El sabor de su beso era dulce, pero lo dulce era realmente opacado por lo adictivo, flameante e intenso que llega hacer. Sus manos no dejan de apretujar mi trasero, en reiteradas ocasiones Bajhor ha sido capaz de robarme el aliento y no sé cuantos minutos llevamos encerrados en este cuartucho.
Mis dedos quieren enredarse en las hebras de su cabello, quieren tirar de él y hacerle saber que yo también sirvo para dominar. Pero esa idea lo hecho a un lado, hecho a un lado esa opción y esas ganas, porque lo menos que quiero es que todos se den cuenta de que algo malo ocurrió en el cabello de nuestro jefe. Así que solo me dedico a succionar su labio inferior y morder ligeramente para que sienta las ganas que me está invadiendo el cuerpo entero.
Sus besos logran arrebatarme el poco sentido que me queda y la poca cordura. Estoy a tan solo un empujón de deshacerme de toda mi ropa y simplemente follárme
Aquel recuerdo se pasea vagamente por mi mente, y siempre que me encuentro a Bera intento que ella no me ayude. Es como si quisiera remediar las cosas del pasado y la verdad es que yo deje eso a un lado. La castaña de cabello corto voltea a verme sonriente, observo a Mark, el único que sabe por qué esta chica y yo somos conocidas, algo así como amigas, pero no las mejores.Bera tiene unos ojos ambarinos muy hermosos, una nariz respingada y un rostro de niña aunque no lo sea. Tiende a parecer una muñeca de porcelana, Mark es uno que siempre lo decía, Bera tiene un cuerpo precioso y llama mucha la atención, claro, con senos operados quien no, es lo único que le envidio, ji.– ¿Qué te parece este?– ¡Ay por dios! ¿Tú lo diseñaste? –Mark corre hasta ella y Bera sonriente asiente. –Desearía ser mujer, de verdad –lo
Quisiera arrebatarle esa sonrisa arrogante que tiene plasmada en sus labios, quisiera lanzarle el tenedor directo a su cara, que le dé con todo, pero, por otro lado, quisiera borrarle esa sonrisa plantando mis labios en los suyos. No sé cuántos gemidos me han brotado de los labios, no se cuanta es mi humedad, no llevo la cantidad de palpitaciones en mi intimidad, no sé si quiera que hacer en este momento.Él tiene tranquilidad, no está sufriendo como yo, pero sé que lo disfruta en cada momento que de mis labios sale un gemido que me cuesta retener, solo me mira de reojo y una sonrisa de boca cerrada se forma en sus labios. Me tiene sufriendo, me tiene casi que convulsionando de placer y esto no es justo, no me parece justo el hecho de que yo este jadeante, mojada y con un jodido vibrador en mi vagina y él este allí simplemente disfrutando su comida.Así que opto por mi artillería
– ¿Disfrutando? –pregunto, comienzo a moverme suavemente sobre él, observo como cierra sus ojos, puedo sentir la tensión que ahora lo comienza a recorrer.–Frida, se supo…nia que yo…– ¿Qué tú me darías placer? –me mira fijo, relame sus labios y asiente. –Alguien me dijo que se quería quemar conmigo, ¿Pensaste que llevabas la delantera por lo del restaurante? –lo veo sonreír, debería ser un pecado que ese hombre sonría de ese modo. –Llevas un punto a tu favor por las pinzas, porque me escuecen, carajo –suelta una carcajada. –Pero estabas muy equivocado si lograrías llevar tus riendas, amor –intento decirlo del mismo modo que él, me acerco hasta su rostro. –Bienvenido a la hoguera, Bajhor Hunther –susurro cerca de sus labios.Dejo un casto beso en sus labios y co
