Juan estaba bastante furioso, simplemente no podía creer que de todos los hombres del mundo Amelia habia decidido formar una relación con alguien como Ángel Andújar.- ¿Acaso Amelia se volvió del todo loca? – preguntó Juan con su bocesota a todo volumen.-Cálmate Juan, no debemos sacar conclusiones sin antes hablar con Amelia - dijo Karen guardando una mínima esperanza de que todo sea un simple chisme.-No puedo, es que no quiero ni siquiera imaginar a mi nieta saliendo con ese hombre, él es un psicópata perverso que fue capaz de secuestrarla y maltratarla durante mucho tiempo, sin hablar de que la compró como si se tratara de un simple objeto – dijo Juan y mientras más pensaba en esas cosas más se enojaba.-No la maltrató, digamos que la retuvo en contra de su voluntad durante un tiempo – aclaró Karen.- ¿Qué? ¿ahora estas de su parte? ¿acaso lo estas defendiendo? – Juan estaba bastante indignado en ese momento, que Karen defendiera a Ángel era lo que menos se habia imaginado, la ult
- ¿Señor Andújar es usted quién ha organizado una fiesta tan importante para la inauguración de esta nueva galería? – preguntó una osada reportera.-Pues mi novia es lo suficiente eficiente por lo que se encargó solo ella de organizar esta gran inauguración.Dichas esas palabras Amelia y Ángel avanzaron al interior de la galería sin necesidad de que Amelia dijera ni una sola palabra.Katerin y sus padres habían presenciado toda la entrevista en vivo y directo, aunque Amelia y ella no eran amigas toda la alta sociedad fue invitada a la gran inauguración que estaba a nombre de Amelia Rodríguez quien era una completa desconocida, pero también figuraba el nombre de Eric Duncan quien habia sido el responsable de que todos quisieran acudir al lugar. Katerin se sentía en realidad frustrada al parecer su plan para separar a Amelia y Ángel solo los habia unido más.- ¿Qué diablo fue eso papá? – preguntó Katerin furiosa, ella tenia ganas de llorar por la impotencia en ese momento, aunque de nin
Habían pasado seis meses desde que Amelia habia abierto su galería, ella se habia convertido en una leyenda en la alta sociedad. Todos la admiraban por su gran arte, Amelia pintaba con pasión, sus cuadros reflejaban felicidad y serenidad, sin dudas siempre producían placer a la vista.Amelia estaba en su estudio mientras realizaba un hermoso dibujo de la ciudad durante las horas nocturna. Lo increíble era que Amelia pintaba solo lo que estaba en su recuerdo, hacia un hermoso día y ella tenia una hermosa vista al mar, sin embargo, en ese momento se sentía inspirada con la noche.En su cuadro se reflejaba un alto barcón que se veía por encima de los demás edificios de la gran ciudad. En el barco habia una mujer de espalda que lucia un vestido rojo con una gran cola y hermoso escote. El cabello de la mujer estaba recogido con una alta cola y ella sostenía una copa con vino en su mano derecha. La mujer parecía muy concentrada observando la hermosa ciudad que yacía bajo la luz de la luna q
Amelia seguía sin palabras, todo lo que estaba viendo en ese momento parecía más de lo que ella podía procesar. Ella pudo ver la angustia en los ojos de Ángel mientras la miraba de una manera casi suplicante.Sin saber que más podía hacer Amelia fue por su bolso para salir de la casa de Ángel de inmediato.-Amelia por favor escúchame – dijo Ángel al deducir lo que Amelia pretendía hacer – no puedes irte así no más, todo esto tiene una explicación.-Oh claro, yo estoy completamente segura de que Amelia sabe muy bien cual es esa explicación, no hay ninguna necesidad de recorrer a los detalles – dijo Lidia mientras dibujaba una sonrisa sarcástica.Ángel ignoró las palabras de Lidia y se apresuró a alcanzar a Amelia quien habia corrido a la habitación de Ángel donde se encontraba su bolso.-Por favor escúchame – dijo Ángel entrando después de ella y serrando la puerta detrás de él, de ninguna manera la dejaría ir sin antes explicarle todo eso.-A ver, te escucho – dijo ella mientras respi
