William Cuando Santiago me aviso que Ashley se había desmayado, maneje lo más rápido que pude hacía el hospital con mi corazón queriendo salirse de mi pecho, estaba muy preocupado por ella, me asustaba la idea de que ella pudiera enfermarse de algo grave, aunque en realidad Ashley no era mía porque no me amaba, igual sentía que no la podía perder.Esto era en lo único que pensaba hasta que llegue al hospital y hable con Santiago mientras esperábamos que el doctor saliera, pero no me gusto ni un poco la forma en que él parecía reprocharme sutilmente lo que le sucedía a Ashley, aunque efectivamente que ella estuviera enferma podía ser mi culpa, él no tenía derecho a preocuparse por Ashley, ella es mi esposa y como si fuera poco el doctor había pensado que él era su esposo, lo que llego a enfurecerme mucho más. — Bien, dejaré que la vea unos minutos, ella sigue bastante débil y será mejor que tenga un buen descanso por el resto de la noche.— dijo el doctor cuando entramos a la habi
Ashley Ver a William salir de la habitación me dejo destrozada, me dolía el alma de solo pensar que él me creía capaz de hacerle daño a nuestro hijo y que además tuviera que preguntarme si era suyo, cuando él es el único hombre con quien he estado íntimamente.Yo era la persona que debía decirle que su madre nos arrebató la oportunidad de ser padres sin ninguna piedad, que yo lo amaba con todas mis fuerzas y bajo ninguna circunstancia me atrevería en hacer algo como eso, pero ya eso no podía ser, otra vez mi situación con William se tornaba realmente complicada y definitivamente ya no me quedaba fuerza para seguir luchando.Ya no me sentía mal, ya mi cuerpo se había recuperado de toda la debilidad que sentía antes de desmayarme, pero mi alma dolía, sentía que me estaba quemando, ya no quería seguir viviendo está situación en la que estaba metida. Sin saberlo me quedé dormida, no supe por cuánto tiempo había estado llorando abrazada a la almohada con fuerza, como si toda esa fuerza me
Ashley Habían pasado tres o cuatro días, o eso era lo que me parecía, no salí nunca de la habitación, está tristeza era distinta a las otras veces en que sentía que había tocado fondo. Yo tenía que ser la persona en avisarle a William que íbamos a ser padres y además debía ya haber encontrado las pruebas de que había sido su madre la culpable de tan horrible hecho. Santiago tenía otra actividad asignada y era llevarme la comida a mi habitación y no se podía retirar hasta que yo la acabara toda, él empezaba a mirarme de manera distinta y yo no estaba nada cómoda con eso, pero siempre traté de dejarle claro que entre él y yo no ocurriría nada, en realidad entre otro hombre y yo jamás podría ocurrir nada.Me sentía ridícula al pensar así, William seguramente me olvidaría y encontraría a otra mujer con la cual formar una familia y poder ser feliz, en cambio yo, sentía que mi mundo se había derrumbado por completo a mi alrededor. No tenía ni la fuerza para ir a visitar a mi hermano y hab
William Había decidido dejar ir a Ashley, ya no podía seguir torturándonos así a ambos, aunque quería hacerla pagar por lo que me hizo, solo me estaba haciendo más daño yo mismo al hacerla sufrir, por eso era mejor terminar con esto cuanto antes, dejar todo atrás, le iba a dar el divorcio luego de la operación de su hermano. Me alegraba poder ayudar a Josh con esto, de esta manera yo quedaría más tranquilo, cumpliría con la promesa que le había hecho a ella. A pesar de que me dolía mucho tener que dejarla ir, que me volvía loco de solo imaginármela estando con otro, yo no podía perdonarla, especialmente por lo de nuestro hijo, entonces nunca podríamos ser felices, era hora de que cada quien tomara su camino. Llegué a mi oficina, necesitaba adelantar muchos pendientes, pero no me podía concentrar en nada de lo que hacía, sentía la necesidad de ir al hospital, quería ver como avanzaba la operación y el estado de Josh, también quería ver a Ashley, porque después de esto sería realment
