Veo a Rohan, está sentado frente a mí, su cabeza está agachada, hace unos minutos se quejó justo en el momento en el que lo golpee, o sea, podría ser que si le doliera el golpe que le di y no aguantara nada o también le dio un dolor de cabeza instantáneo o algo así.

Solo lo ayude a sentarse, pero no se que más hacer, a mi dame una aguja y un hilo y te hago magia, pero dime algo de medicina o medicamentos y te mueres después de decirte que tomes paracetamol y un litro de coca.

─Mami, ya pedimos cuatro pizzas ─llega Nahel con una sonrisa mientras Miriam viene detrás de él con su conejo de peluche.

─Pedimos una de carne para ti, una de queso para mi, una de piña para Miriam y una de vegetales para papá ─me dice y yo me rió, sé que ellos no pidieron las pizzas o por lo menos no directamente con la persona que toma la orden.

─Muy bien mi amor, ¿Quieren ir a jugar, o quieren ayudar a su mami a limpiar el desorden que hicimos?

─¡Adiós mamá! ¡Adiós papá! ─los dos se ríen mientras corren lejo