Siento un ligero rozar en lo largo de mi espalda, me abrazo más a la almohada y el roce de sus dedos logran que una sonrisa se forme en mis labios. Volteo mi cabeza a un lado, allí donde puedo contemplarlo de lleno, este tiene su mirada fija en mi espalda, observa como sus dedos están en un vaivén, yo no dejo de mirarle, se ve concentrado en lo que hace, después de unos segundos sus grises encuentran mi mirada, una corta sonrisa se forma en sus labios.Silencio, nos quedamos aquí, en silencio, él mirándome mientras se entretiene dándome dulces y calmadas caricias en mi espalda, yo me quedo disfrutando de su cara somnolienta, de sus ojos achinados y como siempre ese rostro fresco. Estiro mi brazo y mi mano ahueca su mejilla izquierda, su barba baja me causa cosquillas en la palma de mi mano, mi dedo pulgar roza su labio inferior.Bajhor acorta la distancia y une sus labios en los míos, n
Y si, aun no tengo suficiente de él, como él no lo tiene de mí. Se coloca sobre mí, abro mis piernas para que se acomode entre ellas, siento como su pene se erecta al hacer contacto con mi intimidad cálida. Mis manos recorren su espalda, suavemente clavo mis uñas en su piel y las deslizo lentamente, un gruñido brota de sus labios y un jadeo del mío, sus dedos se adentran a mi cabello y tira de este un poco.Sus dientes mordisquean un poco mi labio inferior y luego pasa a succionarlo, los movimientos de su cadera me dejan noqueada, este sonríe y estoy muy segura que es por sentir la humedad que ha logrado en solo segundos. Se aleja y me mira muy fijo, ¿Qué es ese destello en sus ojos? ¿Qué es esa mirada que me brinda? ¿Por qué mi cuerpo se siente tembloroso?Su móvil de pronto comienza a sonar.– ¡Maldición! –se in
La tensión es inmensa, larga y tirante. Se suponía que debía salir de la oficina de Bajhor, pero la puerta fue cerrada y en este momento me encuentro siendo parte de este pequeñito problema familiar.Balián, Bahil y Bajhor están cuchicheando muy lejos de la chica de cabello pelinegro y de mí. Esta juega con su goma de mascar y se entretiene viendo una revista. Tiene el cabello a lo alto de sus hombros, es lacio y recto, tiene estilo para vestirse claramente, su piel es algo pálida y es idéntica a él, a Bajhor. Sus ojos, no son como los de Bahil y mucho menos los de Balián, no, los de ellas son del mismo color de Bajhor.La noto alzar la mirada y me mira fijo, hace una burbuja con su goma de mascar y al explotarse, esta sonriente me mira y me guiña, vuelve a su revista. Me las ingenie para ocultar a Camilo y que nadie lo viera, volteo a mi lado y los chicos no hacen el jodi
–Mark, te sabes todos los chismes de los Hunther, ¿Y no el de Varsha? –Mark asiente mientras toma de su taza de chocolate.–Lo único que se sabe de la menor de los Hunther es que fue llevada a vivir a España porque ella quería aprender otro idioma y acoplarse a otras costumbres –mentira, la chica ha dicho que ya no soportaba estar allá y es obvio que yo sé todo, y no, no diré nada de lo que Bajhor me conto.–Es preciosa –digo, en ese momento mi tía aparece con un trozo de su mejor pastel de chocolate, yo me acomodo en mi lugar. –De verdad, que ella comparte los mismos ojos de Bajhor, bueno todo.–Es irritante –dice Mark, pero luego sonríe. –Pero todo un cargamento de risas, tiene unas ocurrencias, sabes que llevo años con los Hunther y aquel tiempo ella iba de la mano de nuestro jefe quien era un simple aprendiz
Bajhor HuntherDebo ya dejar de buscar excusas, debo ya de inventarme estupideces para venir con ella, ¡Ya debo dejar de querer quemarme con esta mujer! Solo fue una jodida noche, una sola y todo el organismo me respondió de la mejor manera, ¿Qué si fue estupenda? ¡Por Dios, fue la gloria!Estaba tranquilo practicando mi rutina nocturna de ejercicios y la noche anterior se me paseo por la mente, creí que Frida iba a declinar cada prueba que le ponía, resulto que es más astuta y decidida que yo.Soporto el vibrador en toda la cena, no se dejó doblegar ni por un segundo y cuando su hermoso pie fue a parar en mi miembro ya no había nada que me detuviera con todo lo que tenía en mente. Desde un principio y desde que probé sus labios quise llevarla de regreso a la habitación, pero al momento de llegar y estar en casa,