Ángel se quedó embelesado en la mujer que tenía frente a él, ella era realmente hermosa y por ese motivo lo tenía completamente loco en el pasado. Él pudo recordar lo tierna y cariñosa que solía ser, eso era lo que más le atraía de ella, siempre pensando en una solución para todo y olvidándose hasta de sí misma para poder ayudar a otro. Esta mujer frente a él era completamente diferente a la del pasado, tenía oculta toda la dulzura y ternura que la caracterizaba.

-Ángel ¿estas escuchándome? – preguntó Katerin al verlo sumergido en sus propios pensamientos.

-Claro – dijo él con suavidad, por algún motivo siempre que se dirigía a ella lo hacía de esa forma, siempre trataba de hablarle lo más amable posible – solo pensaba en que necesitas una ayuda idónea, deberías casarte con un hombre que sepa llevar bien los negocios.

-Si justo eso es lo que pienso hacer – dijo ella de una manera muy coqueta. De hecho, ella habia vuelto al país porque ya su padre quería pensionarse, pero no era capaz