Por Ivana
Traté de sonreír y festejar cada chiste de Agustín, en realidad esperaba que sean chistes, porque no tenía idea de lo que decía.
Willy quedó prácticamente enfrentado a mí.
Sentía su mirada penetrante hasta en mis huesos, no entendía por qué.
La chica alguna vez le habló y vio que me miraba, le puso mala cara, pero no dejaba de abrazarlo, besarle los labios, y colgarse de él.
Era como que quería que me quede en claro, que estaba con ella.
Yo trataba de ignorarlos.
Ludmila me hablaba de cualquier tema, siempre contaba con su apoyo y se lo agradecía.
Tampoco tenía que pensar que él seguiría soltero, es un monumento a la belleza y aunque me doliera, tenía que admitir que con esa mujer, hacían una pareja divina.
Eran hermosos los dos, tan imponentes, él con su estatura, su cara espectacular, esos ojos que acariciaban al mirar, esa sonrisa que pedía que le comiera la boca a besos…
Momento, no creo que su sonrisa me esté pidiendo eso.
Ella por su parte lucía perfecta, alta, si Willy medía 1,85 o tal vez más, ella mediría 1,80, era un poco más alta que mi exuberante amiga.
Con Ludmila parecía que estaban compitiendo quien tenía más atributos que mostrar.
Siempre le ganaría Ludmila, era perfecta mi amiga.
Aunque esa mujer...
Yo también estaba vestida llamativamente, pero no podía comparar mi belleza con la de esa mujer.
Sus pechos llamaban la atención de casi todos los hombres presentes, su altura impresionaba, su cuerpo era infartante, su cara perfecta.
Había nacido para humillar a las demás mujeres.
Y lo cumplía con ganas.
Sin embargo, a mí me miraba bastante mal y eso que yo le dediqué unas cuantas sonrisas, claro que falsas, pero eso lo sabía yo y por supuesto, Ludmila.
-¿Cómo estás llevando lo de tu hermana?
Me pregunta Willy de repente.
Creo que pensó varias veces la pregunta antes de hacerla.
-Más o menos, unos días mejor que otros, ¿Y vos, con lo de tu mamá?
-Igual, unos días mejor que otros, pero ese día, tus sobrinitos estaban destrozados, se me partió el alma.
-Sí, ellos llevan la peor parte, son chicos y es muy difícil contenerlos.
Todos nos escuchaban atentos charlar sobre lo que nos sucedió, incluso alguno de los chicos pasaron por el velatorio de mi hermana a saludarme, pero nadie hizo algún comentario.
-¿Hace mucho que se conocen ustedes?
Pregunta de repente Luana, la hermosa acompañante de Willy.
Todos nos miran, espero no haberme puesto colorada.
Trate de sonar indiferente cuando dije.
-No sé, ya saben, todos somos del barrio, hará 10 o 12 años.
-Es verdad, todos crecimos acá.
No sé quién acotó eso.
-Yo era la mejor amiga de Brisa cuando éramos chicas y también soy del barrio.
Demasiada información que a nadie le importa, pensé.
La conversación se hizo general, donde cada uno dijo más o menos donde vivía de chicos, aunque nos conocíamos y todos sabíamos donde vivía cada uno cuando éramos chicos, hasta Luana, claro, una vez que lo dijo, lo recordé.
Estábamos en el baño de damas, con Ludmila, parecería que es el lugar preferido de las mujeres, pero créanme, no es así, aunque debo admitir que es un lugar donde la mayoría nos sentíamos cómodas y eso no tiene lógica ni explicación.
Nos estamos retocando el maquillaje, el lápiz labial, para ser más exacta, cuando entra Luana.
-Sos más bajita de lo que pensé.
Buenoooo, ¿Qué estamos haciendo en el jardín de niños?
Es idiota, sera muy bella pero creo que es muy insegura, sino, no se entiende ese comentario, que en sí no tenía nada de malo, pero la forma en que lo dijo fue muy despectiva.
-Y vos sos más alta de lo que yo pensé.
Le respondí de la misma manera y luego me referí a Ludmi, hablando de algo personal, pero sin importancia.
--Yo me puse siliconas y Willy se vuelve loco con mis tetas.
