, estaba dispuesta a intentarlo todo por su hijo, suanera de acercarse a ella no había sido la correcta, a pesar de todo sentía que valía la pena.Él insistió en hacerle una gran fiesta de cu
Bruno salió de ahí hecho una furia, Nicole estaba segura de que los mantendría vigilados, no deseaba regresar a su lado, pero tampoco deseaba que la alejara de su hijo, él era capaz de eso y más, tenía demasiado poder y conexiones, alejarse de Leandro sería muy difícil para ella y para su hijo, el n**o lo veía como si fuera su padre, Leandro la abrazo pidiéndole que no tuviera miedo.—Yo te protegeré, no temas, no permitiré que te haga daño, estaré contigo en todo momento.—Gracias, es solo que Bruno tiene demasiado poder, además es un hombre que no tiene sentimientos, no se toca el corazón para hacer daño.Pasaron cuatro días, Nicole se encontraba en su habitación, tenía que darle una respuesta a Bruno, no estaba tranquila pensando que hacer, escucho que llamaban a su puerta, al abrir, era Leandro que como todos los días le llevaba un ramo de rosas, le entregó el ramo y le regalo esa hermosa sonrisa que ella le encantaba y no se hacía a la idea de no volver a ver.Tenía la casa compl
La pareja se sentía muy nerviosa, su atención se encontraba completamente puesta sobre el médico, Leandro sudaba copiosamente, trataba de mostrarse tranquilo frente a Nicole, tenía tanto miedo de perderla, amaba a Santi como si fuera su hijo, simplemente no quería ni podía perderlos, la voz del médico lo sacó de sus pensamientos, volteó a verlo muy atento mientras contenía la respiración.—Teniendo en cuenta la estructura genotípica de la madre, de la presunta madre y de la distribución de los presuntos marcadores analizados, ha concedido un índice de maternidad de 56.701.235 y una probabilidad de maternidad de 99.998234.1%Se voltearon a ver completamente confundidos, no tenían ni idea de qué significaba aquello.—¿Qué significa eso doctor? —preguntó Leandro.—Qué corresponde a una maternidad prácticamente probada, es el mismo resultado para ambos casos.Leandro soltó la mano de Nicole y cubrió su rostro con sus manos, las lágrimas brotaron sin que pudiera detenerlas, su pequeña de g
René temblaba ante la furia que sentía, no podía creer que su hijo fuera capaz de maltratar y humillar a una mujer de la forma en que lo hizo con Nicole, pensó que lo había educado correctamente, pero tristemente veía que se había equivocado, él nunca se había atrevido siquiera a alzarle la voz a su mujer, no sabía a dónde había visto ese ejemplo, ni a Deborah le había gritado a pesar de todas las cosas que hacía cuando vivían juntos.—Sobre maltratar a una mujer ¿Has visto en mí ese ejemplo? No entiendo en qué estabas pensando, así no te eduque.—¡Vaya! Por lo visto Nicole ya te fue con el cuento, se había tardado en hacerlo. —Dijo mientras esbozaba una sonrisa burlona.—No fue Nicole, fueron sus padres, sabes que tengo una amistad de muchos años con Noah, y Gío Rossano es un hombre con mucho poder y amistades que pueden ser una piedra en el zapato si se lo proponen.—Lo que pasó entre Nicole y yo, nos concierne solo a nosotros, nadie más tiene porque meterse en nuestra relación, si
Nicole se sentía feliz de ver que su hijo se estaba adaptando rápidamente a su familia, iba de unos brazos a otros, todos estaban encantados con él, comieron entre risas y bromas, por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente libre.Después de un rato, escuchó sonar el timbre, Nicole se paró y se dirigió hacia la puerta para ver quien era, al abrir se sorprendió, ahí estaba Bruno parado frente a ella, tenía los brazos cruzados sobre su pecho, traía puesta una camisa color blanco, con las mangas arremangadas y unos jeans, ella lo recorrió con la mirada, se dio cuenta de que seguía despertando en ella las mismas emociones, aclaró su mente para poder hablar.—¿Qué haces aquí?—Vine a conocer a mi hijo.—No creo que sea el momento, necesito hablar con Santi para explicarle las cosas.—¡Santi! Escogiste un hermoso nombre para nuestro hijo, hablaremos con él de una vez, no estoy dispuesto a esperar ni un solo día más ¿lo haces conmigo o lo hago yo solo? —Estaba decidido, quería conoce
A Bruno le causó gracia verla sonrojarse de esa manera, había sido muy evidente su mirada, pero no pudo evitarlo, sus pechos ahora eran mucho más grandes, así también sus caderas, eso hacía ver su cintura realmente estrecha, se había convertido en una mujer que llamaba la atención allá a donde iba, sabía que sería difícil volver a conquistarla, pero no imposible, su hijo y ella eran su familia y los quería con él.Por la tarde, Dante entró a su oficina, Bruno lo notaba raro, ya no se iba de juerga como antes, ni había visto desfilar mujeres por su oficina, por más que le preguntaba, no lograba que le dijera que estaba pasando, algo se traía entre manos y Bruno estaba decidido a averiguarlo.—Hola hermano, ¿terminaste los documentos para la junta de mañana?.—Así es, ¿presentarás a Nicole como la nueva jefa del departamento de diseño?—Preguntó interesado, en verdad la apreciaba y seguía considerándola su cuñada.—Sí, lo haré mañana durante la reunión, se que pronto demostrará que se m
Nicole se sentía sumamente molesta por la actitud infantil de Bruno, aquello no le parecía para nada gracioso, se levantó de donde estaba y se dirigió a él de manera cortante.—No veo la gracia por ningún lado.—Bruno parecía un n**o riendo de esa manera.—Lo siento mucho, para mí fue muy gracioso ver tu cara y la de Dante, eran dignas de fotografía jajaja, la verdad fue algo épico.—¿Para que me llamaste? —Dijo muy seria, él intentó recomponerse.—Mañana habrá una junta, te presentaré ante los directivos, así que prepárate porqué hablarás al frente y lo más seguro es que te bombardearan con preguntas para estar seguros de que estás capacitada para ocupar el puesto, yo se perfectamente que lo estás, pero debes demostrarselo a ellos.—Está bien, soy muy buena hablando, así que no considero que será un problema.—Perfecto, entonces nos vemos mañana, bajaré un rato con mi hijo, antes de que se vayan.—Deseaba con el alma poder ganarse el amor de Santi.Nicole aún no se acostumbraba a que
Nicole abrió enormemente los ojos ante la desfachatez de ese hombre, lo empujó, después se levantó rápidamente.—Bruno tenía la capacidad de sacarla de sus casillas muy fácilmente..—Déjate de juegos, intentaba despertar a Santi para darle el medicamento, se movió bruscamente y he perdido el equilibrio.—Está bien, pero no te enojes —Dijo alzando ambas manos en señal de rendición, no podía evitar reír, se divertía al ver como ella se sonrojaba fácilmente.—Yo creo que ya es hora de que te marches. —Dijo muy seria.El pequeño se despertó en ese momento, Nicole se apresuró a darle el medicamento.—He pedido que me traigan ropa para irme de aquí a la oficina, solo me presentare en la reunión y regresaré para estar con mi hijo. —Estaba preocupado por la salud del n**o, de ninguna manera aceptaría no acompañarlos a la consulta médica.Nicole lo miraba con el ceño fruncido, pero al ver la manera en que su hijo se aferraba a su padre, no pudo negarse, los problemas eran entre ella y Bruno,