— ¿Que cosa? —llevo mi mano hacia mi frente, recordando el raspón que aún se encuentra en ella —. Ah, eso es solo un problema que tuve en el trabajo—No puedo decirle que fue un colapso.«Muy buena Roy, comenzando con las mentiras. Vas por muy buen camino campeón…», ignoro esa voz molesta para llevar mis manos hacia sus caderas.Rompo cualquier tabú que haya tenido en algún momento, uno que me haya impedido acercarse a ella para dejarme llevar por fin. Cómo nunca lo he hecho en toda mi vida. Acerco su cuerpo al mío, hasta el punto donde lo único que nos separan son los centímetros entre nuestras bocas.— ¿Qué estás esperando tonto, una invitación acaso? —murmura contra mis labios.Tomo eso como el impulso que necesito para llevar mis labios hacia los suyos con suavidad, recordando claramente que debo ser delicado por su mejilla amoratada. Siento cómo lleva sus manos desde mi nuca hasta que llega al nacimiento de mi cuero cabelludo, succiono con suavidad su labio inferior en los míos, l
No pude controlarme, en el momento en que vi llevarse el chocolate que quitó de mis labios a los suyos, algo se encendió en mi interior. Para cuando fui consciente ya me encontraba a horcajadas sobre él robándole otro beso, ya que con uno no me bastó.Un jadeo sale de mis labios al sentir cómo su lengua se encuentra conmigo en el medio, y si le sumamos el chocolate que se tengo en mi boca se siente tan espectacular. No tengo idea porque jamás se me había ocurrido hacerlo con nadie, solo con él sentí esa necesidad de probar como se sintiera esto.Posicionó mis manos sobre sus hombros mientras las comienzo a pasar suavemente desde ahí hasta que llegó hasta la parte posterior de su cuello, dónde las dejo mientras muerdo suavemente su labio inferior, sonrío internamente al escuchar el gruñido que sale de sus labios al momento que hago esto. Llevada por el deseo, me muevo en su contra, lo cual no resulta como esperaba porque siento ese maldito golpe en mis putos ovarios.«¡Simplemente espe
—Aubrey, no podemos… —murmuro a unos cuantos centímetros de sus labios.— ¿No podemos hacer qué? Tienes que ser más específico cariño.Traslada sus manos de mi pecho hasta mi rostro; comienza a pasar suavemente sus dedos por encima de mis labios. Abro por inercia mis labios atrapando uno de sus dedos entre mis dientes, ella sonríe para luego acercarse más a mi cuerpo mientras lleva su otra mano de mi pecho hasta mí la parte posterior de mi cuello.—No sabía que eras tan juguetón mi vida… —dice a unos cuantos centímetros de mis labios liberando su dedo.Sin decir más nada lleva su boca hacia la mía, succiona mi labio inferior entre los suyos. Aprovecho para llevar mis manos hacia su cintura para acercarla más a mi cuerpo, mantengo una mano sobre esta mientras que llevo la otra por su espalda hasta que llegó al mismo lugar donde ella la tiene la suya en mi cuerpo.Ladeó el rostro para tener un mejor acceso a su boca. Justo en ese momento ella llama a su lengua para introducirla con suav
Cerramos la puerta firmemente detrás de la pareja, cuando estoy por dirigirme hacia la cocina para buscar que puedo preparar, ella me detiene al colocar su mano con firmeza sobre mi antebrazo. Me giro inmediatamente encontrándome con su rostro, lo que me sorprende ver es la timidez en sus rasgos.— ¿Qué sucede cariño, todo bien? —inquiero llevando mi mano hacia su rostro.—Lo siento Roy…— ¿Lo sientes, porque lo haces? —ladeo el rostro intrigado por su repentina disculpa, busco en mi mente encontrando la causa del problema—, no te preocupes por eso, cariño.— ¿Cómo no me voy a preocupar si debido a ciertas cosas no te dije lo que debí haber hecho hace un par de días atrás?—Comprendo que por lo que estás pasando no es fácil, además no es como que yo te hubiese preguntado al respecto.—Pero…—Pero nada, deja de hacerte sentir mal por eso. Ya pasó, independientemente lo importante es que no solo me tienes a mí, sino a Arlette y a Karim, por lo que si eso te preocupa.—Realmente eso es l
