Estaciono el auto y me bajó de él, aún con algunas manchas de su sangre salpicadas en mi rostro, con sangre seca en el parabrisas y sin la persona que salió conmigo. Los hombres al verme bajar intentan preguntarme algo, pero rápidamente se retractan al verme. Entro a la casa ante la vista de todos y cierro la puerta de la entrada tras de mí, sin embargo, uno de los hombres entra velozmente.
—Señorita —me llama. Me giro hacia él. Le hago un gesto invitándolo a que continúe y él lo hace—. Disculpe, pero ¿dónde está, Bruno?
—¿Quién carajos es Bruno? —le contesto, a lo que él frunce el ceño.
—El chico que se fue con usted; mi hermano menor.
—Ah... Él.
Alexandro sale de su despacho y se acerca hasta mí. Al ver al hombre a mi lado, frunce evidentemente el ceño.
La luz de alguna ventana me da directamente en el rostro. Básicamente es eso lo que hace que me despierte y lo que hace que me levante abruptamente, de lo cual me arrepiento inmediatamente porque el dolor es tan intenso en mi cabeza que debo sostenerla fuertemente. Cuando al fin me siento lo suficientemente bien para abrir mis ojos y comienzo a inspeccionar el lugar. La habitación es blanca y muy ordenada. Hay bonitas pinturas, por casi todas las paredes, un pequeño ordenador sobre una elegante mesa de trabajo y dos puertas más a parte de la entrada a la habitación.La cama tiene sabanas blancas y está ligeramente desordenada, y por supuesto estoy desnuda sobre ella. Comienzo a recordar inmediatamente lo que sucedió anoche. Luego de ese trago, Christian y yo comenzamos a charlar en la barra, no recuerdo muy bien sus respuestas a sus preguntas, ni mucho menos las mías a las suyas, pero lo único de lo que tengo segu
—¿Cómo carajos pasó eso? —le pregunto a Dominik en cuanto termino de escucharlo hablar.—No lo sé, solo pasó. Tomaron sus cosas y se fueron, Heather.—¡Eso es estúpido! ¿por qué carajos se irían?Intento mantenerme serena y calmada, pero el solo hecho de saber que en definitiva no todo me saldrá como lo planeo, hace que arda de rabia. Tenía muchas cosas pensadas para ella.—Pues porque sabían que no sería tan fácil. Sabían que eventualmente irías tras ellos.—¡Claro que iría tras ellos, Dominik! —golpeo el escritorio de su estudio con fuerza—. ¿acaso no entiendes? ¡lo necesito! Necesito verlos sufrir.—Ya es tarde para eso.Intento que mi respiración se normalice, que mis sentidos vuelvan a su órbita, que esta noticia no acabe
ATENCION A TODOS NO ES UN CAPÍTULO DE LA HISTORIA EN CUESTIÓN. LAMENTO SI ESTO LES INCOMODA O LES MOLESTA, EN CASO DE QUE SEA ASÍ HACER CASO OMISO A ESTA PARTE. EL SIGUIENTE CAPÍTULO YA ESTÁ EN PROCESO, PERO MIENTRAS ME QUEDA DECIR QUE ESTO ES SOLO UNA ALTERNATIVA DE PUBLICIDAD. A CONTINUACIÓN LES DARÉ UN VISTAZO DE EL PROLOGO DE MI NUEVA HISTORIA DISPONIBLE EN WATTPAD, GRATUITA Y EN PROCESO. SI TE GUSTAN LAS DISTOPIAS, LAS REBELIONES Y LAS MUJERES PODEROSAS ESTA ES TU HISTORIA. RECUERDEN QUE SOY UNA ESCRITORA QUE PROVIENE DE WATTPAD DONDE AUN ESCRIBO. SI DESEAN CONOCER MÁS A FONDO LA HISTORIA DE "RUBÍ" UNA CHICA ENTUSIATA, VALIENTE, FUERTE Y CON UNA SOLA C0SA EN MENTE; SU LIBERTAD.PUEDEN PEDIRME EN LOS COMENTARIOS EL LINK DE LA HISTORIA O BUSCARLA EN WATTPAD COMO "RUBÍ ESTACIÓN PLACER"