No entiendo ese comentario, que hizo de la nada.
Definitivamente es imbécil.
Calmate Ivana, por favor, me digo a mí misma.
-Que... ¿Suerte?
Le contesto sin saber qué decir.
Ludmila, con una sonrisa, que quiso esconder sus pensamientos, aunque yo los diviné porque eran iguales a los míos, me habló del vestido de la novia.
Cuando llegamos a la mesa, escucho a Priscila, decir un comentario despectivo con respecto a Luana, se lo estaba diciendo a Fernando.
Se calló enseguida.
Willy llegaba del lado contrarió de los baños, Luana, que venía llegando, aprovechó que estaban los dos parados y se colgó de su cuello para besarlo, él le respondió con naturalidad, no fue apasionado, solo natural.
Ahora, ¿Por qué me pongo a analizar un beso que no tenía que ver conmigo? Ni tendría que prestarle atención.
Por suerte, una sonrisa a Agustín y ya lo tenía preguntándome cosas sobre mí.
-¿Viven juntas vos y Ludmi, no?
-Sí.
Willy está escuchando la conversación y también la estúpida de Luana, así que me voy a esmerar en mis contestaciones, al menos voy a parecer una mujer con una vida interesante, no la aburrida vida que llevaba éstos últimos meses.
-¿Tienen una empresa propia?¿Es una fábrica de ropa?
Agustín sabe de nuestras vidas, algunas veces hemos charlado cuándo nos encontramos en la casa de Ariel.
-Sí, tenemos nuestra propia marca de ropa, nos va bastante bien, aunque trabajamos mucho.
-¿Sos costurera?
Me pregunta Luana.
No soy clasista, las costureras nos hacen un gran trabajo, pero su pregunta me molestó, fue despectiva.
-No, soy la dueña de la fábrica y si te referís a mis estudios, soy Licenciada en relaciones públicas.
Le contesté con orgullo y bastante altanera.
-¿Vos a qué te dedicas?
Le pregunté, siguiendo la conversación y tratando de disimular todo lo que esa mujer me provocaba.
-Estoy estudiando para maestra, pensé que era más fácil, es una carrera muy difícil.
Ludmila, que es mi gran salvadora, le espetó.
-Pensé que tenías la misma edad que mi cuñada, ella se recibió hace tres años.
Agustín y Priscila sonrieron, era demasiado evidente su felicidad y se notaba que no la soportaban.
Luana no contestó nada.
Nos siguieron preguntando por el tipo de ropa que hacíamos.
Ludmila volvió a meter un bocadillo, cuando dijo que viajamos dos veces a Estados Unidos, por trabajo y que íbamos a ir a China por telas y prendas.
-Si necesitan algo en el tema importación, yo tengo una importadora, soy despachante de Aduana.
La voz de Willy sonó bastante alta.
-No sabía, que interesante, nos tenemos que juntar para decirte nuestras ideas y vos nos asesoras ¿Te parece Ivana?
La quiero matar, lo veía sostener a Luana por la cintura, ella acurrucarse en él, parecían una pareja sumamente feliz y yo no quería saber nada con él, ni siquiera un trato comercial, ni siquiera quería estar allí.
-¿Por qué viven juntas? ¿No les alcanza la plata para vivir solas?
A ésta la mató, pensé.
-Sí, pero somos tan amigas y nos conocemos tanto, que estamos muy acostumbradas a estar siempre juntas.
Le contesté como dándole una explicación a una criatura que no entiende las cosas.
-Ya te dije Ivana, cuando te quieras ir, te ato en una silla.
-Me muero el día que no tenga que lidiar con tus locuras, amiga.
-¿No compiten por los hombres?
-¿Qué?
Le preguntamos las dos a la vez.
-Hay demasiados hombres interesantes para competir por alguno.
Le contesté yo, dándole a entender que ella tenía a su lado a uno de tantos.
No soy de contestar, pero ésta chica me estaba cansando.
-Las espero en mi oficina cuando gusten, chicas.
Insiste Willy.
-Gracias.
Le digo y giro la cara, para decirle una tontería a Agustín, se lo dije en el oído.
-MM, que dulce es tu voz, vení Ivana, vamos a bailar.
Dijo Agustín.
Sin dudarlo me paré enseguida.
