Nicole abrió enormemente los ojos ante la desfachatez de ese hombre, lo empujó, después se levantó rápidamente.—Bruno tenía la capacidad de sacarla de sus casillas muy fácilmente..—Déjate de juegos, intentaba despertar a Santi para darle el medicamento, se movió bruscamente y he perdido el equilibrio.—Está bien, pero no te enojes —Dijo alzando ambas manos en señal de rendición, no podía evitar reír, se divertía al ver como ella se sonrojaba fácilmente.—Yo creo que ya es hora de que te marches. —Dijo muy seria.El pequeño se despertó en ese momento, Nicole se apresuró a darle el medicamento.—He pedido que me traigan ropa para irme de aquí a la oficina, solo me presentare en la reunión y regresaré para estar con mi hijo. —Estaba preocupado por la salud del n**o, de ninguna manera aceptaría no acompañarlos a la consulta médica.Nicole lo miraba con el ceño fruncido, pero al ver la manera en que su hijo se aferraba a su padre, no pudo negarse, los problemas eran entre ella y Bruno,
En el consultorio del pediatra, Santi estaba renuente a ser revisado, aunque ya conocía a su médico, no era de su agrado, sobre todo al ver que siempre le sonreía a su mamá de una manera que le parecía boba.—Hola Santi, esta vez revisaremos tu garganta ¿podrías abrir tu boca? Si lo haces, te daré un caramelo. —Dijo el médico, quien sonreía como siempre.—No. —Contestó el pequeño, mientras cruzaba sus brazos a la altura de su pecho, demostrando así que aquello no era de su agrado.—Vamos Santi, abre un poco tu boca para que el médico revise tu garganta.—Pidió Nicole apenada por el comportamiento de su hijo.Bruno pudo notar de qué manera veía el joven médico a Nicole, eso le molesto por lo que instintivamente también cruzó los brazos a la altura de su pecho.Al observarlos de aquella manera, Nicole se dió cuenta de que su hijo era una copia fiel de su padre,—Anda hijo, permite que el médico te revise la garganta, para poder así irnos de aquí, sino lo haces, nos tendremos que quedar.
Bruno escuchó la confesión de Nicole, estaba seguro que lo que decía era verdad y no un simple delirio producto del estado en el que se encontraba, escucharla decir que lo odiaba le provocó dolor, pero entendía, lo que él sentía no era nada comparado con lo que ella debió sentir cada vez que la humillaba.Intentó tranquilizarla, pero era imposible, ella lloraba, un rato después tuvo que orillarse, Nicole tenía arcadas, abrió la puerta del auto y sostuvo su cabeza mientras ella vomitaba, para su mala suerte sus zapatos fueron cubiertos de algo extraño, sacó una botella de agua, limpio la cara de Nicole con un paño húmedo, le dio a beber una poca de agua para que enjuaguara su boca y después limpio sus zapatos.Decidió llevarla a su mansión, su estado era inconveniente y no quería que su hijo viera a su madre así, llamó a Sara para avisarle la situación, al llegar, la tomó de nuevo entre sus brazos, la llevó hasta su habitación y la colocó delicadamente sobre la cama, le quitó los zapat
Nicole bajó más tarde, Sara había dado de cenar a Bruno y a Leandro, en realidad ella bajó porque pensó que ya se habían marchado.—Que bien que bajas, te estaba esperando para despedirme, estaré un tiempo en la ciudad, espero que podamos salir de nuevo antes de que regrese a Italia.—Claro que sí Leandro, por cierto, muchas gracias por las rosas.Leandro solo sonrió, se despidió de ella con un beso en la mejilla y salió, Bruno observaba la escena atentamente, se encontraba sentado sobre un sillón en la sala, cuando Leandro salió, él se acercó a Nicole.—Imagino que es difícil para ustedes vivir algunos años como pareja y de pronto tener que acostumbrarse a verse como hermanos. —Lo dijo utilizando un tono que a Nicole le pareció sarcástico.—Eso es algo que a ti no te debe importar, pero como quiera para satisfacer tu gran curiosidad te lo diré, entre Leandro y yo no paso nada de lo que nos tengamos que arrepentir, no voy a negar que empezaba a enamorarme de él, que ya me imaginaba to
