Siento que estoy dando vueltas a lo loco, mi cerebro no logra captar lo que mis ojos ven, es que de verdad, lo veo y no lo creo, es él, Rohan está frente a mi, está sentado escribiendo algo en su computadora.

─Nahel, Miriam, ¿Ven lo mismo que yo? ─les pregunto y ellos creo que están igual o peor que yo.

─Mamá, no sabía que mi papi se podía mover ─me dice Nahel pero de verdad sigo muy perdida.

─Ni yo lo sabía ¿Qué? No, o sea, no sabía que había despertado ─digo aun impresionada de verlo.

─Creo que no me siento bien, necesito aire ─digo y salgo corriendo del cuarto.

Zahira trata de detenerme pero no la dejo, no se que me pasa, o sea, siento una enorme felicidad inundarme por completo, pero, él está indiferente, cuando entre solo me miro y continuo con lo suyo, no se que esta pasando.

Busco cualquier arbusto por la casa, ellos son mis escondites cuando siento que entraré en una crisis, sé que nadie lograra relajarme, solo mis hermosas criaturas, me conocen tan bien como yo a ellos.

No pa