Capitulo El beso que no fue parte del contratoPunto de vista de Anahir El autobús interdepartamental avanzaba lento por la ruta, sacudido apenas por el viento de la tarde.Anahir iba sentada junto a la ventanilla, con la cabeza apoyada en el vidrio frío, mientras su celular le mostraba las primeras noticias del accidente en la obra.“Accidente grave en el sector cinco del Proyecto Cinco Estrellas. Obrero herido.”El estómago se le encogió.No necesitaba ver más.Sabía, intuía, que esto no era un accidente cualquiera.No cuando estaba Fabricio detrás.El celular vibró en su mano.El nombre de Fabián Marcilla iluminó la pantalla.Atendió enseguida.—Anahir —dijo él, con su tono firme y calmo—. Nicolás está en problemas. Necesito que vengas a la obra.Anahir apretó los labios, conteniendo la rabia que empezaba a hervir en las venas.—¿Qué pasó?—Se lo quieren sacar de encima. —Fabián no se anduvo con rodeos—. Pero yo exigí que, si suspenden a Nicolás, estés vos para ocupar su lugar. E
Capitulo: El Nombre que No Ensuciaría“No era parte del trato…Era parte de mi corazón.Y aunque el mundo creyera que era un juego,Ese beso fue la verdad más grande que jamás me atreví a decir."Eso le dijo Anahir cuando se despidió en la obra .Nicolás se acomodó el casco en la mano mientras caminaba hacia la camioneta.Ese beso.El beso que Anahir le había dado frente a todos, sin miedo, sin vergüenza, sin explicaciones.Ese beso le había cambiado todo.Había encendido en su pecho una llama que no se apagaría con el viento de las mentiras ni con el lodo de la traición.La guerra había comenzado.Y Nicolás Martínez no iba a dejar que le ensuciaran el nombre.Jamás, en toda su vida, había pisado un juzgado por culpa propia.Siempre había trabajado con las manos limpias, con la frente en alto.Pero si ahora debía entrar a tribunales para limpiar su honor y protegerla a ella…Que se prepararan.Iban a saber quién era realmente Nicolás MartínezLo importante ya se había logr
Capitulo: No Soy Tuya, Soy Mi Dueña En la obra, Anahir era la reina.Y lo sabía. El ruido de las herramientas, los obreros trabajando, el sol golpeando sobre el casco amarillo… todo era música para sus oídos. Su palacio. Su lugar. Solo el sector donde había ocurrido el accidente seguía bloqueado, bajo investigación. Pero todo lo demás, bajo su dirección, avanzaba como debía ningún atraso ,todo fluía como a ella le gustaba trabajar . Sin embargo, su felicidad no era completa. Le faltaba su compañero de andanzas,su amigo y su cómplice. Le faltaba Nicolás. Estaba revisando unos planos en su oficina, cuando en ese preciso momento su celular sonó y en el identificador mostró el nombre de la persona que menos quería hablar. Fabricio quería verla en su oficina. Anahir respiró hondo. Sabía que esa reunión no traería nada bueno. Se acomodó el casco bajo el brazo, le avisó discretamente a su asistente, Mayte —una joven estudiante de arquitectura en quien confiaba pl
Capitulo El Precio de la Locura Fabricio Castiglioni sentía que el mundo se le derrumbaba encima. Desde que Anahir había entrado en su oficina, tan segura, tan inalcanzable, había intentado contenerse. Le había hablado de la obra, de la necesidad de rehacer su viejo equipo, de volver a ser los socios perfectos de antes. Le había dicho todo lo que, en su mente torcida, aún creía que podían ser. Pero Anahir… Anahir lo miraba como si fuera basura. Con esos ojos fríos, duros, que no dejaban lugar para recuerdos ni nostalgia. Con esa expresión de desprecio tan honda, que le desgarraba el orgullo como un látigo Y entonces. Entonces todo se volvió rojo. No supo en qué momento cruzó la línea. No supo qué lo empujó. La rabia que sintió y la gran humillación de verla casada con otro que no era él. La imagen de Anahir casándose con Nicolás. Ese beso en plena reunión que lo dejo hecho trizas ,los comentarios de todos eran como martillazos en su cabeza. ¡Ese maldito beso! Ese b
