Es algo ilógico, es muy ilógico el hecho de que el frio sea muy intenso cuando está saliendo el sol por la mañana. Pero en esta ocasión ha cambiado un poco el frío, en este momento no lo siento tan intenso, gracias a la manta que Aurora me dio por la noche.
Otra cosa que me sorprendió, fue el hecho de que ella dejara la carpa abierta para quizás darme un poco de compañía. ¿Qué le creo? No en su totalidad, este momento lo menos que debo hacer es confiar, pero si ella tiene un plan para escapar espero sea cierto, porque no aguanto más, no soporto ya tanto dolor en mi cuerpo.
Mis piernas duelen, mis muñecas arden, mis pies, mis pies no soportarían una caminata más. Abdón se ha aprovechado de todo este secuestro para hacerme saber que él es el poderoso en esta ocasión. Sus golpes han sido brutales, han si
Mi hermano me mira fijo y pasa agachar la mirada.–Tengo eso jodida mierda llamada, dependencia, y dependo tanto de ella –suspira. – ¿Arrepentirme? –chasquea y niega. – ¿Cómo podría arrepentirme de conocer al amor de mi vida, Balián? –sus hombros comienzan a temblar, este agacha la cabeza, su llanto brota. –Eres un hombre fuerte, tan fuerte hasta que llega una mujer que te enseña a ser lo contrario, que te hace sentir maravillas, que te hace vivir la vida a flor de piel, una mujer que rompe todo hielo en ti y te vuelves un jodido sentimentalista de un momento a otro –vuelve a mirarme. –Eso me ha pasado, y no tienes la jodida idea de cómo no quiero llorar, de cómo quiero dejar de tomar y centrarme en buscarla, pero me desquicio de tan solo pensar como la está pasando, y me derrumbo.–Pues déjame decirte que estás haciendo
Tomo asiento junto a Valentín Hunther, no veía a mi abuelo desde que ocurrió lo de Frida, este de inmediato toma mi mano y acaricia el dorso de esta, mi abuelo es todo lo contrario a mi padre y tíos, es el más cariñoso y de un modo u otro, tengo eso de él.–Todo va a estar bien hijo –comenta, yo asiento levemente. –Clayc te ayudara en todo, ya lo veras, solo por favor, no tomes más, ¿Bien? –sonrió de lado asiento.– ¿Dónde está Timothy? –la puerta se escucha y aparece.–Aquí, primo.–Bien, estamos todos, ¿No?–No, aun no –observo a Balián, entrecierro mis ojos confundido. –Falta otra persona, esperemos unos segundos, ya está por llegar.Todos nos quedamos en silencio, incluso Bahil y Varsha que cuando están juntos no dejan de discutir y de
Frida Kayenston.Correr, correr, correr, era lo único que hacía en este momento, por mi parte yo no podía más, pero Aurora me alentaba y retomaba fuerzas que no tenía y continuo la andada.Y era cierto, la condenada de Aurora sabía muy bien qué camino tomar, le hizo una jugada sucia a Abdón mientras este me llevaba arrastras. La peli oscura fue haciendo diminutos tallados al pie de los árboles que solo ella podía entender, por lo que me contó, solía irse de excursión con su padre y lo aprendió de él.Hemos corrido tanto que sé que estamos muy alejados del lugar donde nos encontrábamos, pero de pronto ambas nos detenemos en seco al escuchar el sonido de un disparo. Ambas nos vemos, no decimos nada, de seguro es Abdón quien viene pisándonos los pasos.–Mierda –susurra Au
– ¿No es agradable? –comento, volteo a mi lado, Aurora hacia lo mismo miraba al techo. –Nos ayudara, estamos cerca de salir de esta pesadilla.–No te quiero dejar sola –comenta, voltea a verme. –Que, si Abdón llega a esta cabaña, Frida, podría acabar contigo.–Seamos positivas, todo saldrá bien, sé que Lord cuidará de mí.–No es suficiente –Aurora se acomoda de lado en su totalidad, me mira fijo. –Dejare un arma que llevo conmigo debajo del colchón, ¿Bien?– ¿Qué? –digo casi sin aliento. – ¿Tienes un arma? ¿Cómo Abdón no se dio cuenta?–Nunca reviso mis cosas –se encoge de hombros. –Pero la dejare para ti, así te protegerás y yo me iré más tranquila con ese tal Daniel ¿Bien?–Es guap
