—¡Camille, no sabía que tenías visitas! —Adam pasa por mi lado, sin siquiera dirigirme una mirada.
En cuanto a Dominik, cruza hacia adentro muy cerca de mí, colocando su rostro a solo dos centímetros del mío mientras sus ojos están sobre los míos, pero no dice nada. En sus manos lleva un portafolio y en su otra mano un café.
Por alguna razón cierro la puerta conmigo aún adentro y me acerco de nuevo a la sala del apartamento donde están todos. Camille se lanza hacia Adam y lo envuelve con sus piernas, se dan un beso cargado de deseo mientras Maya los mira intentando disimular su asco.
En cambio, Dominik los mira con recelo, tal vez con envidia, luego dirige su vista hacia mí, pero sin poder sostener la mirada por mucho tiempo, la esquivo.
Fue una mirada intensa, pero a la vez triste, como si me gritara con los ojos que desea eso conmigo, que desea sentirse
Nunca nadie me había mirado así, ni siquiera mis padres por muy enojados que estén. Fue extraño cuando sentí cómo me vio, es decir, fue doloroso, un sentimiento que nunca había sentido en mi vida.Es complicado cuando alguien que te ama y amas te ves como si ya no te reconociera, como si fueras alguien más, como si cada instante que han pasado juntos se haya esparcido entre los millones de recuerdos que tenemos en nuestra memoria y se hayan perdido. Se siente como si ya no le importaras a esa persona y es justo cómo me siento mientras Maya conduce el auto de mi madre y yo voy justo a su lado.Cuando salí de aquel baño, me miró así y desde allí no ha vuelto a mirarme. Se siente muy doloroso.Ahora mi mente es un completo torbellino de montones, millones de pensamientos, uno a uno intentando ser el protagonista, pero sé que no es solo por la inminente reacci&oa
Mason se recuesta en la silla, como si hablar de él le fuera difícil, sin embargo, comienza.—Bueno, no soy tan nuevo en la ciudad como crees, de hecho, he vivido toda mi vida aquí, desde muy pequeño… solo que hace dos años me fui a vivir solo. En mi ocurrió algo que me devastó y mi padre me lo compensó dándome un apartamento en la ciudad que yo quisiera. Aun así, no lo rechacé.—¿Estás viviendo con tu padre ahora?—No específicamente con él. En una de sus tantas casas—Sé que es un poco irrespetuoso, pero suena a que no te llevas bien con él.El suspiro de Mason es prácticamente la respuesta. Es pesado y fuerte, como si en serio le costara hablar de la relación con su padre, como si le revolviera el estómago.—Bueno, él no es el tipo de padre que te lleva a ve
El auto se mueve a una velocidad normal por la carretera. Recuerdo que el chofer que me asignó mi madre siempre fue muy lento, siempre llegaba tarde o se le olvidaba recogerme, ahora lo he cambiado, le dije a ella que le hice pruebas y logró vencerlas, pero en realidad, fue Dominik quien me asignó a uno de sus choferes. Ella pareció creerlo y si no lo hizo, la verdad no me importa. Reviso las redes sociales mientras cruzo muy cerca del vecindario de Heather, haciendo que desgraciadamente piense en ella. No puedo creer que todas las chicas que constantemente me rodean, justamente haya sido ella quien presenció la maldita humillación que recibí por parte del cabrón de Dominik. Justo como pensé ese mismo día, fue algo que me dolió, me hizo sentir de la peor forma, hizo que en mi garganta se formara ese estúpido nudo que sientes cuando estás a punto de llorar, e incluso, logró que lo hiciera, logró que me sintiera de la peor forma, logró que de mis ojos brotaran lagrimas a causa
El sueño de anoche fue bastante tomentoso, fue escalofriante y me dejo un sin sabor en la boca. Me suprimió la boca del estómago y la sensación de sequedad y miedo aún sigue latente en cada entraña de mi ser, incluso cuando han pasado varias horas desde que desperté sudada y sedienta, incluso ahora que estamos los cuatro comiendo el delicioso desayuno que ha preparado mi padre, pues también cocina. Veo que ríen de algo, pero mi mente no lo procesa, en ella solo está esa horrible pesadilla.—Maya y ¿hoy no tuviste clases? —la pregunta de mamá hace que ella detenga de masticar en seco, afortunadamente vuelve a su estado normal en cuestión de segundos.—Bueno, sí, pero decidí no ir —mis padres fruncen el ceño.Mis padres no solo son estrictos conmigo respecto a la escuela por el simple hecho de habernos mudado y haber dejado toda n
