Clemente estaba recostado en su sofá disfrutando de la lectura de un libro, tenía una ropa cómoda de dormir y su cabello aun estaba húmedo. Ese era uno de esos días en los que Clemente se quedaba en casa a disfrutar de su sola compañía. La paz predominaba en el hogar de Clemente en ese momento mientras tomaba un exquisito vino y leía uno de sus libros favoritos. De repente su serenidad fue perturbada por los fuertes golpes sobre su puerta de entrada.Clemente levantó la mirada y sintió el instinto de no hacer ruido para que la persona que tocaba finalmente se fuera. Sin embargo, la persona del otro lado de la puerta parecía ser más fuerte que él por lo que no dejó de tocar persistentemente.Después de un rato sin poder concentrarse en su actividad Clemente decidió ir a abrir la puerta, pero el disgusto seguía evidente en su rostro.-Con razón insistía – dijo Clemente cuando abrió la puerta y se encontró con el cuerpo de Ángel frente a él. aunque, su ropa parecía relajada, su rostro se
Amelia llegó a la oficina de Wanda sintiéndose desconsolada, ella en verdad no podía asimilar que Ángel haya tenido una bebé con la malvada de Lidia.-No me digas, trataré de adivinar yo misma – dijo Wanda parándose de su silla en cuanto vio que Amelia entró a la oficina – Ángel resultó ser el padre de la hija de Lidia.-Si, yo misma vi el resultado de la prueba y resulta que él es el padre biológico de la niña – dijo Amelia – no sé cómo se puede hacer un bebé sin querer.-Se me ocurre algunas formas en este momento amiga, por favor no permitas que las emociones te ganen – dijo Wanda quien tenía la mente más fría que Amelia por lo que usaba un mejor razonamiento – dale a Ángel el beneficio de la duda, quizás es cierto que estaba borracho y en ese caso no es culpable de nada. Además, ustedes no estaban juntos aun en ese tiempo.- ¿Tu de qué lado estás? – preguntó Amelia furiosa, no podía creer que Wanda estuviera defendiendo a Ángel de esa manera.-Pues estoy de tu lado y justo por eso
Ángel no se sentía de buen humor, necesitaba un tiempo a solas consigo mismo por lo que decidió viajar a su casa en la playa. Siempre que se sentía solo Ángel se sentía bien estando en aquella casa donde habia sido más feliz durante su niñez.En la terraza vista al mar de su hermosa cabaña Ángel yacía sentado observando el horizonte con un vaso de wiski en su mano. Por su mente solo rondaba una cosa y era la idea de que tenia que recuperar al amor de su vida. De ninguna manera él se daría por vencido de una manera tan fácil, Amelia era suya y nunca permitiría que anduviera por el mundo sin él.Todo estaba extremadamente quieto, Ángel solo podía escuchar el dulce sonido de las olas del mar golpeando sobre la arena. Esa tranquilidad, esa calma solo podía brindársela ese lugar siempre que no estaba con Amelia. De repente se escuchó un ruido en la casa, pero Ángel no solía perturbarse con nada, sobre todo porque siempre habia una persona que se encargaría de su cuidado.Era cierto que Áng
Wanda estaba impactada mientras miraba lo que estaba frente a sus ojos en ese momento. El ambiente estaba encantador, aunque Clemente siempre le preparaba hermosas sorpresas, ese día se habia esmerado un poco más. Preparó la comida favorita de Wanda y creo el ambiente más romántico que ella había visto, además de eso él lucia muy elegante con su traje hecho a la medida color azul que combinaba a la perfección con sus ojos.Wanda agradeció haber llevado a ese encuentro un hermoso vestido de diseñador color rojo completamente ajustado al cuerpo. Cuando Clemente la invitó a cenar esa noche ella pensó que irían a un elegante restaurante como lo tenían por costumbre, sin embargo, Clemente tenía algo mucho más especial planificado para ellos.- ¿Te gusta? – preguntó Clemente al notar que ella se había quedado sin palabras.- ¿Qué si me gusta? Clemente tú eres el novio más maravilloso que puede existir sobre la fax de la tierra – dijo Wanda y luego se acercó a él y pasó sus brazos por encima
