William Estaba esperando a Ashley en el juzgado con mi abogado, todos los papeles de la boda y el contrato estaban listos, donde se especificaba que ella no podría incumplir ninguno de los términos incluido entre ellos alejarse de mí o terminaría tras las rejas. No sabía si en algún momento sería capaz de dejarla ir, capaz un año sería suficiente por haberme robado y humillado, pero no podía soportar que ella estuviera en los brazos de otro hombre. No permitiría que saliera sola a ningún lugar y no podría verse con nadie a excepción de visitar a su hermano en el hospital, ella no tenía a ningún otro familiar, así que como solo lo tenía a él, no tenia más excusas para ir a otra parte. Sabía que actuaba como un demente, pero el amor que sentía por ella era demasiado grande y cada día seguía enloqueciendo aún más. Siendo mi esposa y después de firmar un contrato de confidencialidad no podría hacer nada, Hans la abandonará al no poderla tener y ella sentirá parte de lo que yo sentí el d
Ashley Llegué al registro deseando que salir de ahí con el amor de mi vida, pero no sería así, no saldría feliz ni emocionada, tampoco tendría una noche de bodas ni pasaría una velada maravillosa envuelta en sus brazos y recibiendo sus tiernos e incendiarios besos en todo mi cuerpo.William estaba ahí, parado en esa pequeña oficina conversando con quién parecía ser mi verdugo esperándome con unos papeles en sus manos, suponía eran los papeles que me convertirían en su prisionera. Intenté hacerlo recapacitar nuevamente y pedirle que me escuchara, pero fue en vano, él estaba decidido en hacerme pagar por un crimen que no había cometido.Mientras tanto mis esperanzas de liberarme de este tormento recaían solo en Valeria, extrañaría mucho vivir junto a ella, al conocerla había encontrado al fin una amiga en quien confiar y otra vez volvía a estar sola.Firmé todos sus papeles, no leí ninguno de ellos ¿Y para qué? No tenía caso saber lo que contenían porque igual no podría cambiar nada, él
Hans (ex jefe de Ashley)Todo marchaba perfecto, luego de comprar el nuevo software que creó la empresa de William, un patético empresario que siempre se creyó mejor que yo, de poder venderlo como propio estaba seguro de que podría amasar una gran fortuna. Solo faltaban algunos detalles para empezar a facturar muchos millones, con lo que debía mantener a Elizabeth, su madre, de mi lado. — Por fin podemos estar juntos otra vez.— le dije a esa hermosa y veterana mujer que estaba a mi lado.— Ya me hacía falta estar con un hombre de verdad.— respondió ella besándome en el cuello haciéndome excitar.— Necesito hablar de tu ex nuera, una tal Ashley.— le dije a Elizabeth, ella era unos años mayor que yo, pero seguía estando muy sensual y provocativa. Además de que me beneficiaba en los negocios, ella estaba locamente enamorada de mí y al ser su amante se convirtió en una presa fácil de usar, así es como yo la veía, algo desechable. En cambio esa chica Ashley si
William Habían pasado ya diez días desde que Ashley vivía en mi apartamento, bueno en realidad eran diez días desde que nos convertimos en esposos. Los primeros días la había visto a diario, ella siempre buscaba la forma de querer explicarme no se qué cosa, pero yo no tenía tiempo para sus mentiras y solo la ignoraba. Extrañaba sentir sus hermosos labios sobre los míos y sus suaves manos recorriendo mi cuerpo, poder sentir su delicioso aroma al dormir junto a ella, anhelaba profundamente volver a tenerla acurrucada entre mis brazos. Afortunadamente había controlado mis ganas de beber, me había sumergido en el trabajo, teniendo jornadas de hasta dieciséis horas al día. Con esto había logrado calmar un poco mis pensamientos y al sentir tanto cansancio apenas llegaba algunos días a mí apartamento a solo dormir, el resto solo me quedaba en la oficina sumergido en una pila de papeles.Le había dicho a Ashley que me encargaría de su hermano y en varios días no había conseguido nada sobre s
