Por willyMis manos la desvistieron de prisa.Estábamos en el sillón, no llegamos a mi habitación.La besé con unas ansias locas, le recorrí todo su cuerpo con mis besos y ella hizo lo mismo, era nuestro momento, tan esperado, tan ansiado y ahora era tan real.La penetré de una estocada, con desesperación.Quería estar dentro de ella.La necesitaba, no estoy seguro de lo que me sucedía con Ivana, pero sé que lo que siento es distinto a lo que sentí por el resto de las mujeres que tuve en mis brazos.Desbordamos de tanta pasión.Sentir sus pezones, erectos, me llevaban a otra dimensión y sus pechos tan suaves me hacían delirar.Su culo era tan redondo, tan parado y sus piernas me volvían loco, ésta mujer es perfecta, se acopla a mi forma de amar, realmente deliramos con tanta pasión, que parecíamos hechos el uno para el otro.Es el recuerdo que tanto ansiaba recuperar.Nunca viví algo tan intenso.Por fin llegamos a mi habitación.Seguíamos hambrientos.Después de volver a besarnos con
Por IvanaEstábamos trabajando sin parar, viendo página tras página de China, fábricas a donde ir, tratando de aprender palabras, aunque sean mínimas, en ese idioma que nos resultaba bastante difícil, aunque Ludmila tenía bastante facilidad para los idiomas, mucha más que yo.También estudiamos los planos de las calles de esa ciudad y las distancias que había entre el hotel en donde nos íbamos a hospedar y las distintas empresas, de todos modos es solo un repaso, porque eso lo habíamos visto antes de contratar el hotel.Nos estamos metiendo en un lugar desconocido, una cultura distinta, pero si hacemos las cosas bien, económicamente, nos salvamos para siempre.Vamos a invertir gran parte de nuestros ahorros.Golpean la puerta de la sala en donde estábamos, qué es la que usamos como sala de reuniones y da directamente a nuestras oficinas.Yo estaba sentada sobre la mesa, con las piernas cruzadas en una posición tipo yoga y Ludmila estaba despatarrada en el sillón, con sus piernas apoya
Por IvanaCompramos ropa para nosotras, regalos para todos nuestros amigos, también para mis sobrinos. Ludmi le compró una triquini a Any, que me parece que es para chicas más grandes, pero ella insistió.Le compré unas camisas, divinas, a Willy y un reloj de una marca suiza.Ella le compró uno parecido a Walter.La diferencia de precio, con nuestro país, era terrible.A pesar de todo, nos divertimos.La cultura era totalmente distinta a la nuestra, había cosas que nunca llegaría a comprender, otras que me encantaron.Era un pueblo muy adelantado en algunas cosas y por otro lado tenían costumbres arcaicas. Hablamos poco con Willy, pero juro que quiero ser positiva.No tendría que haber cambiado nada, solo fueron 20 días.Tampoco es la tercera guerra mundial.El viaje, a la vuelta, también estuvo lleno de arcadas y vómitos, por mi parte, claro está.Ludmila, cuándo subimos, le coqueteó al comandante y terminamos por conocer la cabina del avión.Otra anécdota con mi loca y querida ami
Por IvanaYa habían pasado unas cuantas semanas, medía todo en semanas, como el obstetra medía mi embarazo.Tenía 20 semanas de embarazo, casi no se notaba que estaba engendrando un hijo dentro mío.A él no lo volví a ver.Viene seguido por nuestra empresa, pero por trabajo.Siempre preguntaba por mí y quería verme.Ludmila le decía una y otra vez que yo no quería verlo.Algunas veces le decía que yo no estaba.Hubo un documento que sí o sí teníamos que firmar las dos.Willy traía los documentos de la aduana.Citamos a Fernando, nuestro abogado y firmamos los documentos, en mi oficina, yo no me levanté y nadie vio mi vientre.Fue rápido.A él no lo miré.Salieron todos.Al rato, Willy se coló en mi oficina, me agarró desprevenida.Yo tenía calor, aunque no lo hacía, me desabroche la camisa y de la musculosa que tenía por debajo, sobresalía mi busto, que estaba mucho más grande.Entró y se lo quedó mirando.-¿Qué te hiciste?Me pregunta señalando mi pecho.La puta madre.-No te hagas i
