Una llamada en su celular irrumpe la pequeña burbuja que se había formado, se esfuma sin dejar rastro alguno a mi alrededor. Su entre cejo se frunce mientras parece maldecir en voz baja, veo como sus labios forman la palabra niño y de un salto me coloco de pie con evidente desesperación, sabia que se trataba de mi hermano, una punzada en mi pecho comienza a prolongar el dolor que solo es capaz de aumentar.—Iremos de inmediato. No deje de mantenerme informado, no creo que sea necesario recordarle que no escatime en gastos, tiene carta blanca para proporcionarle todo lo que requiera. —Corta la llamada al mismo tiempo que su mano tira ligeramente de su cabello en plena frustración.—¿Es mi hermano cierto? — inquiero observándolo fijamente a los ojos en un hilo de voz. No podía perderlo, estaría fallando en mi misión, mi madre confió en mi y yo estaba a punto de defraudarla.—Así es… los médicos sugieren que estes cerca de él. Su fin podría estar mas cerca, si lo hubieras llevado antes t
Lo había perdido todo ahora, ya no había nada que me sujetara o que me mantuviera con vida aquí. Estaba completamente sola, sin familia en el mundo, falle en la misión que tenía ¿Ahora qué? Escucho voces a mi alrededor, pero no logro enfocarme en ellas, todo parecen murmullos, mi visión se distorsiona, grito desde lo mas profundo de mi ser. Cierro los ojos con fuerza realizando un débil intento por soportar la ola de sensaciones que me invade, perpetrando mi alma en repetidas ocasiones.Al abrir los ojos después de un par de segundos observó como uno de los médicos cubre el rostro de mi hermano con una sábana blanca, al mismo tiempo que niega con la cabeza. Con una ligera dificultad logro colocarme de pie sin apartar mis ojos de la escena lúgubre para mi vida, observo el enigmático hombre aproximarse por el pasillo con el ceño fruncido mientras muestra la evidencia confusión.—¿Qué es lo que sucede? — pregunta con su ronca voz aproximándose frente a mí, el desgarrador grito de dolor p
Narrador omniscienteUn par de manos grandes la rodea con fuerza los brazos tirando de ella hacia atrás con poca delicadeza u amabilidad.—¿Qué rayos te ocurre? ¿Estás loca? —inquiere Sebastián BlackWood con los ojos fijos en los de Anne, al mismo tiempo que tira de su cuerpo para colocarla detrás del barandal, su interrupción saca del campo de visión de Anne a Leah, la despreciable mujer que destruyo su vida, el detonante en cada momento de dolor.Ese pequeño encuentro causo que la chispa del odio se incendiara en su interior, el sentimiento de que todo lo que ocurría se debía a esa mujer, fue suficiente para acrecentar su venganza. Anne jamás fue educada de esa manera, odiar a las personas incluso aquellas que la agredían o le causaban algún tipo de daño, pero esta vez sus padres no estaban presentes en su vida como para frenar sus instintos, sentía la imperiosa necesidad de hacerle pagar a esa mujer cada gramo de desdicha a la que se enfrentó gracias a que ella derrumbó los cimient
Durante el resto del trayecto ninguno de los dos volvió a mencionar palabra alguna por lo que un sepulcral silencio los sumergió por completo a ambos, la joven no fue capaz de preguntar hacia dónde era llevada, mientras tanto por su parte Sebastián pensada una y otra manera de volver a tomar ventaja sobre la situación, para continuar siendo él quien tome todas las decisiones.Pero era sorprendente como cada uno de los dos solo pensaba en cuánto podría beneficiarse de dicha situación, el automóvil aparca de regreso al hospital donde hace tan solo un par de horas ella misma salió huyendo del sitio al no soportar la pérdida que acababa de sufrir, la sensación de odio y dolor solo se extiende su interior pues imaginaba las cientos de formas en las cuales podría hacerle pagar a esa mujer lo que hizo con su familia, sentía que cada pequeña desgracia que le ocurrió desde que ella entró a su vida, fue únicamente por su causa.Lo extraño era como una persona como ella que nunca fue criada para
