**Amaral Watson**
Los días pasan con rapidez y mi padre ha mostrado mucha mejoría, Federico se ha mantenido ausente de todo, incluso ya a estas alturas debe tener idea de que no volveré y aun así no me ha llamado a insultarme o a amenazarme, tampoco se ha acercado a casa de mis padres ni al hospital, es algo muy extraño, y eso me preocupa mucho por el hecho de que puede estar tramando algún ataque hacia mi persona.
Hoy mi madre y Bruno por fin se conocerán, me siento muy mal porque jure con mi vida que entre Bruno y yo no existiría nada, y ahora resulta que mantenemos un romance en secreto, si mi madre se llegase a enterar me matara, y no solo eso, si no que querrá quitar a Bruno del medio y dejar que otro detective investigue a Federico. No quiero que lo haga, él ha avanzado tanto en la investigación como para que venga mi madre y lo quite del medio.
—Hola &mdash
**Bruno Bergmann**—Bruno, ante mi madre no muestres ninguna atracción hacia mi persona, ella… antes de involucrarme contigo en este juego…—¿Juego? ¿Consideras esto como un juego? Jamás te vería como eso Amaral, vales mucho para mirarte como un simple juego de cual más adelante me aburriré, y créeme que no tengo intenciones de aburrirme de ti o de cansarme, así que esto no es un juego, va mas allá, míralo como desees pero como un juego no — ¿Cómo puede pensar así? No tiene idea de lo valiosa que es.—Solo decía, lo único que te pido es prudencia ante mi madre, ella tiene sospecha de que entre tú y yo pasa algo, intenta evitar un escándalo más para la familia y el negocio, si nuestro amorío sale a la luz será una golpe para mi familia, al menos así lo ve mi
**Amaral Watson**Entro en casa luego de que Bruno me dejara afuera, saber que ya él y mi madre tuvieron una discusión me preocupa, en cuanto llegue a la casa ella me dará el sermón, y lo primero que dirá es que Bruno es un hombre grosero por haberle hablado de esa forma, debo confesar que en un momento me causo gracia porque ya me imagino la cara de mi madre, pero por otro lado me aterra porque no descansara hasta alejarme de él, y ahora bien difícil que lo logre, me gusta mucho y a su lado me siento cómoda.Amada se encuentra en la sala tendida en el suelo haciendo los deberes de la universidad, despeino su cabello y tomo asiento en el sofá para conversar con ella un rato.—¿Cómo vas? — se sienta y gruñe.—Estresada, no creí que la carrera de derecho fuese tan complicada — y pensar que apenas está comenzando.
**Bruno Bergmann** Antes de volver a ir a la oficina paso por la casa a buscar unos papeles, tengo un cliente al cual debo entregarle su información hoy y eso lo tengo guardado aquí. Le iba pedir el favor a Leticia de que me los acercara pero como yo estaba cerca de la zona termine por pasar. Al entrar en casa como de costumbre grito su nombre para saber si está aquí, como era de esperar ella responde y voy hasta la sala a ver qué hace, está leyendo un libro y tomando su té de manzanilla, eso me da a saber que algo paso, ella lo toma es cuando esta nerviosa. —¿Qué haces aquí tan temprano? — suelto un suspiro agotador, tanto trabajo me está matando. —Vine por unos documentos — me recuesto en el sofá y poso mi cabeza en sus piernas para tomar un respiro. —Debes tomarte unas vacaciones, trabajas mucho y te dedicas poco tiempo para ti, cuando vengas a ver podrías enfermarte — siempre me dice lo mismo y yo la ignoro, es difícil des
**Bruno Bergmann**—No te presentes en la oficina Bruno — mis amigos insisten que no vaya. No le tengo miedo a ese idiota.—En tal caso de que sí tenga idea de quién soy, dudo que haga algo en contra de mí, lo más que puede hacer hoy es amenazarme — ya casi estamos por llegar al edificio.