Por WillyNo pude arrancar la moto, me temblaban las manos, las piernas y las rodillas.Los sigo mirando, cuando escucho que una preceptora maltrata a Any.-¿Señorita, que significa que un hombre la viene a buscar en moto?-Es el novio de mí tía.-¿Cómo sé que no me está mintiendo?-Es un viejo.Me hace gracia, un viejo de 28 años.Me bajo de la moto y me acerco, como un adulto responsable.Me presenté, ante la preceptora.-Buenas tardes, soy el novio de Ivana, la tía de los chicos.La mujer me mira, acomodándose el pelo y me sonríe seductoramente.-Dejá de mirarlo con cara de babosa, él no te va a dar bolilla.Le dice Any, a la preceptora, dejándola en evidencia.-Sos tan maleducada como tu tía, la quiero mañana acá, esta vez me va a escuchar.-Ella no puede venir mañana, pero puede mi otra tutora, Ludmila, vas a aprender quien es mal educada.Me río, se le enfrentó a la preceptora, que por lo que escuché, ya tuvo una agarrada con Ivana y si viene Ludmila, no la molesta nunca más o l
Por IvanaPasan las semanas lentas y a la vez rápidas.Es muy inverosímil como sucedió todo.El embarazo se me hace eterno y a la vez ya falta poco para que nazca mi bebé.Voy a tener una preciosa princesa.Estoy muy ansiosa.Tengo casi todo para la llegada de mi hijita.Es que me faltaba un poco más de dos meses y tengo miedo que se adelante o de no poder andar mucho el último tiempo.Tenía el bolso preparado, es una exageración, pero nunca se sabe.Al ser primeriza y no tener amigas con bebés, surgen dudas y quiero estar preparada para lo que pudiera suceder.El departamento estaba lleno de cosas del bebé.Ludmila es una exagerada ¿Lo saben, no?No dejó de comprar cosas para mi bebé.Le preparamos una habitación.Lo único que falta, es armar la cuna, nosotras no lo pudimos hacer, tenemos que esperar que vengan Ariel, o Walter.La cuna está en el medio del living, a medio armar, con un cartel, que Ludmila se tomó el tiempo de preparar, y dice FABRICANTES PUTOS.Me da risa.Todavía no
Por IvanaMe lo repito una vez más, yo no soy su amor.Esa era mi angustia, por eso lloraba.Mierda, una contracción, no en este momento, no ahora.-¿Qué te pasa?Yo estaba controlando mi respiración, no le pude contestar.-Ludmilaaa.La llamó a los gritos.Ludmi vino enseguida, me dio la impresión de que estaba detrás de la puerta, no quiero pensar que lo estaba.-Ya pasó, fue una contracción, en este tiempo del embarazo, es normal.Le contesté cuando pude hablar.-¿Te duelen?-Un poquito, casi nada, pero se me queda dura la panza, me quiero recostar, 5 minutos, no más.Ludmi me sacó los zapatos.-Gracias amiga, necesitaba eso.Me acomodé en mi cama.-En cinco minutos estoy como nueva.-¿Cuándo es la fecha para que nazca?-La tercera semana de enero.Le contestó a Willy.-¡NO! Grita desde afuera.-Ya sabés que va a nacer para mi cumpleaños.Los dos nos reímos.-Va a ser la madrina.-Nunca lo dude ¿Y el padrino?-No sé, no se lo dije a nadie, estoy entre mi cuñado y Ariel.No se quej
Por IvanaEn la semana siguiente no supe de Willy, él todo lo trataba con Ludmila.No me llamó por teléfono, ni me había buscado.Yo no podía más con mi vida, me sentía humillada ¿Por qué se pasó la noche hablando con esa chica?Yo era invisible para él.En mi celular, sonaba una canción muy vieja, la escuchaba cuando él salía con aquella chica grandota, y siempre que lo cruzaba con alguien más o cuando no lo veía por un tiempo, le di repeat y seguía escuchando una y mil veces esa canción y claro, yo lloraba y lloraba.Me recordaba a esas tardes de domingo, hace 10 años, cuando tomaba sol, esperando que se hiciera la hora de ir a bailar y después me lo cruzaba con… Marita, creo que así se llamaba y luego no lo vi más y vino Luana y después la secretaria y después esa chica con la que habló toda la noche, ignorándome, pero jurándome su amor…Sentía impotencia, odio, bronca y sobre todo mucho dolor.Volví a poner Quereme por Sandra Mianovich. Era la décima vez que la escuchaba.la canc