Mis queridos lectores, no más les dijo. ¡Agárrense para el siguiente capítulo! PD: ¡necesito llegar a una cantidad de comentarios en esta historia, cuento con ustedes! LOS QUIERO.
Narra Lindsay ¿Es raro que me sienta nerviosa? no es la primera vez que salgo con el. Pero no se creo que es la emoción, mi conciencia sabe que esto era lo que necesitaba, volver a sentirme como una adolescente enamorada. Estoy contando los segundos para estar cerca de el. Esta semana ha sido tan difícil. Hay momentos en los que me pregunto si de verdad hice lo correcto en pedirle espacio. Meses atrás jamás lo hubiese pensado, pero esto me enseña que lo que siento por James es amor de verdad y no una obsesión. Ya son mas de las 5:00 pm y James viene a las 6:00 pm. Me levanto de mi reposo y busco algo que ponerme. Me doy una ducha y al salir, me pongo un vestido corto, de color coral sin mangas, con cuello de guipur blanco y unas zapatillas blancas de tacón bajo. Hace dos días Alejandra me aliso el cabello, así que lo llevo lacio se pasa de mi cintura. Solo espero que a él le guste así. Me empiezo a maquillar, me coloco la base, un poco de rubor, máscara de pestañas y luego un delineo
Narra Lindsay No tengo palabras para describir este momento, cientos de emociones salen a explorar y yo solo trato de mantenerme de pie de no caer a sus pies mientras mi cabeza se ve nublada por un torbellino que arrastra mis sentidos a otra dimensión. Lo estoy mirando, pero no lo creo.-Contesta Lindsay.-grito a mi mente tratando de salir del trance en que me encuentro. Puedo sentir las lágrimas deslizarse incontrolables por mis mejillas, pero ese sentimiento físico de asfixie en mi pecho, no es nada comparado con lo que siente mi alma que está explotada de felicidad. SI.SI.SI. Quiero gritar...pero tengo miedo. -Dime algo... por favor.-sus palabras se sintieron como dagas en mi pecho. Su voz quebrada y su mirada triste e oscurecida son espectadores de este momento el cual debería ser el más feliz de mi vida. -James...-logro por fin articular, pero las palabras vuelven a su escondite. El se pone de pie y mi piel se eriza con su mínimo contacto. -Perdóname. No por pedirte que seas mi
Narra Lindsay ¡Dios mío! Mi piel se eriza al instante de leer el mensaje. Mi mente se hace un torbellino de ideas y preguntas. ¿Quién pudo ser? ¿Quién ha sido capaz de enviarme tal brutalidad? Mi bebé pienso al instante que tiro el celular al suelo y rodeo mi estómago con ambas manos. De repente siento como las lágrimas abarcan todo mi ser. James es mío. Me siento en el suelo y me abrazo mientras mi conciencia me grita que lo sabía. Que sabía que un hombre tan maravilloso como el no se iba a quedar con una niña ingenua. Me estremezco al solo pensar no tener a James a mi lado. Mi mente empieza a recordar los hermosos momentos que he tenido a su lado. Cuando le conocí, nuestra primera vez en el avión, cuando volvimos en Nashville, el momento en que me pidió que fuera su esposa. Una leve sonrisa se asoma en mis labios que de pronto es consumida por la situación. Seguida por un gruñido. No. No. No. No. No puedo renunciar a el, no a hora. El me ama, nos amamos. ¿Es cierto eso Lindsay? Hab
Un mes ha pasado desde que recibí ese horrible mensaje aquella noche y mi futuro prometido me pidiera matrimonio. Las cosas no han cambiado mucho, sigo viviendo con James como si de un sueño de tratase. A veces me levanto asustada de que todo desaparezca o es el simple hecho de que aún me asusta escuchar mi celular vibrar y por la calle me mantengo alerta. Pero enseguida trato de disimular al ver el rostro de impotencia de James. A pesar de que no he vuelto a recibir nada igual, no lo puedo evitar. Alguien está en las afueras y me amenazó con lo más preciado de mi vida. Sin embargo, dejando toda esa preocupación a un lado este mes iba cada vez mejor. Fui dos veces al ginecólogo al lado de James y mi madre. Las cosas con mis padres fueron resueltas después de una larga y resumida conversación no tenían por qué preocuparse por algo que podría ser una broma. Mi vientre ya es bastante notable y no puedo creer que una vida se este creando ahí, una vida producto de nuestro amor. Cada vez qu