Quedamos un momento en silencio, la familia de Frida procesa la información que recién les he dado, me acerco a Mark, coloco mi mano en su hombro este me mira.– ¿Cómo esta ella? ¿Tu madre? Con todo esto de Frida, lo olvide por un momento.–Está bien, señor, aun no acepta el que no pueda movilizar unas partes de su cuerpo, pero dice estar feliz porque está viva.– ¿Sabe lo de Frida? –Mark niega. –Es lo mejor, no podemos preocuparla, merece recuperarse, buscare los mejores especialistas para que reciba terapias, ¿Bien? –Mark niega y sonríe.–Descuide señor, Gareth se le adelanto –sonrió ante ello. –No se ha despegado de nosotros.– ¿O de ti? –Mark sonríe y asiente. –Gareth es un gran hombre, y sé que ambos sea lo que sea que tienen, les resultara muy bien
Annie la observaba fijamente y cada cierto momento una sonrisa se formaba en sus labios. Una mano se entrelaza a la suya y al voltear observa a su padre, mirando en la misma dirección que ella hace un momento observaba. – ¿Por qué sonríes, hija? –su padre voltea y le mira fijo. –Desde hace un momento solo le miras y sonríes. –Verla me pone feliz, papá –Annie se encoge de hombros, continua. –Frida sonríe y le alegra la vida hasta la persona más amarga del mundo, su risa es estruendosa, su cabello rubio brilla como si se tratara de un campo de trigo, Frida será feliz papá, mi hija será feliz junto a un hombre que valorara sus sentimientos y el hecho de como ella es. – ¿Y cómo es Frida? –Annie lleva la mirada a su hija y una vez más sonríe. –Hermosa tanto por
– ¿Cuánto más debo soportar? –digo con mi voz afligida, con ese nudo que no me deja hablar muy bien. –Estoy cansada, todo me duele, todo me agobia, ¿Cuánto más? –me abrazo aún más, lloro con más intensidad, oculto mi rostro entre mis manos, evito hacer ruido, ese dolor en el pecho es más fuerte. –Mamá, te extraño –susurro. –Me amo, me quiero, pero esto es tan doloroso.Un estruendoso trueno se escucha y me ovillo más en mi lugar, tantos pensamientos, tantas cosas pasando por mi mente, tomo una bocanada de aire, la dejo salir con calma. Lo repito una vez más, ese dolorcito en mi pecho comienza hacer menos doloroso, es como si de pronto una calma comienza abrazarme y todo el dolor que estaba sintiendo comienza hacer más y más leve.Siento mis ojos pesados de pronto, mi cuerpo pesado por el cansancio, dejo
Al verla esta me da una corta sonrisa y en cuanto escuchamos a Daniel que ya todo está listo, los tres, junto a Lord salimos de la habitación. Los gritos de Abdón son insoportables, los golpes a la puerta, no deja de repetir una y otra vez que sabe que estamos acá, que abramos la puerta, que somos unas zorras y un montón de cosas que pueden salir de la boca de ese mal nacido.Ya en la primera planta, comenzamos a caminar con mucho cuidado, por suerte Abdón no puede ver al interior, porque todas las ventanas están bloqueadas. Gracias a que de seguro como es una cabaña que está en la nada, deben cuidar de esta y estas ventanas tienden a tener una de seguridad del lado de dentro y Daniel por suerte las pudo cerrar todas y estas no permiten ver al interior.Un crujido nos hace detenernos y voltear, es claramente la puerta, Daniel nos apresura, Lord comienza a gruñir con más intensida