La risa de James resonó en el pequeño espacio, un sonido breve pero lleno de alivio. -He tenido relaciones antes, y algo como esto nunca había sucedido -admitió James, la vulnerabilidad en su voz evidente.-Tal vez, nunca te habías enamorado antes.-dijo Sean guiñándole un ojo.Las puertas del ascensor se abrieron y ambos salieron, dirigiéndose rápidamente hacia el departamento de Sean. La tensión y el miedo presente, Sean introdujo la llave en la cerradura, sus manos temblando ligeramente, la llave se le cayó al suelo dos veces porque lograba mantenerlas firme en sus dedos.-He estado pensando que todo esto puede haber sido provocado por Adam -dijo Sean, su voz en un susurro mientras giraba la llave por fin -me parece sospechoso.-Ahora que lo dices, puede ser. Ese, cuando no obtiene lo que desea, se vuelve un chivato. Debo advertirle a mi padre antes de que...James se detuvo en seco cuando la puerta del departamento se abrió, revelando un caos absoluto. Todo estaba tirado por doqui
James se sentó en el bordillo de la bañera, saboreándose con la simple imagen de Sean tan cerca de él, lo agarró de las caderas y lo acercó a su rostro. Sean no pudo evitar reír, cuando sintió a James acariciando sus nalgas con su rostro de una forma tan tierna.-James, ¿qué haces? -preguntó Sean sin poder tener visión de él, sólo sentir su tacto.Pero James no le respondió, le abrió las nalgas haciéndolo soltar un gemido, para luego hundir su cara, aquello le causó tanta gracia a Sean, que sintió un suave cosquilleo recorrer su vientre, pero luego que sintió la lengua de James, juguetear con su apretada entrada, todo cambió, mordió sus labios y sus ojos se pusieron en blanco, aquellas lamidas eran realmente satisfactorias, su lengua entraba y salía de allí, mientras Sean no podía dejar de gemir. James le dio la vuelta en un acto incontrolado, y poniéndose de rodillas ante su novio, lamio y succiono su miembro, mientras movía sus dedos en su interior. Mordió su glande y sólo los labio
Sean se quitó los cascos con un gesto enérgico, su rostro estaba iluminado por una mezcla de sudor y satisfacción. El eco de los disparos aún resonaba en el almacén, pero la atmósfera se había vuelto más relajada, cargada de una eufórica calma post-ejercicio.-¿En serio lo hice bien? -preguntó Sean, mirando a James.James sonrió ampliamente -Lo hiciste excelente, amor -respondió-. Yo fallé mi primera vez.Derek, que había estado observando con una actitud de crítica tranquila, se acercó a Sean y le dio una palmada en el hombro. -La primera vez es siempre la más difícil. Pero lo has hecho muy bien, Sean, te felicito.Sean se rió, aliviado. -Me alegra escuchar eso.James se inclinó hacia él, apretando su mano con ternura. -¿Quieres seguir practicando con algo más fuerte?La pregunta hizo que los ojos de Sean se iluminaran aún más. La adrenalina seguía corriendo por su sistema, y el deseo de continuar era evidente en su expresión. -¡Me encantaría! -exclamó, su voz resonando con una energ
Cuando ya estaban listos para que les tomaran la orden. Derek sostuvo todo el tiempo la mirada puesta sobre el joven del establecimiento. Liam estaba de pie junto a la mesa, esperando que ellos estuviesen listos para hacer su pedido y así poder seguir con su trabajo. Realmente, se habían demorado demasiado en pedir algo. -Buenos días, ¿puedo marcar las ordenes? -preguntó Liam, sin mantener esa amabilidad que parecía caracterizarlo, y mucho más si estaba frente a clientes. -Por supuesto -respondió Sean, echando un vistazo rápido al menú-. Yo quiero un batido de chocolate y una hamburguesa con papas fritas. -Yo quiero lo mismo que mi novio -añadió James, entregándole el menú a Liam, el chico se asombró bastante por la revelación, no tenía como saber que ellos fuesen gay, pero sentía un gusto enorme por no ser el único ahora mismo,-. ¿Y tú, Derek? Derek, distraído por la presencia de Liam, tardó un momento en reaccionar. Finalmente, se dio cuenta y dijo apresuradamente: -Sí, sí, yo q