Después de la clara advertencia por parte de Sebastián por supuesto que Anne no estaba dispuesta a ponerlo a prueba. Salen de la iglesia tomados de la mano, la joven decide cubrir su rostro con el delicado velo para evitar que alguien más se percate de su enfado por la boda falsa, las campanadas de la iglesia resuenan de fondo mientras que los gritos de los invitados gritando que vivan los novios al mismo tiempo que lanzan arroz y pétalos de rosas blancas para continuar con la celebración por la boda reciente.Era sorprendente como Sebastián BlackWood era un excelente actor para tener semejante demostración de inexistente gozo ante el público sobre su cuestionable felicidad, continuaba siendo tan egoísta como de costumbre sin importarle la situación de la joven o la salud de su abuelo, se encontraba celebrando su boda sin pensar en nada más que los beneficios de ese matrimonio obtendría para él.Las siguientes dos semanas fueron un tanto extrañas, ya que desde que salieron de la igles
La joven esposa se refugia detrás de Sebastián quien ahora era su esposo y en el hombre en el cual buscaba refugio de la profunda y penetrante mirada del hombre frente a ella, no conocía realmente a Sebastián, pero lo suficiente como para saber que si la presencia de ese hombre desconocido lo inquietaba, era por alguna buena razon y que tampoco era una buena persona. Además de percibirlo podía sentirlo al observar cómo los músculos de la espalda de Sebastián se tensaban conforme los segundos transcurrían en compañía del extraño. De inmediato a ambos hombres comienzan a acercarse lentamente desafiándose con la mirada del uno al otro, el primo de Sebastián ampliaba su sonrisa logrando que Sebastián ardiera en la rabia apretando su mandíbula. El abogado que hasta ese momento solo era un espectador de la escena al igual que la joven esposa.—¡Puede detenerse por favor! este no es el momento ni el lugar, su abuelo acaba de fallecer y respondiendo a tu pregunta Sebastián, tu primo Marcello
Con sus instintos a flor de piel tomó asiento justo al lado de la persona que menos desearía ver en el resto de su vida, pero esas eran las reglas era lo que se debía de hacer al menos si desea continuar con la farsa familiar.—Los citó aquí para dar inicio a la lectura del testamento de su abuelo que está en gloria. —Une sus manos en señal de plegaria, al mismo tiempo que cierra los ojos algunos segundos.—Pero al parecer no son familiares cercanos, o mejor dicho no congenian, al menos no después del espectáculo que hubo un punto de montar en frente de todos en ese hospital. Así que seré claro con ustedes para evitar las molestias a todos los presentes, además de que por supuesto respetar la memoria de su abuelo. Si ambos se encuentran aquí reunidos es porque ambos hacen mención en su testamento son las únicas personas a las cuales mencionan en todas y cada una de las páginas. — Sebastián se coloca de pie de inmediato ya que se encontraba indignado pues no se había casado en vano con
Lo que el hombre desconocía era que su bella esposa ahora se había dado cuenta del error que cometió al casarse con él, tan sólo cegada en su venganza y resentimiento junto a los deseos de darle un propósito a su vida, aunque éste no fuera para nada placentero. Al ver que Sebastián no volvía Anne estuvo dar un paseo alrededor del sitio encontrándose así frente a algunas lápidas y ataúdes para niños además de algunas fotografías por lo que no evitaría sentirse devastada al encontrarse frente a frente con algo como eso, pues de inmediato grabó a su pequeño hermano que no llevó ni siquiera medio año de desaparecido ya quien cada día extrañaba más. Y como si algo dentro de ella se hubiera activado cayó en cuenta de que a su pequeño hermano jamás le hubiera gustado verla tan infeliz como lo era ahora, aun cuando tenía una suave cama sobre la cual reposar cada noche, además del techo sobre su cabeza, los finos vestidos que ahora vestía y un calzado espectacular cosas materiales por las qu