—Deberás cuidarte la espalda de ahora en adelante y andar conmigo, será más seguro — Lucas se preocupa por mí.—No moriré — presiona el volante.—Si te amenaza tú lo haces también con entregar las pruebas — niego.—Seria rebajarme a su mismo nivel, también sabes que soy muy silencioso con mi trabajo, no lo alertare, dejaré que crea que tengo miedo — Amaral no puede enterarse de que Federico me ha dado una visita.—Bruno, entiendo lo que intentas decir, pero ya viejo,
**Amaral Watson**—¿Crees que papá si este mucho mejor? Tuve miedo cuando lo vi caer al suelo — me pregunta Amanda.—Por supuesto que sí, de lo contrario no le dieran de alta tan pronto— peino su cabello.—Ya lo extraño — sonríe de lado.—Igual, por mi culpa está allá y no aquí — gracias a dios no pasó a mayores.—No es tu culpa Amaral, ya no te sientas así — termino su peinado.—Vale, mañana te voy a agradecer que vayas a la universidad, entiendo que no estás muy animada por lo de nuestro padre, pero tus estudios son tus estudios Amanda, y papá está bastante mejor — sube a mi lado.—Está bien, mañana comenzare a ir nuevamente, ya me han llamado preguntando cuando volveré, que no puedo seguir faltando, por más que env
**Bruno Bergmann**—¿Qué harás por fin? Ya pronto saldremos y tu aun no tienes idea de donde ahorcarte — apago mi portátil y la cierro.—Pensé en decirle para que se quede conmigo esta noche, ahora, lo que tengo es que planear cómo hacer que salga de su casa sin problemas y cuidar de que Federico no la tenga vigilada.—Piensa rápido porque el tiempo se agota, deben cuidarse y lo sabes, no la expongas a un escándalo, tiene demasiados problemas en su vida como para sumarle otro — me recuesto del espaldar de mi asiento, respiro profundo y paso mis manos por mi cara.—No sé cómo hacer para verla, en su casa es imposible con su madre, y fuera es un riesgo con su esposo — estoy tan agotado, son tantas cosas la que pasan por mi mente en este instante.—Deberían calmarse ambos e ir poco a poco, Bruno no puedes estar
**Amaral Watson**—No podré ir a la clínica por tu padre, necesito que lo hagas tú mientras yo voy a la oficina, me surgió una complicación en la oficina y debo estar allá en media hora — limpio mis labios con la servilleta.—Está bien, en cuanto terminemos el desayuno voy a buscarlo — deja de comer para mirarme.—Ayer cuando fui a ver a tu padre le comente de que un hombre te anda pretendiendo, créeme que no le agrado escuchar aquello — dejo mi cubierto de mala gana a un lado de mi platillo.—¿Por qué tenías que decirle? ¿Se te olvida que está apenas saliendo de un infarto? — le doy a conocer mi molestia, mi madre se está tomando todo esto por muy mal camino.—Porque sé que andan saliendo a escondidas, eso nadie me lo saca de la cabeza — me preocupa de todo esto es que
**Federico Collins**Me enteré que el padre de Amaral sale hoy del hospital, así que estoy aquí afuera esperando a que ella llegue, en cuanto eso pase haré lo posible para llevarla de vuelta de casa. La sangre me hierve por el simple hecho de pensar que ella me esté engañando con otro, es que si eso es cierto losmato, los mato, pero antes los hago sufrir.Ella no tiene derecho a hacerme este bochorno, qué dirán de mi, que pensaran de mi, el prestigioso juez es engañado de infidelidad por su esposa, eso jamás.Empuñó mis manos al mirarla bajar de un auto que no es el suyo, mi cara se torna roja y arde, camino apresurado para llegar y mirar quien es la persona que viene con ella, por desgracia para mí y fortuna para ellos se va antes, Amaral enseguida posa sus ojos en mi persona aterrada, mi mala cara no la disimulo.—¿Quién era? &