La sola caricia de sus manos en mi cabello me hacía recordar aquellas tardes donde siempre recostaba mi cabeza en el regazo de mi madre, sentía el pasto verde y frio entre mis dedos. Los rayos del sol chocar en mi rostro y los dedos de mamá acariciando cada hebra rubia de mi cabello.
En este momento no es ella quien lo hace, en este momento es mi querida abuela quien se encarga de ello.
Han pasado tres días desde que Bajhor volvió a casa, yo por mi lado, aprovecho estas mini vacaciones en casa de mis abuelos. Mark, Gareth y mi tía se encuentran en el jardín con mi abuelo, yo por mi lado me encuentro en la sala, viendo la tele con mi abuela mientras comemos maní.
–Frida –escucho su voz y paso a mirarle. –Solo quiero que sepas, que si Abdón se atreve a perjudicarte, tu abuelo y yo, no nos quedaremos de brazos cruzados y déjanos protegerte, ¿Vale? –le miro fijo. –No cometas el mismo error de tiempo atrás, esconderte de tu familia, eso somos, tu familia y cu
Todo pasa tan de prisa que ambos nos desnudamos con las manos echas un lio, solo las lámparas de mi habitación alumbran el espacio y esto se vuelve más íntimo. Su boca se encuentra con uno de mis pezones y la succión logra que mi cuerpo se erice ante su acto y jadee repetidas veces, siento la garganta seca, mis manos sudorosas y mi piel erizada.–Eres mía, Frida –dice de pronto, dejando un camino de besos desde mis senos hasta mi mentón. –Y eso ya no será un secreto para nadie –tomo su rostro entre mis manos y le miro fijo. –Toda mi familia sabe que eres la mujer que amo y que no tengo intenciones de dejar de hacerlo.–Bajhor... –este me da una estocada que me hace gemir y ríe por ello. –Te odio.–Sé que no –una estocada más y oculto mi rostro en su cuello. –No me odias Frida, tu...–Te amo, si, si –digo con prisa y este vuelve a reír.Bajhor con esa agilidad que tiene logra que caiga de espaldas sobre el colchón y sus dedos acarician mi cabe
Annie Kayenston.Todos me observan, como si buscaran las palabras necesarias para darme algún tipo de aliento, pero realmente yo me siento bien, no me siento moribunda y eso es lo más importante en este momento.– ¿Crees que es una buena idea? –observo a mi padre, ese hombre tan cariñoso y amoroso que no ha dejado de llorar desde la noticia. –Ella está muy pequeña, creo que deberías dar lo mejor de ti hija, quizás buscar una solución, quizás... –levanto la palma de mi mano izquierda y lo detengo, le doy una corta sonrisa.–No dejare que mi pequeña hija vea a su madre sufrir en cama y mucho menos verme perder el cabello, perder peso y verme débil, puedo obtener tratamiento, pero solo tengo un 10 por ciento de que resulte a mi favor, el otro 90 por ciento lo lleva de delantera este jodido cáncer, papá –este no puede evitar sollozar e irse de la sala.–Tienes razón hija –comenta mamá. –Pero ta
– ¿¡Que!? ¿U–usted me está proponiendo, s–sexo? –el menor Hunther se ríe con cierta picardía y se inclina más a ella y asiente. –Por favor joven Bahil, déjeme tranquila, no me atormente.– ¿Te atormento, Grecia?Aquello me hace esbozar una sonrisa y de inmediato hago aparición para ayudar a esa pobre mujer que esta que se desmaya.–El casanova menor de los Hunther, vaya, vaya –este voltea a verme y sonríe, Grecia de inmediato oculta su rostro entre sus manos, Dios, es tan dulce. –Ya deja a esa pobre mujer, adonis.– ¿Ups? –sonríe con esa picardía nata que tiene y voltea a ver a Grecia, esta le mira entre los espacios de sus dedos. –Nos vemos pronto, mi hermosa Grecia –le guiña el ojo y luego pasa a verme a mí. –Sera mía, ya lo veras –aquello me hace abrir la boca de par en par y luego me echo a reír. –Nos vemos cuñadita.–Adiós, Bahil.Me pasa a un lado y se marcha, yo me acerco hasta donde se encuentra Grecia y esta exhala todo ese air