Ashley Era increíble como cuando por fin sentía felicidad, Elizabeth volvía a intentar dañar el momento, aunque esta vez ella no se había atrevido a buscarme directamente, aun así estaba haciéndolo por medio de Hans. No lograba entender muy bien que había entre ellos ni como estaban tan conectados en esto, pero supongo que todo era por el dinero y me convirtieron en el chivo expiatorio perfecto.¿Acaso el dinero que ya ella tenía no le era suficiente y tenía que robar a su propio hijo?Lo que me preocupaba es que Hans había venido aquí para exigirme que yo declarara ante la justicia que quien había hecho todo lo del software era yo y que no me atreviera a decir nada sobre Elizabeth o que Josh lo pagaría muy caro, pero esta vez no les iba a permitir chantajearme, con ellos siempre se pierde, era mejor alejarse. Por alguna extraña razón ellos necesitaban que yo hiciera esto en este momento, pero no sabía exactamente porque.No entendía bien sus razones, pero trate de dejar de pensar en
William Después de hablar con Ashley, baje a las carreras hasta mi auto, era increíble como después de todo lo que había ocurrido y de tener tantas preocupaciones y dudas en mi cabeza, yo seguía deseando estar a su lado. Le había dicho a Ashley, que después de la operación de Josh se podría ir y aún mantenía esa postura, pero en realidad eso era lo que menos quería hacer. Sentía que mi corazón se terminaría de romper en mil pedazos si ella se alejaba de mí para siempre, pero ya todo estaba listo, no podía seguir reteniéndola más.Llegué al hospital lo más rápido que pude, no quería hacerla esperar mucho sola. Cuando ya iba acercándome a su lado, la vi, tan hermosa y natural, haciendo que mi corazón se quisiera salir de mi pecho, no se si algún día este logre de no acelerarse con solo verla. — Hola, ¿Cómo salió la operación?.— le pregunté cuando ella se montó en el asiento trasero del auto, me hubiera encantado que se sentara a mi lado y así poder sentir su olor más cerca.—
William Había pasado una semana desde la operación de Josh y de que convencí a Ashley de que se quedara a vivir en mí apartamento el tiempo en que su hermano se recupere de su operación. Sabía que todo esto estaba totalmente mal, pero no estaba listo para dejarla ir y realmente, ¿Podría algún día dejarla alejarse de mí?Así no lo quisiera por nada del mundo, ya se lo había prometido, por lo que traté de darle su espacio dado que ella me advirtió de que si no se sentía cómoda se iría de mi casa.Fue una semana muy poco productiva, el detective que había contratado no había conseguido nada que me fuera útil para averiguar en qué estaba involucrada mi madre con Hans hasta ahora. — Señor William, el señor Tom lo necesita ver ahora mismo.— Anunció Rebecca al entrar en mi oficina, yo no esperaba que Tom, el detective privado que había contratado se apareciera a última hora de la tarde en mi oficina.— Esta bien Rebeca déjalo pasar. Estaba ansioso por escuchar la información que t
William Dudé por más de media hora qué hacer, mientras empezaban a doler mis manos por tantos golpes que le había dado al volante, como si esto fuera a desaparecer la gran tristeza que sentía en lo más profundo de mi ser. Debía confrontar a mi madre, pero aún no podía entender, en mi cabeza no cabía el cómo ella había sido capaz de semejante atrocidad.Jamás pensé que tendría que tener que enfrentarme a ella por algo como esto, ni siquiera hubiese sido capaz de creer que le era infiel a mi padre si no hubiese visto las fotos, pero ella era alguien despreciable. Encendí el motor después de un rato, ya las cosas no podía hacerlas esperar más y hoy mismo tendría que confrontar a mi madre por todo el daño que se atrevió en hacernos. Conduje a toda velocidad hacía la mansión de mis padres, necesitaba reclamarle, preguntarle el porque hizo todo esto, ¿No le importaba ni un poco matar a un inocente? ¿Hacernos daño a todos? ¿Qué más seria ella capaz de hacer? Nunca imagine que ella pudiera