Era lo mio, lo mio y lo de Ludmila, lo de bailar, Ludmi no tardó en estar en la pista con Fernando.
Ya está, creo que nos sentamos solo cuando paraba la música, cuando servían otro plato plato y esas cosas.
Sentía la mirada de Willy, ¿Por qué me miraba, si tenía a la diosa de la belleza en sus brazos?
-Me gustaría verte otro día y tomar algo por ahí.
Dijo de repente Agustín.
Le iba a contestar que lo llamaba, para no decirle que no me interesaba delante de todos.
-Estamos en un casamiento, no en un boliche de levante.
Dice Willy.
Todos lo miraron.
Él no se inmutó.
-Vos quedate con Luana y dejame conquistar a ésta belleza.
-Claro, mira lo que tenés a tu lado.
Dice Luana con suficiencia.
La mirada de Priscila me hizo gracia.
Por suerte pasaron el video de cuando eran chicos, como fueron creciendo, etc.
Todos nos quedamos en silencio.
Aparecimos, con Ludmila, en algunas fotos de la época en que Willy y yo habíamos tenido ese affair.
Él se dio cuenta de la época y me guiñó un ojo.
No, no podía permitirme sentir nada, él estaba acompañado y de un monumento.
Había sido casualidad su guiño, solo de simpático.
Luego vino el carnaval carioca, con sombreros, silbatos y espantasuegras, collares coloridos, etc. y el famoso trencito humano, que hacíamos los más jóvenes recorriendo el lugar.
Sentí que unas manos agarraban mi cintura, era lo normal, estábamos todos agarrados de todos, pero se me acercó demasiado la persona que tenía atrás, cuando giré la cabeza para decirle que quería aire, era Willy el que me tenía agarrada.
La marcha del trencito comenzó a ir para atrás y él se quedó parado, lo sentí tan pegado a mí, que su respiración estaba en mi nuca, subió una mano por mi espalda, el vestido era con la espalda descubierta, largo, con un tajo por el costado de la pierna, que subía hasta bastante más arriba de la rodilla, me marcaba la cola a la perfección, yo eso lo sabía y él estaba muy cerquita, su mano se quedo en mi espalda, moviendo su dedo pulgar como formando un círculo, lo hacía disimuladamente, no creo que nadie lo haya notado, aparte estábamos demasiado pegados, el trencito volvió a ir para adelante y él se adelantó rápidamente, para no dejar espacio entre nosotros.
Cuando el trencito volvió a ir para atrás, sentí todo su cuerpo tan pegado a mí, que tenía miedo que alguien nos esté mirando, él no se inmuto, sentía su respiración casi en mi oreja, yo estaba incómoda y excitada, sí, eso también, pero no era posible tener una relación con él, porque parte de tener novia y voy a ser sincera conmigo, se debía estar divirtiendo, solo eso.
Nos fuimos todos a sentar, la cara larga de Luana era evidente, yo no le hice nada, así que no me mirara mal a mí.
Luego el novio nos puso una liga a cada soltera, yo con mi tajo tuve que subir un poco mi pierna, que quedó casi al descubierto y fue fácil, colocarme la liga.
En ese momento sentí que me quemaban con una mirada, cuando levanté la cabeza los ojos de Willy me devoraban las piernas.
Como son los hombres, ni con la mujer más bella a su lado dejan de mirar a otra, eso me halaga, porque era él y me decepciona por lo mismo, se nota que sigue siendo igual.
Es tan mujeriego como lo era de adolescente.
Tenía a miles de mujeres a sus pies, besando el suelo donde él pisaba.
Yo solo había sido un juguete insignificante con el que se divirtió solo una noche, eso seguía doliendo a pesar del tiempo que pasó.
M****a… si tan solo no lo hubiese vuelto a ver.
Pero parecía que el destino nos enfrenta a cada rato.
