Por Ivana
Mi cabeza era un caos.
No podía ser fuerte, mis sobrinos me necesitaban y también Luis, pero era demasiado para mí.
Si lograba tranquilizarme un poco, iba a poder ayudar.
Ludmila estaba a mi lado, se lo agradecí con el alma.
Siento que alguien se acomoda a mi lado.
Abrazándome, dice.
-Lo lamento mucho.
Era Willy.
-¿Y tu mamá?
Le pregunté sin dejar de llorar.
Se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Falleció hace una hora.
-Lo lamento.
Se quedó unos pocos minutos a mi lado y luego se fue sin despedirse, o sí, no lo sé.
Ludmila seguía sentada a mi lado.
Yo ni podía aclararle nada.
Tenía el dolor más grande de mi vida.
Se fue mi hermana, se fue y dejó a sus dos preciosos y angelicales hijos.
No quiero ni pensar cuánto la van a extrañar, ni en la soledad que van a vivir.
Fué un momento terrible, el peor de mi vida.
A mi dolor se le suma el dolor que siento por no poder hacer nada por que mis sobrinos y mi cuñado estén mejor.
Los días pasaban lentamente, traté de estar con mis sobrinos y mi cuñado lo más posible, gracias a Dios, también estaba la familia de él apoyándolos.
La prima que es psicóloga ayudó mucho a mis adorados sobrinos.
No los dejamos solos en ningún momento.
Pero a pesar del inmenso dolor, la vida seguía, era innegable, los chicos se tenían que acostumbrar a vivir sin su madre, aunque eso parecía una tarea imposible.
No querían salir de su casa, allí se sentía la presencia de mi hermosa Natalia.
Tan dulce como bella.
Dios se la llevó demasiado pronto.
Any me la recordaba tanto, que a veces pensaba que era reencarnación, tiene sus mismos ojos inmensos, color turquesa, el mismo color de caballo, un castaño, muy lacio, su misma naricita.
Era preciosa, perfecta, como lo había sido Naty.
Lito se parecía más a su padre, un poco más grandote y más alto, más rubio y con los ojos azules, hasta la nariz aguileña sacó de su padre.
Eran dos ternuritas.
No sé si se enteraron, amo a mis sobrinos.
Amaba a mi hermana.
Los días pasaron lentamente, pero de pronto, me di cuenta que ya hacía un mes que falleció.
Otra vez un drama, tanto llanto que parecía no acabar nunca.
Por suerte, en el colegio los contuvieron.
Los ayudaron y con todo nuestro acompañamiento parecían estar un poco más tranquilos.
Yo estaba agotada, iba y venía, teníamos mucho trabajo, muchas veces mi sobrina venía a vernos trabajar y hasta nos daba sus opiniones, que eran muy valiosas, era una mirada más juvenil.
Lentamente, aunque nos doliera, parece normal que Naty ya no esté con nosotros.
La extrañábamos con toda nuestra alma, aunque su presencia la sentíamos.
Todos seguimos con nuestras actividades.
Era la parte triste de la vida.
También lo era cuando me reía de algún chiste o disfrutaba de alguna serie de tv, sentía la culpabilidad de saberme viva y ella no.
Creo que es la parte más difícil de un duelo, sonreir y sentirte culpable de hacerlo.
Yo no volví a salir, Ludmila me acompañó muchísimo, no quería dejarme sola, pero a la vez quería ver a Walter.
Le decía que yo iba a estar bien, que salga tranquila.
Mi cuñado también retomó su actividad.
Un día, que los chicos estaban en casa de su abuela, él me llamó, estaba medio tomado, me pidió perdón por haber engañado a mi hermana.
No lo hizo, solo tuvo sexo ocacional con una desconocida.
Entiendo su dolor, debía ser parecido cuando yo disfrutaba de algo y luego me sentía culpable, pero claro lo de él era mucho más profundo.
Le dije que Naty lo perdonaba y que ella mismo le había pedido que tenga una pareja, no ahora, era demasiado pronto, pero si necesita un escape, yo no lo iba a juzgar y Naty, desde el cielo, lo entendería.
Solo esperaba que el día que tenga pareja, sea una buena mujer y quiera a mis sobrinos y respete la memoria de mi hermana.
Por supuesto que tenga en claro que la casa es de los chicos, no le estaba diciendo que se vaya, podía disponer de esa casa para siempre, pero si metía a otra mujer, que ella respetase, sobre todo a mis sobrinos.
Les diera su lugar y les brinde cariño.
A lo mejor pedía demasiado, ya no pedía un gran amor para mí, solo la felicidad de mis dos amores.
Le agradecía a mi cuñado, que a pesar de no estar mi hermana, sigamos teniendo la misma relación, llena de cariño y que me permita tener a mis sobrinos todas las veces que ellos quisieran.