Capítulo : El Número que Nunca RespondióPunto de Vista: Fabián MansillaFabián ajustó el nudo de su corbata, respirando hondo mientras miraba el pequeño salón donde Anahir y Nicolás brindaban con sus seres más cercanos.Entre las conversaciones tranquilas y el tintinear de copas, sus ojos la encontraron.Silvia Herrera.La mujer que había marcado un antes y un después en su vida sin siquiera saberlo.Recordaba esos días mágicos del viaje de su graduación como si fueran ayer.Él había ido a ese viaje a despejarse: estaba en un mal momento de su vida con los problemas de la hermana de Nico y su separación de Sabrina, su novia de años.Necesitaba un cambio, y entre las playas desiertas, las charlas interminables, la conexión profunda que surgió sin esfuerzo con ella, fue hermoso.Y el dolor que vino después.El regreso a su apartamento fue una emboscada: Sabrina, su ex, lo esperaba con lágrimas y una noticia demoledora.—Estoy embarazada, Fabián —le había dicho, abrazándolo.Él, que jam
Capítulo Todo va en el camino correcto La tarde caía sobre la Capital, tiñendo el cielo de naranja y rojo fuego.En las oficinas legales, Nicolás y Fabián firmaban los últimos documentos.Todo estaba listo.La investigación estaba en marcha.Los audios de Gerardo, las pruebas de los fraudes, las grabaciones de Fabricio…Todo estaba muy bien armado creyendo que nada podría salir mal .Todo apuntando al golpe final contra Nicolás Los abogados ya sabían qué hacer.Y esta vez, no iban a dar respiro.Ya estaba arto de ese idiota. Cuando Nicolás salió del despacho, respiró más liviano.Fabián le palmeó el hombro, cómplice.—Ahora sí, Nico. Ahora empieza lo bueno.Nicolás sonrió apenas, una sonrisa corta, cargada de promesas por cumplir .—Van a saber con quién se metieron.Subió a su camioneta y manejó directo a la obra del Cinco Estrellas.Todavía tenía el acceso restringido mientras duraba la investigación, una formalidad absurda que Fabricio se había encargado de orquestar para manten
Capitulo :Un Silencio Que HablaPidieron comida rápida.Nada sofisticado.Algo sencillo, de esos que no llenan solo el estómago, sino el alma.Mientras esperaban, Anahir se acomodó en el sillón, descalzándose, dejando las piernas estiradas como quien deja caer por un rato el peso del mundo.Nicolás estaba al otro lado, en silencio, revisando algo en su celular, con esa concentración que parecía envolverlo siempre.Anahir lo miró de reojo, sonrió apenas, y rompió el silencio:—¿Cómo va todo con los abogados? —preguntó, en un tono casual, mientras desenrollaba una servilleta entre los dedos.Nicolás levantó la vista, la miró, y con esa calma tan suya —esa calma que a veces podía desesperar a cualquiera— respondió:—Encaminado.Solo eso.Una palabra breve, seca, medida.Y aun así, Anahir sintió un pequeño nudo en el pecho.No era desconfianza.Era intuición.Sabía que Nicolás estaba peleando una guerra mucho más grande de la que contaba.Sabía que la estaba protegiendo, en silencio, como
Despertar abrazado a Anahir era, para Nicolás, como ganar la Copa del Mundo. Así, sin exagerar. No había oro, ni medallas, ni aplausos. Solo su corazón latiendo lento y sereno. Solo ella, enredada en sus brazos. Solo paz. La miró, adormilada, con el cabello revuelto, la respiración tranquila, y una pequeña arruga de sueño en la frente que no podía parecerle más hermosa. Sonrió, con esa sonrisa que le nacía solo para ella. Le acarició el rostro, lento, como quien tiene miedo de romper un sueño demasiado perfecto. Ella empezó a moverse, desperezándose con pereza, como una gata. Apenas abrió los ojos, Nicolás se inclinó y le susurró al oído: —Buenos días. Anahir sonrió, aún a medio camino entre el sueño y la vigilia. —Muy, muy buenos días —le respondió con una voz ronca, adorable. Nicolás no pudo evitarlo. Se acercó y le besó la frente, con un cariño inmenso. Ella se estiró un poco, medio avergonzada. —Debo estar hecha un desastre —murmuró, escondiendo la