Recuerdo como si fuera ayer el momento en que conocí a Sebastián. Fue en un ambiente bastante heavy, pero no nos importó, no fue algo que nos molestara, o nos incomodara. Creo que por eso siempre he tenido esa conexión expresiva con él. Creo que, por eso, él y yo siempre seremos él y yo.Llevaba alrededor de tres o cuatro meses trabajando para Dominik; en ese transcurso de tiempo me había acostado con la mitad de los hombres ricos de la ciudad, probablemente amigos de mi padre, socios de él, pero al fin de cuentas, no me importaba porque, aunque lo supiera, a mi padre le importaría un carajo. Lo sé porque lo conozco, lo conozco muy bien, es de ese tipo de padres que solo abren la boca para decirte lo mal que vas vestida, lo incompetente que podía llegar a ser en la escuela y más mierdas como ésa. Sí, él quería un niño, uno a quien ense&nti
No sé muy bien por qué decidí decirle eso, no sé muy bien por qué decidí mentirle mirándole seriamente al rostro. Tal vez fue un impulso, bueno probablemente sí fue un impulso, pero por mucho que intente pensar en alguna sensación de agonía o arrepentimiento dentro de mi cuerpo, no siento nada.No sé qué me está pasando. Me siento en un espacio vacío. En una confusión infinita y en una gran mentira, como si la persona que estuviera hablando en realidad no fuera yo. Como si mis acciones no son ejecutadas por mis decisiones, si no por una chica diferente. En cierto punto, eso me asusta un poco.¿Quién diría que en tan poco tiempo me convertiría en alguien que se cuestiona quién es? Si, últimamente hago eso, últimamente tengo esta misma sensación en el pecho casi siempre, esa que me dice que hay algo extraño en mí ahora, algo que no sabía que existía. Llegué aquí con la estúpida idea de un sueño maravilloso donde tendría mejores posibilidades y un mejor futuro, dejé a mis amigas,
Dominik de inmediato coloca su vista sobre mí, él no sabe exactamente qué fue lo que pasó, pero tiene noción del asunto. Recuerdo que me dijo que Alessandro era un completo sádico, alguien vengativos, alguien que no se quedaría con las ganas de hacerle daño a una “perra insolente” Le pide el arma al hombre y la coloca detrás en su espalda, lo que me deja atónita, comienza a caminar aun con nuestras manos juntas hasta llegar a su sala de estar donde ambos nos esperan de pie. Candice lleva un ajustado vestido mientras Alessandro está vestido totalmente vestido de negro. Puedo ver su arma reluciendo en su cintura. Detrás de él tres hombres armados igual, lo esperan. Él al verme endurece su mandíbula, reconociéndome al instante, a su lado Candice ladea una sonrisa. —Alessandro, que placer tenerte en mi casa —la voz de Dominik está cargada de un superficial tono sarcástico. Está claro que nadie quiere que esté aquí—. Puedes tomar asiento. Ambos se sientan, A
Las tres caminamos hacia la entrada del colegio, las tres ahora con el uniforme de aquella escuela que veíamos en línea, de aquella a la que queríamos pertenecer, pero al final solo yo pude. Como el mundo da tantas vueltas, más bien, nuestras decisiones hacen que éste gire a nuestro favor o en contra, ahora estamos las tres aquí, juntas, como lo planeamos desde un principio, pero no se siente como creí que se sentiría, no me siento feliz y eufórica. Ni me siento la mejor persona del mundo, la verdad ni siquiera sé cómo me siento. De lo único que estoy seguro es que cada mañana, cuando me veo al espejo, todos los días, veo algo diferente en mí, algo que no estaba el día anterior; algo de adentro.—Bueno, tu primera clase es Filosofía, pero debes primero ir con la directora.—Puedo llegar sola —contesta ella, leyéndome la mente&m