Ya sé que no eran niñitos, y sabían decir claramente lo que querían y sentían.
Siguieron pasando los días, algunos con un dolor insoportable y otros más llevaderos.
Es inevitable, el tiempo pasa.
-Se casa mi hermano.
Dice Ludmila, muy feliz.
-Me alegro, Brisa es una excelente mujer y muy bonita.
-Sí, aparte mi hermano ya tiene 30 años, pero parece más, porque siempre fue un amargado.
-No es así, solo te cuidaba cuando eras chica y al estar yo, todo el tiempo con vos, nos cuidaba a las dos… sí, tenés razón, era insoportable.
Nos reímos con ganas.
Cuando éramos adolescentes siempre estaba atento a todo lo que hacíamos y nos han retado más de una vez, por su culpa, porque siempre nos delataba delante de los padres de mi amiga, pero ya siendo adultos, nos acompañaba y contábamos con él para todo.
Hasta el día de hoy, que era un verdadero amigo para mí.
Contábamos siempre con él, para todo.
-Pensemos que nos vamos a poner para el casamiento.
-Yo no estoy lista como para ir a una fiesta.
Le digo con tristeza.
-Sí señorita, eso no lo permito, él se ofendería y ni te cuento mi cuñada, que se la pasa contando a sus amigas, lo hermosa que sos y todas nuestras travesuras de adolescentes.
-Pero mi hermana…
-Tu hermana espera que seas feliz.
Luego de un rato, con sus palabras me convenció, sé que Naty quería eso.
Comenzamos con los preparativos de nuestros vestidos, faltaban dos meses.
Tratamos de ayudar a Brisa, pero algunas cosas, ella quería que sean una sorpresa.
La entendimos perfectamente.
-Nunca me dijiste que hacía Willy en el hospital ese día.
No hacía falta que diga que día era, las dos lo sabíamos.
-Tenía internada a su mamá, que también falleció ese mismo día.
-Me asombré cuando lo vi y también cómo se acercó a vos.
-Se vé que también necesitaba una cara conocida.
La verdad es que no había vuelto a pensar en él, entre el trabajo, el dolor de mis sobrinos, el de mi cuñado y el mío propio, tenía más que suficiente.
Más un montón de actividades extras que se me sumaron, para estar más cerca de Any y de Lito.
Llegó por fin el gran día para Ariel y Brisa.
Fuimos a la iglesia con unos amigos que en éste momento teníamos en común con su hermano.
Aunque nos llevaba 5 años, cuando crecemos, las edades se acortan, es decir las distancias desaparecen o van desapareciendo las diferencias.
Brisa tenía un año menos que nosotras.
En la iglesia estábamos en primera fila, por ser las más allegadas, yo era como su propia hermana, después de tantos años de ser la mejor amiga de Ludmila.
Por eso no veíamos a quienes iban llegando.
Nos fuimos al salón, sin mirar demasiado quién estaba, decimos ir con el auto de Ludmi, no tenía sentido ir con los dos autos, ninguna de las dos se iba a ir con alguien a un lugar distinto.
Y la que tomaba menos, manejaba a la vuelta, muchas veces hacíamos eso cuando salíamos.
Llegamos al salón, era precioso, las mesas tenían manteles dorados con rombos rojos, cruzados, las sillas estaban ¨vestidas¨ de rojo.
Todo con un gusto exquisito.
En nuestra mesa, estaban Agustín, Ezequiel y Fernando, los mejores amigos de Ariel, también estaba Priscila, pero había dos sillas vacías.
Fernando es nuestro abogado y era bastante amigo nuestro.
-Ya viene el señorito, siempre se hace esperar.
Bromea Agustín.
Están esperando al otro amigo de Ariel.
La verdad, es que si bien teníamos una relación cercana con Ariel, y conocíamos a sus amigos, la relación con ellos era solo cordial, salvo Fernando, que era nuestro abogado, pero como éramos los más jóvenes, nos sentamos todos juntos.
Para mí estaba bien y supongo que para Ludmi también, porque sino, tendría que haberse sentado al lado de sus padres, viendo la diversión de lejos y escuchando sus reproches todo el tiempo.
Porque sí, siempre tenían algo que reprocharle, parecía su deporte favorito.
-Perdón por llegar tarde, había mucho tráfico.
Dijo una voz conocida, que me hizo estremecer hasta el último rincón de mi alma.
Los amigos lo cargaron, porque veníamos todos del mismo lugar.
Cuando me doy vuelta, esos ojos negros, que eran las caricias de mi alma, los siento clavados en mí.