Dante platicaba amenamente con Nicole en el pasillo frente a la oficina de ella, se estaban riendo sobre la broma que había hecho Dante a su hermano, sabía que para ese momento debería de estar hecho un energúmeno.—DANTE a mi oficina. —Nicole y Dante se sobresalta ron al escucharlo, enseguida voltearon a ver al ogro que se acercaba a ellos.—Buenos días también para ti Bruno.—No contestó solo se le quedó viendo de mala manera cuando pasó junto a ella, sentía que su cabeza estaba por fragmentarse en mil pedazos.—Hermanito, buenos días. —Lo saludo sonriente como siempre.—No te hagas el gracioso Dante, a mi oficina ahora.—Como ordene jefe. —Contestó Dante, haciendo un saludo militar que hizo reír a Nicole, mientras Bruno entraba en su oficina.—Nos vemos cuñadita, voy a bajarle un poco los humos al ogro. —Le guiño un ojo, para después entrar en la oficina de su hermano.A nicole le agradaba mucho Dante, aunque le seguía preocupando que llegará a dañar a Sophie, ese día Sondra llegó
Nicole estaba arrepentida por decirle a Leandro lo que Bruno dijo, ahora se sentía preocupada porque temía un problema entre ellos.Por la mañana, Leandro llegó a la oficina de Bruno, trataba de mantenerse calmado de lo contrario le impedirían pasar, Bertha lo anunció, a Bruno le extrañó su visita, pero le pidió pasar.—De Santis, ¿a qué debo el honor de tu visita? —No imaginaba que Nicole le había dicho.Bruno recibió como respuesta un fuerte golpe en la mandíbula que lo tomó desprevenido, se tambaleo un poco, pero logró equilibrarse, respondió con un fuerte golpe al estómago de Leandro, Bertha entró para ver qué sucedía, llamó de inmediato a seguridad, los guardias llegaron y lograron separarlos.—¿Qué demonios te sucede De Santis? Eres un maldito loco, como te atreves a venir aquí a golpearme.—Tienes el descaro de preguntar qué es lo que sucede, le mentiste a Nicole para ponerla en mi contra, eres un desgraciado cobarde.—Solo dije lo que Sondra a dicho, tu le pagaste para que lle
Por la mañana, Nicole se levantó muy temprano, quería prepararle a su hijo su desayuno favorito, panqueques con miel y manzana, se apresuró a prepararlos, en cuanto estuvieron listos, subió por Santi que ya estaba listo, lo bajó en brazos mientras depositaba muchos besos en su pequeña mejilla, el timbre de la puerta sonó, Sara se apresuró a abrir, era Bruno, Nicole se sorprendió al verlo ahí.—Buenos días.—Papá ¡qué bien que has venido! —Santi corrió a abrazarlo.—Hola hijo, me gustaría llevarte al colegio, si tu mamá me lo permite.—¿Puedo ir con papá? —Nicole pudo ver ilusión en los ojos de su hijo.—Esa hermosa sonrisa me ha convencido, termina tu desayuno y ve con papá, Bruno, ¿Puedo hablar contigo un momento?—Claro.Nicole se dirigió hasta el estudio, Bruno la siguió, al entrar, Nicole cerró la puerta.—No quiero parecer demasiado estricta, pero te pido que antes de venir a ver a Santi, me avises primero por favor, puedes salir con él cuando quieras y llevarlo al colegio, siemp
Amadeus Richter, era un empresario reconocido a nivel mundial, dueño de una de las cadenas hoteleras de mayor renombre, los hoteles Richter eran de calidad 5 estrellas, el hombre apostaba por un desarrollo ecológico y amigable, eso es lo que había interesado a Nicole, durante el estudio de su carrera había analizado varios proyectos relacionados con el diseño de esos hoteles, si no hubiera firmado el contrato con Bruno, sin duda hubiera aceptado la propuesta de trabajo del señor Richter, no cualquiera podría tener una oportunidad así.Bruno estaba visiblemente celoso, estaba dudando si era el momento adecuado para divorciarse de Nicole, hacerlo sin duda sería como lanzarla a los brazos de ese playboy ruso, porque eso es lo que era ese tipo, después de salir de la oficina de Nicole, Bruno fue directo a su computadora para investigar un poco más sobre quién era el hombre que intentaba alejar a Nicole de su lado.—Así que Amadeus Richter, uhmmm tiene todo un historial de conquistas alred