Clemente estaba recostado en su sofá disfrutando de la lectura de un libro, tenía una ropa cómoda de dormir y su cabello aun estaba húmedo. Ese era uno de esos días en los que Clemente se quedaba en casa a disfrutar de su sola compañía. La paz predominaba en el hogar de Clemente en ese momento mientras tomaba un exquisito vino y leía uno de sus libros favoritos. De repente su serenidad fue perturbada por los fuertes golpes sobre su puerta de entrada.Clemente levantó la mirada y sintió el instinto de no hacer ruido para que la persona que tocaba finalmente se fuera. Sin embargo, la persona del otro lado de la puerta parecía ser más fuerte que él por lo que no dejó de tocar persistentemente.Después de un rato sin poder concentrarse en su actividad Clemente decidió ir a abrir la puerta, pero el disgusto seguía evidente en su rostro.-Con razón insistía – dijo Clemente cuando abrió la puerta y se encontró con el cuerpo de Ángel frente a él. aunque, su ropa parecía relajada, su rostro se
Amelia llegó a la oficina de Wanda sintiéndose desconsolada, ella en verdad no podía asimilar que Ángel haya tenido una bebé con la malvada de Lidia.-No me digas, trataré de adivinar yo misma – dijo Wanda parándose de su silla en cuanto vio que Amelia entró a la oficina – Ángel resultó ser el padre de la hija de Lidia.-Si, yo misma vi el resultado de la prueba y resulta que él es el padre biológico de la niña – dijo Amelia – no sé cómo se puede hacer un bebé sin querer.-Se me ocurre algunas formas en este momento amiga, por favor no permitas que las emociones te ganen – dijo Wanda quien tenía la mente más fría que Amelia por lo que usaba un mejor razonamiento – dale a Ángel el beneficio de la duda, quizás es cierto que estaba borracho y en ese caso no es culpable de nada. Además, ustedes no estaban juntos aun en ese tiempo.- ¿Tu de qué lado estás? – preguntó Amelia furiosa, no podía creer que Wanda estuviera defendiendo a Ángel de esa manera.-Pues estoy de tu lado y justo por eso
Ángel no se sentía de buen humor, necesitaba un tiempo a solas consigo mismo por lo que decidió viajar a su casa en la playa. Siempre que se sentía solo Ángel se sentía bien estando en aquella casa donde habia sido más feliz durante su niñez.En la terraza vista al mar de su hermosa cabaña Ángel yacía sentado observando el horizonte con un vaso de wiski en su mano. Por su mente solo rondaba una cosa y era la idea de que tenia que recuperar al amor de su vida. De ninguna manera él se daría por vencido de una manera tan fácil, Amelia era suya y nunca permitiría que anduviera por el mundo sin él.Todo estaba extremadamente quieto, Ángel solo podía escuchar el dulce sonido de las olas del mar golpeando sobre la arena. Esa tranquilidad, esa calma solo podía brindársela ese lugar siempre que no estaba con Amelia. De repente se escuchó un ruido en la casa, pero Ángel no solía perturbarse con nada, sobre todo porque siempre habia una persona que se encargaría de su cuidado.Era cierto que Áng
Wanda estaba impactada mientras miraba lo que estaba frente a sus ojos en ese momento. El ambiente estaba encantador, aunque Clemente siempre le preparaba hermosas sorpresas, ese día se habia esmerado un poco más. Preparó la comida favorita de Wanda y creo el ambiente más romántico que ella había visto, además de eso él lucia muy elegante con su traje hecho a la medida color azul que combinaba a la perfección con sus ojos.Wanda agradeció haber llevado a ese encuentro un hermoso vestido de diseñador color rojo completamente ajustado al cuerpo. Cuando Clemente la invitó a cenar esa noche ella pensó que irían a un elegante restaurante como lo tenían por costumbre, sin embargo, Clemente tenía algo mucho más especial planificado para ellos.- ¿Te gusta? – preguntó Clemente al notar que ella se había quedado sin palabras.- ¿Qué si me gusta? Clemente tú eres el novio más maravilloso que puede existir sobre la fax de la tierra – dijo Wanda y luego se acercó a él y pasó sus brazos por encima