William Salí del restaurante lleno de furia, podía sentir como la sangre recorría todo mi cuerpo mientras que mis orejas se prendían cada vez más. Recibí mi auto del valet y arranqué el motor con tanta fuerza que parecía se saldría de su lugar.Llegué al mismo bar de siempre, está vez con la intención de encontrarme a Melisa, necesitaba la compañía de alguien y no tenía otra mejor opción que la suya. Varios vasos de whisky después seguía solo, Melisa no se aparecía como las veces anteriores y esto me decepcionó bastante. Me sentía tan miserable de haber defendido a capa y espada a Ashley, con eso me había ganado ser la burla de la familia Thomson, disparando aún más todo el rencor que sentía por ella.— Sírveme otra copa por favor.— le pedí a una chica nueva que estaba en la barra.— Y agréguele un cosmopolita, lo anotas a la cuenta del señor por favor.— era Melisa que se acercaba a mí por la espalda.— No puedo dejar de venir unos días para acá porque cambian al personal y tu cambia
Ashley Después de tantos días no sabía cuántos habían pasado en realidad, empezaba a acostumbrarme a mi nueva vida. Visitaba a mi hermano a diario, lo que era una montaña rusa con su estado de salud, un día podía pasar horas a su lado consolándolo mientras él se mantenía sereno y otro ni siquiera podía hablar con él porque estaba sedado.Era una completa agonía toda su situación, pero a esperas de un donante compatible no podíamos hacer mucho más. Conversaba con Valeria casi todos los días también, ella había estado muy ocupada en estos días y se excusaba conmigo los días que no tenía fuerzas ni para agarrar su celular lo cual comprendía muy bien dada su situación de irregular en el país. Con ella ayudándome estuvimos a punto de conseguir las grabaciones de seguridad donde yo aparecía mientras me ingresaban inconsciente a ese hospital clandestino donde ella trabaja, pero desafortunadamente habían borrado todos los registros de las cámaras cuando había llegado el momento de pagar por
William Apenas podía abrir los ojos, me metí en la ducha y abrí el agua para dejarla caer sobre mí, me sentía muy mal y no solo por todo el alcohol que había consumido, si no también por no poder recordar nada luego de dejar a Melisa en su edificio y que está me besara para ofrecerme dormir con ella. Por más que me esforzaba era en vano, tenía una gran laguna mental y sería imposible poder recordar lo que hice, pero de algo estaba seguro, había hablado con Ashley.Después de todos estos días evitándola para no volver a caer en sus brazos, cometí el error de emborracharme, pude haber hecho o dicho cualquier cosa y eso era lo que me preocupaba.Quería quedarme tirado en la cama por el resto del día, pero debía salir de este lugar o la tentación de preguntarle a Ashley lo que había ocurrido me ganaría y no podría soportar escuchar que le dije que la amaba o que sufría todos los días por ella e incluso le pude haber dicho que olvidaría todos sus errores así como ella hizo con los míos y
Ashley Me sentía demasiado triste porque William se había negado a escucharme, por más que le quise explicar lo que sucedió con su mamá él no quiso escucharme ni creerme, incluso me había dicho que no podía decir una cosa más de ella, pero ¿Cómo podía hacer esto si ella había sido la asesina de nuestro hijo? No podía simplemente dejarla ir, no podía olvidarlo, me dolía demasiado recordar ese momento y estaba teniendo pesadillas por esto, era demasiado doloroso. Me gustaría poder dejar de amar a William, olvidar mis sentimientos por él, dejar de intentar que me escuchara, rendirme con este amor e incluso llegar a odiarlo u olvidarlo, lo que sea para dejar de sentir este dolor al ser rechazada por él, su indiferencia y que sus insultos dejen de afectarme tanto, pero se me hacía imposible, seguía amándolo y creyendo de que todo lo que hacía no era de forma consciente si no nublado por ese odio que su madre implantó en él por mí.Salí de la habitación por un vaso de agua, empezaba a sen