Cuando miro mejor, venía abrazado de una espectacular rubia, era verdaderamente hermosa, ella tenía puesto un vestido negro, que se ajustaba a su perfecto y espectacular cuerpo, era la definición de diosa.
Busqué la mirada de Ludmila, que estaba tan atónita como la mía.
Sin saber porqué sentí punzadas de dolor en mi corazón, que tuve que disimular.
-Hola Luana.
La saluda uno de los chicos, bien, se conocen, debe ser su esposa o al menos su novia, porque para llevarla a un casamiento, tiene que ser alguien importante en su vida.
Evité mirarlos.
Tenía la noche arruinada, sin contar que me sentía cenicienta versión sirvienta, al lado de esa impresionante mujer.
Me dije mil veces que no debería estar allí.
Por IvanaTraté de sonreír y festejar cada chiste de Agustín, en realidad esperaba que sean chistes, porque no tenía idea de lo que decía.Willy quedó prácticamente enfrentado a mí.Sentía su mirada penetrante hasta en mis huesos, no entendía por qué.La chica alguna vez le habló y vio que me miraba, le puso mala cara, pero no dejaba de abrazarlo, besarle los labios, y colgarse de él.Era como que quería que me quede en claro, que estaba con ella.Yo trataba de ignorarlos.Ludmila me hablaba de cualquier tema, siempre contaba con su apoyo y se lo agradecía.Tampoco tenía que pensar que él seguiría soltero, es un monumento a la belleza y aunque me doliera, tenía que admitir que con esa mujer, hacían una pareja divina.Eran hermosos los dos, tan imponentes, él con su estatura, su cara espectacular, esos ojos que acariciaban al mirar, esa sonrisa que pedía que le comiera la boca a besos…Momento, no creo que su sonrisa me esté pidiendo eso.Ella por su parte lucía perfecta, alta, si Will
Por IvanaLlegó el momento en que la novia tiró el ramo hacia atrás y todas las chicas solteras tratamos de agarrarlo.Decía la tradición que quién agarre el ramo, era la próxima en casarse.Para mí era solo un juego, no me interesa casarme.Luana se tiró sobre el ramo, voló por los aires como el mejor arquero atajando una pelota.Tiro al suelo a la chica a quién le había caído el ramo en sus manos.Luana no se enteró de nada, ni siquiera, que empujó a varias muchachas del grupo.Es mal educada y egocéntrica.-Sííí.Gritó.Nos sentamos todos en nuestros lugares.-Mira, me toca casarme a mí.Le dice a Willy, quién la miró casi con desprecio, eso me asombro.-No te confundas.Le contestó, bastante incómodo.-No cielito, de verdad nos tenemos que casar, estamos tan enamorados…-No jodas.Yo tendría vergüenza si mi novio me dijera eso, máximo estando delante de amigos, tampoco le insistiría sobre casarnos, pero ella quería seguir luciendo y hablando del ramo.-¿Ustedes no se piensan casar
Por IvanaCuando volvieron los chicos de la luna de miel, nos invitaron a cenar a su nueva casa, en realidad, aunque estaba totalmente remodelada, era la casa de los padres de Ludmila, se la regalaron a su hermano, ellos se habían mudado a un pueblo veraniego, les gustaba la tranquilidad.Esa casa, la del pueblo, estaba a nombre de mi amiga y así repartieron sus bienes entre sus dos hijos.Cuando llegamos, estaban sus amigos, me quedé tranquila, porque no estaba Willy, pero canté victoria demasiado rápido.Al rato llegó con su inmensa y exuberante novia.-Siempre último.-Ni me hables, siempre esperándola, es molesto esperarla todo el tiempo.Ok, se que no está cómodo con eso.Se me acerca, para seguir la ronda de saludos.Me da un beso bien cerca de la boca, casi en la comisura de los labios.Me quedé bien quietita y ruborizada como una colegiala.Estábamos en la terraza, era una agradable noche de primavera, que ya está próxima a terminar, para darle lugar al caluroso verano.-Chica
Por ivana-¡Cómo tardaron! Dijo, muy celosa, Luana.-Es qué tu novio quiso cerrar la reja y no podía.-¿Y vos sí?Ludmila se mataba de risa.-Aprendimos a abrir y cerrar esa reja, para poder escaparnos cuando éramos chicas, tiene una trampilla la cerradura.Dice muy suelta de lengua, Ludmila.-Dejá de contarle historias, que después aprende demás.Le digo yo, refiriéndome a mi sobrina.Brisa ya la había abrazado y llenado de besos.Es una divina.Sé que pasa por la casa de mi hermana algunos días, solo para preguntarles a mis sobrinos si necesitan algo.Lo llamé a mi cuñado para decirle que Any está conmigo, sé que se preocupa.-No quería que le avises, no le importo.-Any, ya basta, andá, que Ludmila te cuente otra historia.-Me encanta cuándo me cuenta sobre el día que Ariel encontró la almohada a lo largo, cubierta por el cubrecama y vos no estabas.-Cierto, lo había olvidado ¿Dónde habías ido esa noche?Le pregunté porque no recordaba dónde había ido.Todos escuchaban, sin poder