Bera cantando en:321…–Háblame de ti, cuéntame, de tu viiidaaa –suspiro. –Sabes tú muy bien, que yo estoy, convenciiiidaaa –revoloteo los ojos. – ¡DE QUE TU NO PUEDEEEES, AUNQUE INTENTEEES, ¡OLVIIIDARRMEEE! –Yisus, ayúdame... –Siempre volverás... Una y otra vez… Una y otra veeeez, siempre volverás –esto no puede ser. –Aunque yaaaa no sientas más amor por miiii, solo rencor, yo tampoco tengo nada que sentir, y eso es peoooor – ¿Cómo diablos Bera canta perfectamente esta canción? –Pero te extraño, también te extrañoooo, no cabe duda que es la verdad que la costumbreeeee, es más fuerte que el amoooor, ¡Te amo, Timothy Hunther! –Y colapso la mujer...Mark y Bera han estado en plan despecho mientras que yo solo me dedico a tomar y calarme a este par cantando y cantando, lo más fuerte es que las personas lo disfrutan y les pide que cante otra y otra más. En esto nos l
Esa sonrisa bobalicona y hermosa que se forma en sus labios, me encanta.–Fuiste tú –dice. –Quien revivió todos estos sentimientos en mi –estamos por volver a tierra firme, suspiro aliviada, se demoró un momento por ir bajando, un paseo corto, pero hermoso. –Y créeme Frida, todo mal pensamiento, todo aquello que no me hacía creer en el amor, que no me orillaba a enamorarme de alguien, tu, lo arrebataste por completo –estamos nuevamente en tierra firme.Me acerco a él, logrando así unir mi frente a la suya, con mi nariz juego con la suya, este sonríe y verlo sonreír de ese modo es tan bonito. Sus labios rozan los míos, luego un beso más profundo y yo no puedo evitar temblar, quizás emoción, quizás amor, no lo sé, pero cada sentimiento con él a mi lado es más que suficiente.–Gracias... –digo con su rostro cerca del mío. –Gracias por acercarme a mi madre, la sentí tan cerquita de mí, y todo gracias a ti, Bajhor.–Por ti todo, Frida, hasta morir por t
Estoy con la mirada fija al techo, el sonido del agua de la pecera en parte me calma y hace que no piense tanto en lo ocurrido. Gracias a Grace y su amiga Pierina el apartamento volvió hacer el mismo, en cuanto ellas se fueron pedí a la secretaría del edificio que mi cerradura fuera cambiada y que fuera una más digitalizada. No volveré a soportar que Abdón se salga con la suya y haga un desastre mi apartamento.Por otro lado, por el otro maravilloso lado tengo la repentina invitación a la fiesta de mis hermanos, con tanta cosa ni siquiera me percate que es en dos días, es para este fin de semana y hasta ahora es que pretenden que sea parte de ello. Abro mis ojos de par en par al escuchar el timbre de casa, pero no es un timbre tocado con normalidad, no, parece que nunca han tocado uno y lo hacen con tal desespero que para evitar que lo sigan tocando, me levanto con prisa y voy hasta la puerta para abrirla.Lo hago...– ¡¿Estas bien?! –Mark me toma de los
–Llegamos señor –comenta Miguel, volteo a mi lado, observo el frente del lugar donde realizan la fiesta.Bajhor baja al igual que Miguel, yo espero por que abra mi puerta y al hacerlo tomo su mano, me apoyo de ella y el chofer esperara por nosotros hasta que volvamos a casa.Un arco de globos dorados y transparentes adornan la entrada, a los costados unos hermosos arreglos florares de rosas blancas y rojas, un par de hombres fortachones en traje con unas carpetas en sus manos.– ¿Qué es esto? ¿La fiesta de los Jenner – Kardashian? –Bajhor ríe y le miro. –Que exagerados.– ¿Estas preparada? –asiento. –Bien, vamos.– ¿Cómo sabes lo de Grace? –pregunto nuevamente, él sabe que no parare hasta saber.–El día de la sorpresa, que Balián se marchó de pronto, se encontró con ella, al parecer estaba tomada, discutieron por lo que él me medio conto, pero no con tanto detalle, en medio de todo eso, Grace hablo, le contó lo sucedido, no me entere ha
Bajhor HuntherHace ya unos minutos que Frida se marchó con su padre, para mi suerte en este momento, he coincidido con algunos conocidos y me encuentro parloteando con un par de amigos. Mi copa vacía y tomo una más, me doy un sorbo y al llevar mi mirada a un lado la veo venir, es muy obvio que me está buscando, yo para evitarle eso, me disculpo con quienes hablaba y me acerco a ella, es notorio su alivio al verme.– ¿Todo bien? –me da una mirada fija. – ¿No?– ¿Cómo puedo tener un padre monarca en esta época, Bajhor? –entrecierro mis ojos, no paso a comprender mucho. – ¿Crees que podríamos irnos? No me siento bien en esta fiesta.–Si claro amor, no hay ningún problema –Frida me abraza de pronto, yo la rodeo y la apretujo a mí.–Fabian es un completo idiota –comenta, se aleja un poco. –Yo nunca te dejaría –sonrió y paso acariciar su cabello con mi mano libre.–Yo no te permitiría que tú me