— ¿Ya tienes todo listo? —me pregunta en cuanto nos sentamos en el comedor.—Sí, pero… ¿Estás seguro de que quieres que me vaya contigo? —indago para comprobar que realmente es su deseo y no una decisión basada en el impulso.— ¡Claro que sí! —exclama con una sonrisa llevándose un bocado de lasaña a la boca—. ¿Por qué no lo estaría?—Es que no quiero que pienses que estoy usando mi situación como algún tipo de excusa para irme contigo.— ¿Cómo voy a suponer en eso tonta? Te vienes conmigo porque estás pasando una situación difícil —me dice después de unos segundos para llevar su mano sobre la mía encima de la mesa—, deja de reflexionar esas cosas. Sabes que no es así.—Me gusta suponer, que es todo lo contrario, pero quería estar segura de que realmente era así amor.—No tienes por qué dudar, realmente lo hice por impulso, pero el impulso es porque no quiero que permanezcas sola aquí, algo te podría pasar nuevamente y ahí si no me lo perdonaría…—Si es así no hay ningún problema, desp
— ¿Qué es todo esto Aubrey?Traslado mi mirada alrededor de la habitación, consternado por el montón de maletas esparcidas por todo el piso. Hay desde neceseres, hasta en varios tamaños, tanto pequeñas como grandes. Comienzo a sentir un contundente dolor de cabeza, de solo imaginarme llevando cada una hacia mi auto.— ¿Por qué tienes esa cara, además no sabes lo mucho que me costó escoger lo más esencial?— ¿A esto tú llamas lo más esencial? —inquiero comprobando la variedad de maletas, que suman por lo poco unas seis—. No te creo, ¿Cómo puedes llamar a esto poco?—Claro que sí, ¿Por quién me tomas? Tengo que tener un atuendo para cada ocasión —se cruza de brazos, viéndome con obvia molestia en su rostro—. ¿O es que acaso piensas tenerme encerrada para siempre en tu apartamento?—No, pero Aubrey siento que esto es una completa exageración —musito sin dejar de observar las maletas como si fueran bombas atómicas a punto de explotar.Separó mi mirada de ellas cuando siento las manos de l
Paso suavemente mi mano por su pecho, aprovechándome de que se encuentra profundamente dormido. Una sonrisa aparece en mis labios al sentir la calidez de su cuerpo junto al mío, comienzo a pasar mi mano de arriba a abajo, sintiendo su respiración debajo de mí, acompañado de lo increíble que se siente tenerlo así.Muevo mi pierna izquierda sobre las suyas acariciando suavemente el vello que siento en ella, se siente tan bien el poder estar así acostados. Sin nada más, solo perdidos en la tranquilidad del momento, como si no hubiese nada más importante que este momento, no sé cuánto tiempo perdí al haberme negado.Subo mi rostro encontrándome con sus ojos cerrados, es sorprendente lo apacible que se ve de esta manera. Sin ninguna preocupación, solo el poder estar así juntos. Quisiera que así fuera siempre, que nunca salgamos de la habitación y podamos permanecer siempre en la cama en la compañía del otro.A pesar de que todavía no ha pasado más que unos cuantos besos y toques ligeros, y
— ¿Tienes que estar malditamente jugando?Bajo mi mirada, encontrándome con la furiosa erección en mi ropa interior. No me queda más que levantarme de la cama, para dirigirme al baño del pasillo para tomar una ducha, después de todo puedo estar loco por estar con ella, pero siento que debo respetar que ella apenas acaba de salir de su período.Por los menos eso es algo que yo debería de cumplir, aunque no sé cómo funciona todo ese asunto y no es como que vaya a buscar en internet información al respecto. Niego con mi cabeza alejando esos pensamientos, para poder enfocarme en la ducha que estoy por tomar.Camino por la sala, pero cuando me encuentro a unos pasos de entrar al baño. Traslado mi mirada hacia la puerta principal, encontrándome con un recuerdo que aún se mantiene fresco en mi memoria y eso es cuando fui a visitar al bastardo de Evan Crouse. No queriendo generar alguna emoción que haga que pasé un mal día, decido no enfocarme en eso.Mi prioridad actual es Aubrey, estamos co