Por WillyHaberla encontrado después de tanto tiempo, movió todos mis sentidos, estaba hermosa, cuando la vi aquel día, cruzando la calle, le tiré la moto encima a propósito, quería llamar su atención.La reconocí inmediatamente, cuando me insultó, me divirtió mucho.Estaba preciosa, siempre lo fue.Tenía unos pantalones ajustadísimos, rojos y una blusa, escotada, roja con líneas negras, primero la miré, porque era una mujer hermosa cruzando la calle, pero en cuanto le presté atención, supe que era ella.La chica que iba siempre a comprar a la pollería de mi amigo y que a veces me la encontraba por ahí y siempre me miraba con cara de enamorada.La que un día me entregó su primera vez, en las escaleras de un edificio cerca de mi casa, creo que ahí vivía una amiga de ella o algo así.Nunca lo había hecho en ninguna escalera, no fue tan cómodo y supongo que para ella, que era virgen, debe haber sido más doloroso que si lo hubiésemos hecho en una cama.Eso lo pienso ahora, en aquel moment
Por Ivana.Cuando llegamos al departamento, casi mato a Ludmila por haber invitado a Willy.Se lo estaba reclamando, cuando habló mi sobrina.-Pero tía, fui a buscarte a la cocina y vi como se mataban con un beso.-Mentirosa, repetiste otro beso, después decís que no querés saber nada con él.Ludmila se reía ante su descubrimiento.-Bueno, sí, termino cediendo, me vuelve loca con sus besos y sus...caricias, pero tiene novia y le gusta otras clase de chicas, más grandes físicamente, altas, exuberantes, creo que hasta le gustarías más vos.-Ivana, escuchate, te besa a vos, te sigue a vos, te mira el culo cada vez que lo movés y se pierde como un idiota mirando tus tetas, tu cara y tus piernas.-Exageras.-No, es verdad.-De todos modos, tiene novia.-Sí.Admite mi amiga.-Una estupida que hace 8 años está estudiando para recibirse de docente, pobres sus alumnos, van a ser tan burros como ella, que no sabe ni expresarse y es totalmente hueca.-Pero pasaron toda la noche besándose.-Ivan
Por Ivana-Ahora que se fue ese que no es tu novio, pero moría por vos...me gustaría ocupar su lugar.Dice Agustín, mirando de reojo a Willy.Willy fulmina con la mirada a Agustín, quién lo mira con una sonrisa.Y alguien dice, retomando la conversación anterior.-Pero con preguntas tranquilas…-No vale, tiene que ser divertido.Comenzamos a jugar y le toca a Ariel contestar, la pregunta es fácil.-Si pudieras tener sexo con un famoso ¿Con quién sería?Brisa lo mira mal, pero no es comprometida la pregunta.-Con Angelina Jolie, la ex de Brad Pitt.-Elegís bien.-Siempre elijo bien.Dice, mientras le da un beso a su esposa.Le toca contestar a Brisa.-Si pudieras cambiar una cosa de tu cuerpo ¿Cuál sería?-Mis pechos.Dice Brisa.-Yo cambiaría tus tetas, tu altura y hasta tus caderas.Luana siempre es muy despectiva con los demás y no le importa herir los sentimientos de las personas.Es increíble que ellas hayan sido mejores amigas.-Sos una desubicada, ella es perfecta como está.Le
Por WillyCuando jugamos a verdad consecuencia, quería que me dijera que yo había sido lo más importante de su vida, no sé porque necesito tanto eso.Soy un adulto, sé que tuvo otras parejas, no demasiadas, estoy seguro, pero de todos modos ese tema me molesta un poco.Cuando su ex nos encontró besándonos, me alegré, no creo que haya sido muy importante en su vida, se nota, por sus propios dichos.Por cómo lo defendió ante Ludmila, debió ser importante en su vida ese rubio de pelo largo y eso… me vuelve loco, no quiero pensar que lo tuvo en su corazón y en su mente tanto tiempo.Por eso ahondo tanto, necesito que me diga que yofuimás importante para ella, aunque no podemos vivir del pasado.Por eso la quiero en mi presente.Cuando jugamos, más tarde, a las cartas, sacándonos la ropa, moría por verla, parezco un idiota que nunca vio a una mujer semidesnuda.Agustín está detrás de ella, lo presiento, cuando se sacó su minifalda y se quedó en tanguita, tenía ganas de agarrar a trompadas