Narra Lindsay

¡Dios! El apartamento es gigante, suelto la mano de James y empiezo a visualizar el lugar como una niña. Todo luce tan ordenado, claro a comparación de mí habitación esto es bellísimo. Sus paredes de color blanco, sillones de color gris otros negros, es tan espacioso...con tanta elegancia...ay por Dios me detengo en una gran pared de vidrio que deja ver las afueras de Soho, Nueva York. Me quedo cruzada de brazos mientras observo el espectacular paisaje. Tantas luces, se ve todo tan pequeño desde aquí. De repente siento unos brazos rodearme en respuesta rodeo sus brazos con los míos, James recuesta su cabeza en mi hombro...ahora siento que no hay mejor lugar en el mundo que estar en sus brazos.

-¿cuándo dejarás de sorprenderme? Este lugar en hermoso...-digo, pero una oleada de tristeza entra en mi al recordar que debo irme mañana y con ello separarme de él.

-siento no haber estado contigo, espero que lo hayas pasado bien...-doy la vuelta y quedo frente a el.

-tu herman