Narra James -¿señor? Aquí le dejó su cena. -ahora no Josep. -Señor se lo que está pasando, pero tiene que estar fuerte, no lo logrará arruinando su vida. Por favor ingiera algo. Ya lleva días sin comer un plato decente. -¿y si ella no ha comido Josep? ¿y si está pasando hambre con mi hija? - y entonces las lágrimas vuelven a salir como desde el primer día hace dos meses. Ya no me importa quién me vea llorar. Mi alma está destrozada. No soy nadie. -lo siento señor, pero tenga fe. Ella es una chica fuerte usted lo sabe.. El equipo de investigación ha encontrado algo. No sabemos exactamente qué es. Sólo tenemos un punto y vamos para allá, pero señor le pediría que se quedé en casa. Ya ha pasado esto y como todas las veces podría ser una falsa alarma. Tenemos todo bajo control. Mi corazón da un salto al escuchar sus palabras. Podrían pasar mil años y yo seguiría esperando. Se acerca de todo este protocolo, las palabras para que entienda que puede pasar algo peor. Que nos podemos enco
Narra James Todo esta oscuro, no logro ver ni articular una palabra, me asfixio. Siento los pulmones llenos de agua, ¿a dónde ha ido el aire? estoy cayendo lentamente de un precipicio completamente inmóvil. Espero el golpe, no puedo gritar...no hay final. La veo al otro extremo del abismo, sus ojos azules me mirar aterrorizados pidiendo con clamor mi ayuda. Me necesita. No caigo, el final se hace más lejos. La imagen se hace borrosa, se va, ella se va, no puedo alcanzarla. De pronto me veo en una cabaña, sucia y abandonada, algo me dice que entre y eso hago sin pensarlo, el olor a tabaco y mojo me inundan las fosas nasales, veo una cama, esta sucia. Oigo un ruido, un sollozo, hay alguien en una esquina. Miro una melena castaña, a paso lento llego al bulto que esta de rodillas en la esquina y la toco, unos grandes ojos de color azul me devuelven la mirada lloran desconsolados abrazando algo entre sus brazos. Un bebe ¡NO! ¡NO! ¡NO! -¡James! Despierta, ¡Cariño! Estoy aquí es solo una pe
Narra Lindsay -Dos meses más Señorita Monroe y ya tendrá a la nena en sus brazos. - habla la doctora mientras nos muestra una ecografía de mi pequeña. Observo sus piecitos, sus manitas, su carita y puedo jurar que tiene la nariz puntiaguda de James. Sonrió al imaginarla frunciendo el ceño como su padre. James se encuentra a mi lado y sostiene mi mano con delicadeza sin quitar la mirada de la ecografía. Se le nota tan feliz, que me contagia al instante. - ¿y ya tienen nombre? - pregunta la doctora. Esto hace que James me vuelva a ver entusiasmado. Dios a veces siento que ya tengo un niño. -Sí.- contesto con plena alegría. James me mira sorprendido y yo le quiño el ojo. Bueno tu decidiste que yo eligiera el nombre y que fuese sorpresa hasta el día en que naciera. Así que aguántate. Lo miro juguetona y este me fruñe el ceño. No puedo evitar soltar una risa. De camino al apartamento, noto a James a algo nervioso. Trato de saber que pasa, pero este desvía todas mis preguntas. No, me di
Narra Lindsay-Dos meses más Señorita Monroe y ya tendrá a la nena en sus brazos. - habla la doctora mientras nos muestra una ecografía de mi pequeña. Observo sus piecitos, sus manitas, su carita y puedo jurar que tiene la nariz puntiaguda de James. Sonrió al imaginarla frunciendo el ceño como su padre. James se encuentra a mi lado y sostiene mi mano con delicadeza sin quitar la mirada de la ecografía. Se le nota tan feliz, que me contagia al instante.- ¿y ya tienen nombre? - pregunta la doctora. Esto hace que James me vuelva a ver entusiasmado. Dios a veces siento que ya tengo un niño.-Sí.- contesto con plena alegría. James me mira sorprendido y yo le quiño el ojo. Bueno tu decidiste que yo eligiera el nombre y que fuese sorpresa hasta el día en que naciera. Así que aguántate. Lo miro juguetona y este me fruñe el ceño. No puedo evitar soltar una risa.De camino al apartamento, noto a James algo nervioso. Trato de saber que pasa, pero este desvía todas mis preguntas. No, me digo. No