¡Hola mis queridos lectores! espero que les haya gustado el capítulo. Déjemelo saber en sus comentarios.
Un mes ha pasado desde que recibí ese horrible mensaje aquella noche y mi futuro prometido me pidiera matrimonio. Las cosas no han cambiado mucho, sigo viviendo con James como si de un sueño de tratase. A veces me levanto asustada de que todo desaparezca o es el simple hecho de que aún me asusta escuchar mi celular vibrar y por la calle me mantengo alerta. Pero enseguida trato de disimular al ver el rostro de impotencia de James. A pesar de que no he vuelto a recibir nada igual, no lo puedo evitar. Alguien está en las afueras y me amenazó con lo más preciado de mi vida. Sin embargo, dejando toda esa preocupación a un lado este mes iba cada vez mejor. Fui dos veces al ginecólogo al lado de James y mi madre. Las cosas con mis padres fueron resueltas después de una larga y resumida conversación no tenían por qué preocuparse por algo que podría ser una broma. Mi vientre ya es bastante notable y no puedo creer que una vida se este creando ahí, una vida producto de nuestro amor. Cada vez qu
Narra James -¿señor? Aquí le dejó su cena. -ahora no Josep. -Señor se lo que está pasando, pero tiene que estar fuerte, no lo logrará arruinando su vida. Por favor ingiera algo. Ya lleva días sin comer un plato decente. -¿y si ella no ha comido Josep? ¿y si está pasando hambre con mi hija? - y entonces las lágrimas vuelven a salir como desde el primer día hace dos meses. Ya no me importa quién me vea llorar. Mi alma está destrozada. No soy nadie. -lo siento señor, pero tenga fe. Ella es una chica fuerte usted lo sabe.. El equipo de investigación ha encontrado algo. No sabemos exactamente qué es. Sólo tenemos un punto y vamos para allá, pero señor le pediría que se quedé en casa. Ya ha pasado esto y como todas las veces podría ser una falsa alarma. Tenemos todo bajo control. Mi corazón da un salto al escuchar sus palabras. Podrían pasar mil años y yo seguiría esperando. Se acerca de todo este protocolo, las palabras para que entienda que puede pasar algo peor. Que nos podemos enco
Narra James Todo esta oscuro, no logro ver ni articular una palabra, me asfixio. Siento los pulmones llenos de agua, ¿a dónde ha ido el aire? estoy cayendo lentamente de un precipicio completamente inmóvil. Espero el golpe, no puedo gritar...no hay final. La veo al otro extremo del abismo, sus ojos azules me mirar aterrorizados pidiendo con clamor mi ayuda. Me necesita. No caigo, el final se hace más lejos. La imagen se hace borrosa, se va, ella se va, no puedo alcanzarla. De pronto me veo en una cabaña, sucia y abandonada, algo me dice que entre y eso hago sin pensarlo, el olor a tabaco y mojo me inundan las fosas nasales, veo una cama, esta sucia. Oigo un ruido, un sollozo, hay alguien en una esquina. Miro una melena castaña, a paso lento llego al bulto que esta de rodillas en la esquina y la toco, unos grandes ojos de color azul me devuelven la mirada lloran desconsolados abrazando algo entre sus brazos. Un bebe ¡NO! ¡NO! ¡NO! -¡James! Despierta, ¡Cariño! Estoy aquí es solo una pe
Narra Lindsay -Dos meses más Señorita Monroe y ya tendrá a la nena en sus brazos. - habla la doctora mientras nos muestra una ecografía de mi pequeña. Observo sus piecitos, sus manitas, su carita y puedo jurar que tiene la nariz puntiaguda de James. Sonrió al imaginarla frunciendo el ceño como su padre. James se encuentra a mi lado y sostiene mi mano con delicadeza sin quitar la mirada de la ecografía. Se le nota tan feliz, que me contagia al instante. - ¿y ya tienen nombre? - pregunta la doctora. Esto hace que James me vuelva a ver entusiasmado. Dios a veces siento que ya tengo un niño. -Sí.- contesto con plena alegría. James me mira sorprendido y yo le quiño el ojo. Bueno tu decidiste que yo eligiera el nombre y que fuese sorpresa hasta el día en que naciera. Así que aguántate. Lo miro juguetona y este me fruñe el ceño. No puedo evitar soltar una risa. De camino al apartamento, noto a James a algo nervioso. Trato de saber que pasa, pero este desvía todas mis preguntas. No, me di
