Regina

Dos meses después

Paso una mano por mi vientre cada día más inmenso y dejo que el cálido resplandor del sol siga acariciando mi piel. No es realmente muy fuerte, pero es agradable estar sentada en la terraza con mis pies sobre un cómodo sofá mientras el pequeño Kev dibuja algo sobre el suelo de esta terraza interior.

Suspiro mirando a los cuatro guardias que charlan a unos metros en la entrada trasera de este lugar, me digo que me he acostumbrado a estar aquí después de todo e incluso he llegado a sentirme realmente más libre de lo que lo he estado junta.

Nikolay ha estado demasiado ocupado estos meses, por alguna razón recibe llamadas a mitad de la noche o se marcha por días a algún lugar. Sé que no va con otra mujer porque ese chico que duerme aquí dos noches a la semana se queja de lo difícil que está siendo trabajar con Nik como lo llama él.

—Kev—llamo la atención del niño — , ¿Quieres algo de comer?

Mis palabras hacen al niño reír ligeramente, hace eso siempre que digo de