Por IvanaLlegó el momento en que la novia tiró el ramo hacia atrás y todas las chicas solteras tratamos de agarrarlo.Decía la tradición que quién agarre el ramo, era la próxima en casarse.Para mí era solo un juego, no me interesa casarme.Luana se tiró sobre el ramo, voló por los aires como el mejor arquero atajando una pelota.Tiro al suelo a la chica a quién le había caído el ramo en sus manos.Luana no se enteró de nada, ni siquiera, que empujó a varias muchachas del grupo.Es mal educada y egocéntrica.-Sííí.Gritó.Nos sentamos todos en nuestros lugares.-Mira, me toca casarme a mí.Le dice a Willy, quién la miró casi con desprecio, eso me asombro.-No te confundas.Le contestó, bastante incómodo.-No cielito, de verdad nos tenemos que casar, estamos tan enamorados…-No jodas.Yo tendría vergüenza si mi novio me dijera eso, máximo estando delante de amigos, tampoco le insistiría sobre casarnos, pero ella quería seguir luciendo y hablando del ramo.-¿Ustedes no se piensan casar
Por IvanaCuando volvieron los chicos de la luna de miel, nos invitaron a cenar a su nueva casa, en realidad, aunque estaba totalmente remodelada, era la casa de los padres de Ludmila, se la regalaron a su hermano, ellos se habían mudado a un pueblo veraniego, les gustaba la tranquilidad.Esa casa, la del pueblo, estaba a nombre de mi amiga y así repartieron sus bienes entre sus dos hijos.Cuando llegamos, estaban sus amigos, me quedé tranquila, porque no estaba Willy, pero canté victoria demasiado rápido.Al rato llegó con su inmensa y exuberante novia.-Siempre último.-Ni me hables, siempre esperándola, es molesto esperarla todo el tiempo.Ok, se que no está cómodo con eso.Se me acerca, para seguir la ronda de saludos.Me da un beso bien cerca de la boca, casi en la comisura de los labios.Me quedé bien quietita y ruborizada como una colegiala.Estábamos en la terraza, era una agradable noche de primavera, que ya está próxima a terminar, para darle lugar al caluroso verano.-Chica
Por ivana-¡Cómo tardaron! Dijo, muy celosa, Luana.-Es qué tu novio quiso cerrar la reja y no podía.-¿Y vos sí?Ludmila se mataba de risa.-Aprendimos a abrir y cerrar esa reja, para poder escaparnos cuando éramos chicas, tiene una trampilla la cerradura.Dice muy suelta de lengua, Ludmila.-Dejá de contarle historias, que después aprende demás.Le digo yo, refiriéndome a mi sobrina.Brisa ya la había abrazado y llenado de besos.Es una divina.Sé que pasa por la casa de mi hermana algunos días, solo para preguntarles a mis sobrinos si necesitan algo.Lo llamé a mi cuñado para decirle que Any está conmigo, sé que se preocupa.-No quería que le avises, no le importo.-Any, ya basta, andá, que Ludmila te cuente otra historia.-Me encanta cuándo me cuenta sobre el día que Ariel encontró la almohada a lo largo, cubierta por el cubrecama y vos no estabas.-Cierto, lo había olvidado ¿Dónde habías ido esa noche?Le pregunté porque no recordaba dónde había ido.Todos escuchaban, sin poder
Por WillyHaberla encontrado después de tanto tiempo, movió todos mis sentidos, estaba hermosa, cuando la vi aquel día, cruzando la calle, le tiré la moto encima a propósito, quería llamar su atención.La reconocí inmediatamente, cuando me insultó, me divirtió mucho.Estaba preciosa, siempre lo fue.Tenía unos pantalones ajustadísimos, rojos y una blusa, escotada, roja con líneas negras, primero la miré, porque era una mujer hermosa cruzando la calle, pero en cuanto le presté atención, supe que era ella.La chica que iba siempre a comprar a la pollería de mi amigo y que a veces me la encontraba por ahí y siempre me miraba con cara de enamorada.La que un día me entregó su primera vez, en las escaleras de un edificio cerca de mi casa, creo que ahí vivía una amiga de ella o algo así.Nunca lo había hecho en ninguna escalera, no fue tan cómodo y supongo que para ella, que era virgen, debe haber sido más doloroso que si lo hubiésemos hecho en una cama.Eso lo pienso ahora, en aquel moment
