Regina

Me despierto de un salto cuando los recuerdos de lo que sucedía aparecen de golpe frente a mí. Miro a mi alrededor notando que estoy en el cuarto de Nikolay. Mis ojos se encuentran con los suyos un momento después. Él está sentado junto a la ventana, en una silla con lo que parece un vaso de licor a medio beber colgando sobre el brazo del asiento.

—Mi bebé…

—Todo está bien — dice antes de que pueda terminar la frase — , el doctor te dio unos calmantes para el dolor y dijo que tu presión arterial subió, pero que no era riesgoso.

¿Nada era riesgoso?

Bajo de la cama, para ir hasta él, veo la muñeca lastimada de mi brazo e intento no mirar a ella. Las lágrimas que juntan en mis ojos me hacen difícil ver su rostro con claridad, pero lo consigo después de unos minutos.

—No sé quién sea esa mujer, pero deberías aclararle que yo… — carraspeo — : que solo soy un medio para un fin — me cruzo de brazos — , te dije que podrías hacer cualquier cosa conmigo siempre y cuando mi bebé estuviera