Matías se encontraba frente a Ángel tratando de descubrir las palabras adecuadas para decirle lo que acababan de descubrir. Aunque él quisiera no ser él la persona para hablar de ese tema con su jefe, sabía perfectamente que no podría escaparse de esa responsabilidad tan grande.-Señor, me temo que lo que voy a decirle es malo – dijo él para luego proseguir con la noticia.-Habla de una vez – dijo Ángel viendo como cada minuto su mal presentimiento se hacía realidad.-El señor Clemente no estaba solo cuando fue atacado, de hecho, según lo que pudimos ver en las cámaras de seguridad del restaurante, él no era el objetivo. Matías estaba tratando de ser lo más claro posible, pero a la vez quería tener tacto al darle la noticia – la señorita Wanda fue raptada en el apto y el señor solo recibió un disparo por interponerse en el camino de los secuestradores.-No no no no no no no, eso no puede ser, dijo Ángel mientras se agarraba la cabeza con sus dos manos en medio de la gran frustración -
Amelia estaba pintando un cuadro hermoso, ese día se sentía inspirada, ella no tenia ni la más mínima idea de lo que le habia pasado a su mejor amiga. Cuando Amelia se encerraba en su estudio a hacer alguna creación, se olvidaba de todo a su alrededor incluso de su celular. Todo su mundo se centraba en lo que estaba creando, tal vez por eso el resultado siempre era tan bueno.Wanda le habia avisado que pasaría la noche con Clemente y que al día siguiente iría a su oficina directamente por lo que Amelia no se habia preocupado por ella.Ángel habia llamado a Amelia una y otra vez desde que se enteró de lo sucedido, sin embargo, Amelia no habia respondido la llamada. Él conocía muy bien a Amelia y supuso que quizás ella estaba trabajando por lo que fue a la galería personalmente. En cuanto llegó al lugar la secretaria le indicó donde se encontraba su jefa y Ángel fue de inmediato.Cuando tocaron la puerta Amelia hizo un gesto de disgusto ya que no le gustaba ser interrumpida. Ella le hab
Wanda se quedó fijamente mirando al hombre que tenía frente a ella, él tenía una expresión suave y delicada. Era sin dudas un hombre muy guapo y además de todo era joven. Wanda se preguntó como era posible que fuera tan bello y malvado al mismo tiempo y ¿Cómo podía alguien tan joven haber adquirido tanta maldad? - ¿Acaso te gusto? – preguntó el hombre con una leve sonrisa en sus labios - ¿Por qué me miras tanto? -Solo me preguntaba como puedes ser tan malo si aun eres tan joven – dijo ella con una mirada seria y penetrante. -Digamos que es herencia – dijo el hombre como si pensara que su maldad era algo bueno – pero no vine aquí para hablar de mí. Mejor firma esto ya y evítame tener que maltratarte – el hombre aun trataba de ser amable con ella. -Déjame echarle un vistazo al contrato y luego lo firmaré – dijo ella de manera calmada como si estuviera haciendo otro tipo de negocio – o al menos dime de que se trata. -No me pagaron para leer esto, así que no tengo ni la más mínima ide
-Ángel, algo importante que tiene que saber tomar en cuenta todo hombre de negocio es no poner su firma en nada que no haya leído con punto y como – dijo Esteban mientras trataba de ocultar la satisfacción en su rostro, aunque para ese momento poco le importaba que Ángel lo viera como la persona malvada que era. -Tú me engañaste – dijo Ángel señalándolo directamente ¿Cómo pudo un hombre que se supone era de su confianza engañarlo de esa forma? -Yo solo hice un contrato, es tu culpa que lo hayas firmado sin antes leerlo – dijo Esteban con su cara resbalosa sintiéndose completamente satisfecho con lo que estaba pasando. -Señores, deben entender que esos temas no son de nuestros intereses por lo que hemos decidido marchar, pero antes debo informarles que como socio mayoritario de esta compañía mi jefe tomará el puesto de CEO a partir del lunes – dijo la abogada mientras se preparaba para marcharse – señor Ángel Andújar, debe desocupar esta oficina antes de ese día. Después de haber co