Por Ivana.Cuando llegamos al departamento, casi mato a Ludmila por haber invitado a Willy.Se lo estaba reclamando, cuando habló mi sobrina.-Pero tía, fui a buscarte a la cocina y vi como se mataban con un beso.-Mentirosa, repetiste otro beso, después decís que no querés saber nada con él.Ludmila se reía ante su descubrimiento.-Bueno, sí, termino cediendo, me vuelve loca con sus besos y sus...caricias, pero tiene novia y le gusta otras clase de chicas, más grandes físicamente, altas, exuberantes, creo que hasta le gustarías más vos.-Ivana, escuchate, te besa a vos, te sigue a vos, te mira el culo cada vez que lo movés y se pierde como un idiota mirando tus tetas, tu cara y tus piernas.-Exageras.-No, es verdad.-De todos modos, tiene novia.-Sí.Admite mi amiga.-Una estupida que hace 8 años está estudiando para recibirse de docente, pobres sus alumnos, van a ser tan burros como ella, que no sabe ni expresarse y es totalmente hueca.-Pero pasaron toda la noche besándose.-Ivan
Por Ivana-Ahora que se fue ese que no es tu novio, pero moría por vos...me gustaría ocupar su lugar.Dice Agustín, mirando de reojo a Willy.Willy fulmina con la mirada a Agustín, quién lo mira con una sonrisa.Y alguien dice, retomando la conversación anterior.-Pero con preguntas tranquilas…-No vale, tiene que ser divertido.Comenzamos a jugar y le toca a Ariel contestar, la pregunta es fácil.-Si pudieras tener sexo con un famoso ¿Con quién sería?Brisa lo mira mal, pero no es comprometida la pregunta.-Con Angelina Jolie, la ex de Brad Pitt.-Elegís bien.-Siempre elijo bien.Dice, mientras le da un beso a su esposa.Le toca contestar a Brisa.-Si pudieras cambiar una cosa de tu cuerpo ¿Cuál sería?-Mis pechos.Dice Brisa.-Yo cambiaría tus tetas, tu altura y hasta tus caderas.Luana siempre es muy despectiva con los demás y no le importa herir los sentimientos de las personas.Es increíble que ellas hayan sido mejores amigas.-Sos una desubicada, ella es perfecta como está.Le
Por WillyCuando jugamos a verdad consecuencia, quería que me dijera que yo había sido lo más importante de su vida, no sé porque necesito tanto eso.Soy un adulto, sé que tuvo otras parejas, no demasiadas, estoy seguro, pero de todos modos ese tema me molesta un poco.Cuando su ex nos encontró besándonos, me alegré, no creo que haya sido muy importante en su vida, se nota, por sus propios dichos.Por cómo lo defendió ante Ludmila, debió ser importante en su vida ese rubio de pelo largo y eso… me vuelve loco, no quiero pensar que lo tuvo en su corazón y en su mente tanto tiempo.Por eso ahondo tanto, necesito que me diga que yofuimás importante para ella, aunque no podemos vivir del pasado.Por eso la quiero en mi presente.Cuando jugamos, más tarde, a las cartas, sacándonos la ropa, moría por verla, parezco un idiota que nunca vio a una mujer semidesnuda.Agustín está detrás de ella, lo presiento, cuando se sacó su minifalda y se quedó en tanguita, tenía ganas de agarrar a trompadas
Por willyMis manos la desvistieron de prisa.Estábamos en el sillón, no llegamos a mi habitación.La besé con unas ansias locas, le recorrí todo su cuerpo con mis besos y ella hizo lo mismo, era nuestro momento, tan esperado, tan ansiado y ahora era tan real.La penetré de una estocada, con desesperación.Quería estar dentro de ella.La necesitaba, no estoy seguro de lo que me sucedía con Ivana, pero sé que lo que siento es distinto a lo que sentí por el resto de las mujeres que tuve en mis brazos.Desbordamos de tanta pasión.Sentir sus pezones, erectos, me llevaban a otra dimensión y sus pechos tan suaves me hacían delirar.Su culo era tan redondo, tan parado y sus piernas me volvían loco, ésta mujer es perfecta, se acopla a mi forma de amar, realmente deliramos con tanta pasión, que parecíamos hechos el uno para el otro.Es el recuerdo que tanto ansiaba recuperar.Nunca viví algo tan intenso.Por fin llegamos a mi habitación.Seguíamos hambrientos.Después de volver a besarnos con