ESPACIO PUBLICITARIOAbro mis ojos, sintiéndome libre de ese oscuro pozo sin fondo. Soy consciente de que sólo puedo mover mis ojos y que estoy en un lugar que no conozco. Estoy muy confundida y tengo miedo, no sé dónde estoy, pero no he visto una luz más hermosa como la que acabé de ver. La luz que me demuestra que al fin salí de allí, que estoy viva. Una luz que, así como me confunde, me alegra.Observo mi alrededor y veo un techo blanco y también paredes blancas. Un ligero pitido se escucha a mi lado y el lugar huele a algo ligeramente podrido. Mi subconsciente me pide a gritos que me levante, que me mueva, que haga algo, pero mi cuerpo no responde. Es tan frustrante. Estoy cansada, ya no quiero estar aquí. Sigo tratando de moverme, de decir algo, de hacer algo, pero es imposible. No entiendo qué está sucediendo y por más que intento tratar d
Me tomó por sorpresa llegar al sótano de Adam y verla, ver a la chica que gritaba ayuda en todos los idiomas del mundo, la chica a la que le vi las marcas de golpes, muerta… solo muerta… tenía marcas en el cuello, la asfixió, pero por qué conservar su cuerpo; Adam era un monstruo.Matarlo fue muy sencillo, como todo hombre egocentrista, era un maldito cobarde. Se escondió en el sótano como una mariposa hasta que llegamos a él… y a ella. Quisiera haber visto la expresión de Heather al saber aquello, al saber que su amiga, su hermana o lo que diablos ellas tenían, había muerto. No sé, tengo cierta certeza de que tal vez no le dolió. Es que ya no le duele nada, creo.Al llegar a la casa noto que hay más autos de los usuales y que hay más hombres armados de los que acostumbran. Algo está pasando, así que debo ser cuidadosa. Al entrar e
ESPACIO PUBLICITARIOMe bajo de mi auto y llego a la cascada, donde quedé a encontrarme con aquel hombre; un hombre alto y guapo, todo de él grita lujo; el hombre que conocí en aquella fiesta elegante.Respiro profundo. Nunca he sido una chica asustadiza, pero debo admitir que estoy nerviosa, jamás había hecho algo como esto, siempre me he metido en problemas de niña rica, pero esto es otro nivel, sin embargo, en cuanto escuché la oferta no pude decir que no.—La nena cumplió —escucho su voz y me sobresalto, volteo y está allí, con su traje y sus dos guardaespaldas.
Hacen pasar al estudio a mí siguiente visita, a la chica de cabellos castaños como los míos, labios pronunciados y buen busto. A una de las chicas más hermosas y populares de la escuela, pero por alguna razón casi que no la encuentro en lo que tengo frente a mí. Está drogada, se nota a kilómetros, y relativamente más delgada, sin embargo, aun así, se sigue viendo bellísima. Ella se acerca y se sienta frente a mí. Me observa con una sonrisa pícara, una sonrisa que siempre me dio. Como de burla; la que les da a casi todos.Es una sonrisa de superioridad, la que te grita “estoy aquí y soy mejor que tú” la verdad antes la odiaba, odiaba que mirara y sonriera de esa manera en mi presencia, ahora, ahora solo me da vergüenza ajena, ésa que sientes aun más cruel que la propia.—No entiendo por qué estoy aquí. Por qué
Ochomesesdespués...Hace ocho meses desperté de un coma de un año. No recuerdo nada, nada de lo que pasó antes de ese coma, solo lo que pasó en él. Siempre hubo una voz en mi cabeza que me gritaba que corriera lejos, que me refugiara, que buscara ayuda. Siempre intentaba moverme, intentaba hacerle caso, pero nunca pude, nunca podía hacer nada, nunca era suficiente, por más empeño que pusiera estaba estancada; eso significó el coma para mí. Una arena movediza que entre más intentaba huir de ella, más me hundía.Ahora, sigo sin entender nada siendo sincera, simplemente me conformo con creerle a Bárbara Billinghurst, que dice ser mi madre y que me llamo Faith Billinghurst. Lo hago simplemente porque con ella me siento protegida, así como un hijo se siente con su madre. En ésos ocho meses nunca olvidé a aquellos hombres extra&nt