Nikolay

Observo a la chica que come tranquilamente junto a mí en la cama, mi cuerpo reacciona al simple hecho de su silueta cubierta por la manta. Me siento como un adolescente, pero eso no me aleja del hecho de que quiero seguir aquí tanto como sea posible.

—¿Quieres un poco? — dice la mujer que realmente no puedo comprender del todo —, puedes comer también, no solo necesitas mirarme — aleja sus ojos de mí — : sigo esperando una respuesta.

Me muevo incómodo ante esas palabras, incluso si conseguí que comiera, pero no sé cómo le diré lo que realmente significa esa marcha en su pierna. Mi cuerpo reacciona al recuerdo de la forma dulce en que besé ese dulce lugar. Ni siquiera puedo creer que lo hiciéramos de una forma tan espontánea.

Regina deja su plato vacío sobre la bandeja. La coloca en la masa de noche junto a su lado de la cama y a pesar de que solamente está envuelta en la sábana me mira con determinación.

—Ya terminé de comer, dame una respuesta ahora Nikolay — aleja sus ojos de