Liam asintió, señalando una puerta trasera que parecía conducir a un baño, pero en realidad no era el destino. -Esa puerta da a un almacén que conecta con las escaleras.Derek logró incorporarse y lo ayudó a ponerse de pie agarrándolo por las caderas-Te vas a ir lentamente, y no vas a regresar. ¿Está bien?Liam asintió con el agradecimiento visible en sus ojos. -Gracias. Cuídate.Con una última mirada de preocupación, Liam se dirigió hacia la puerta trasera y desapareció en la oscuridad del almacén. Derek se arrodilló y gritó tratando de que su voz llegara a su hermano -James, a ese cabrón no puede durarle las balas toda la vida.-Ya, claro está. -James agarró un pedazo de cristal cerca de él y gritó. -¡Oye cabrón! Porque no entras y acabas con nosotros directamente.De pronto se hizo un silencio calmado, luego un ruido y la puerta del local abrirse. James que tenía una mejor visión del hombre, lo vio como buscándolos e incluso se acercó al mostrador. Derek tenía su arma cargada con l
Zoecópata."¡Eres un completo desgraciado! Ni creas que esto se va a quedar así. ¡Me la van a pagar, los dos! Asquerosos de mierda. ¡Los detesto! Espero que aquel niñato infeliz te pague con la misma moneda que me diste a mí. Idiota."Sean disparó sus cejas hacia arriba antes de escuchar la resonante carcajada que dejó salir James. Frunciendo los labios de manera divertida, él puso los ojos en blanco antes de dejar el móvil sobre la mesita y volver a caminar bajo los incesantes rayos de sol que le quemaban la piel. Cuando estuvo al borde de la piscina, fue libre de exhalar el aire retenido, y escudriñando al castaño sumergido en el agua, negó con la cabeza. Una sonrisa burlona en su rostro.-No ha dejado de enviarme mensajes desde que salimos de Italia, esta mujer tiene que tener algún problema de retardo, porque no colmarme la paciencia en cuanto la dejé, lo hace tan tarde, -dijo Sean riéndose.-Está claro que es retrasada, ha pasado un mes y ahora es que te envía mensajes o es cada
Los ojos del mayor se cerraron, James riendo ante su pequeña broma, y la pronta calentura del Sean haciéndole imposible el hecho de siquiera sonreír ante ello. Acercándose al fuerte cuerpo de James, se encargó en hacerle saber lo excitado que estaba. Su polla pareciendo querer romper la tela que la aprisionaba, y sus labios entreabriéndose ante la extraordinaria fricción de ambas erecciones rozándose. James rodó los ojos hacia la parte trasera de su cabeza, apenas jadeando, percibiendo la caricia estimulante que los dedos del mayor ocasionaban sobre su cráneo, y el almizclado aroma contrario fundiéndose en sus fosas nasales.»-Me gusta arriesgarme -se permitió susurrar, logrando que los labios temblorosos de Dante intentaran estirarse en una sonrisa agradecida. Chocando sus bocas juntas una nueva vez, los espasmos satisfactorios invadieron de manera suprema sus cuerpos, y perdiéndose en la lujuria que los acarreaba, suprimieron sus propios gemidos ante la lengua contraria.Las manos d
El mar se extendía frente a ellos, con sus olas rompiendo suavemente contra la orilla, creando un sonido rítmico que acompañaba la brisa cálida de la tarde. La arena blanca se extendía como un lienzo perfecto para el evento, y en medio de ella se alzaba una alfombra igualmente blanca que se extendía hacia un arco cubierto de flores. El arco estaba decorado con rosas, lirios, y jazmines en tonos pastel, las flores formaban una cascada que caía suavemente, creando un contraste hermoso con el cielo azul y el mar turquesa detrás.A los lados de la alfombra, pequeños ramos de flores en jarrones de cristal estaban dispuestos con precisión, creando un camino floral que dirigía la vista hacia el altar. Las sillas de madera, perfectamente alineadas, tenían detalles delicados en las cabeceras, adornadas con flores similares a las del arco. Los invitados, vestidos con ropa de hilo blanco, estaban sentados en silencio, expectantes, sus miradas fijas en el arco y el camino que pronto recorrerían l