Narra Lindsay-Dos meses más Señorita Monroe y ya tendrá a la nena en sus brazos. - habla la doctora mientras nos muestra una ecografía de mi pequeña. Observo sus piecitos, sus manitas, su carita y puedo jurar que tiene la nariz puntiaguda de James. Sonrió al imaginarla frunciendo el ceño como su padre. James se encuentra a mi lado y sostiene mi mano con delicadeza sin quitar la mirada de la ecografía. Se le nota tan feliz, que me contagia al instante.- ¿y ya tienen nombre? - pregunta la doctora. Esto hace que James me vuelva a ver entusiasmado. Dios a veces siento que ya tengo un niño.-Sí.- contesto con plena alegría. James me mira sorprendido y yo le quiño el ojo. Bueno tu decidiste que yo eligiera el nombre y que fuese sorpresa hasta el día en que naciera. Así que aguántate. Lo miro juguetona y este me fruñe el ceño. No puedo evitar soltar una risa.De camino al apartamento, noto a James algo nervioso. Trato de saber que pasa, pero este desvía todas mis preguntas. No, me digo. No
NARRA LINDSAY-¡MAMÁ! NO ENCUENTRO MI MOCHILA - gritó corriendo desesperada por toda la casa.- ¡A DESAYUNAR!-grita mi madre mientras prepara el desayuno, que ahora parece un completo desastre¿Acaso escucha cuando le hablo?Dios en donde estará esta maldita mochila llegare tarde a clases...de nuevo.-¡DEMONIOS!.-gritó al caer al suelo ya que mi padre a chocado conmigo.-¡cuida con ese vocabulario jovencita!.-exclama corriendo con su corbata mal hecha. Sí mi vida es un completo caos.-¡+OYE LINDSAY! ¿ESA NO ES TÚ MOCHILA? -grita kale uno de mis 3 pequeños hermanos.Entonces miró mi mochila prensada con los dientes de Fisgón.Maldición.-ven Fisgón lindo perrito.-digo mientras me acercó a el lentamente y en eso gruñe.-tranquilo lindo perrito, no te haré daño, solo necesito mi mochila.-digo suavemente acercándome a el.-¡LINDSAY A DESAYUNAR AHORA!.-grita mi madre, haciendo que Fisgón salga corriendo con mi mochila.¿Esto es una broma?El perro se detiene, entonces todo comienza a girar
LINDSAYEntrando a literatura una sonrisa se apodera de mi rostro.-señorita Monroe, ¿Qué son estás horas de entrar a clase?.-dice la molesta de mi profesora.-lo siento he tenido un pequeño percance.-digo con algo de pena ya que toda la clase me mira fijamente.-¡pequeño mi verruga! -exclama seriamente, la clase empieza a reír ya que su verruga de pequeña no tiene nada.-vaya tome asiento.-arruga su nariz y por un momento casi suelto una carcajada en sus narices.¿En serio Lindsay?¿Oh vamos narices entiendes?Definitivamente necesitas ayuda.Cállate estúpida.Sabes soy tu subconsciente, así que tu eres la...-¡LINDSAY!-me sobresalto al escuchar a Alejandra gritar en mi oído.-acaso estás peleando con tu mente otra vez.-susurra.Niego.Es mi mejor amiga, casi mi hermana y bien creo que ya sabe que me falta un tornillo.Bajo la cabeza y me acomodo en el pupitre.-tienes que contarme porqué esa sonrisa cuándo entraste.-susurra a mi oído con voz vacilante.Me sobresalto y la miro con los
NARRA JAMES.El camino va en completo silencio, pero en realidad no me incómoda. Lindsay observa fijamente por la ventana su expresión es seria. Me pregunto en que estará pensando. Quizás me arrepienta luego de lo que voy a decir.-sabes puedes poner un poco de música si así deseas.-digo.Ella voltea a ver y noto un brillo en sus ojos.-¿hablas en serio? -pregunta con tono sorprendida.-sí. -contestó, que tan malo puede ser.Ella empieza a revisar mis discos emocionada y noto que arruga la cara.-¿pasa algo?-preguntó.Ella niega.-en serio escuchas está música, cuántos años tienes 60.-dice con una sonrisa en sus labios.Sonrió.-¿qué tiene de malo? es música clásica y cuidado con esos discos valen mucho dinero.-digo, ella arca una ceja.-¿qué? -preguntó. Ella ríe y me contagia de su risa. tengo que admitir que tiene una linda sonrisa.-¿me dejas conectar mi celular a tu reproductor de un millón de dólares?- dice con su voz tierna. Asiento. Ella saca su celular y me sorprendo.-¿es tu