Después de la clara advertencia por parte de Sebastián por supuesto que Anne no estaba dispuesta a ponerlo a prueba. Salen de la iglesia tomados de la mano, la joven decide cubrir su rostro con el delicado velo para evitar que alguien más se percate de su enfado por la boda falsa, las campanadas de la iglesia resuenan de fondo mientras que los gritos de los invitados gritando que vivan los novios al mismo tiempo que lanzan arroz y pétalos de rosas blancas para continuar con la celebración por la boda reciente.Era sorprendente como Sebastián BlackWood era un excelente actor para tener semejante demostración de inexistente gozo ante el público sobre su cuestionable felicidad, continuaba siendo tan egoísta como de costumbre sin importarle la situación de la joven o la salud de su abuelo, se encontraba celebrando su boda sin pensar en nada más que los beneficios de ese matrimonio obtendría para él.Las siguientes dos semanas fueron un tanto extrañas, ya que desde que salieron de la igles
La joven esposa se refugia detrás de Sebastián quien ahora era su esposo y en el hombre en el cual buscaba refugio de la profunda y penetrante mirada del hombre frente a ella, no conocía realmente a Sebastián, pero lo suficiente como para saber que si la presencia de ese hombre desconocido lo inquietaba, era por alguna buena razon y que tampoco era una buena persona. Además de percibirlo podía sentirlo al observar cómo los músculos de la espalda de Sebastián se tensaban conforme los segundos transcurrían en compañía del extraño. De inmediato a ambos hombres comienzan a acercarse lentamente desafiándose con la mirada del uno al otro, el primo de Sebastián ampliaba su sonrisa logrando que Sebastián ardiera en la rabia apretando su mandíbula. El abogado que hasta ese momento solo era un espectador de la escena al igual que la joven esposa.—¡Puede detenerse por favor! este no es el momento ni el lugar, su abuelo acaba de fallecer y respondiendo a tu pregunta Sebastián, tu primo Marcello
Con sus instintos a flor de piel tomó asiento justo al lado de la persona que menos desearía ver en el resto de su vida, pero esas eran las reglas era lo que se debía de hacer al menos si desea continuar con la farsa familiar.—Los citó aquí para dar inicio a la lectura del testamento de su abuelo que está en gloria. —Une sus manos en señal de plegaria, al mismo tiempo que cierra los ojos algunos segundos.—Pero al parecer no son familiares cercanos, o mejor dicho no congenian, al menos no después del espectáculo que hubo un punto de montar en frente de todos en ese hospital. Así que seré claro con ustedes para evitar las molestias a todos los presentes, además de que por supuesto respetar la memoria de su abuelo. Si ambos se encuentran aquí reunidos es porque ambos hacen mención en su testamento son las únicas personas a las cuales mencionan en todas y cada una de las páginas. — Sebastián se coloca de pie de inmediato ya que se encontraba indignado pues no se había casado en vano con
Lo que el hombre desconocía era que su bella esposa ahora se había dado cuenta del error que cometió al casarse con él, tan sólo cegada en su venganza y resentimiento junto a los deseos de darle un propósito a su vida, aunque éste no fuera para nada placentero. Al ver que Sebastián no volvía Anne estuvo dar un paseo alrededor del sitio encontrándose así frente a algunas lápidas y ataúdes para niños además de algunas fotografías por lo que no evitaría sentirse devastada al encontrarse frente a frente con algo como eso, pues de inmediato grabó a su pequeño hermano que no llevó ni siquiera medio año de desaparecido ya quien cada día extrañaba más. Y como si algo dentro de ella se hubiera activado cayó en cuenta de que a su pequeño hermano jamás le hubiera gustado verla tan infeliz como lo era ahora, aun cuando tenía una suave cama sobre la cual reposar cada noche, además del techo sobre su cabeza, los finos vestidos que ahora vestía y un calzado espectacular cosas materiales por las qu
De inmediato pensó en desistir de su idea, pero la imagen de su hermano y familia llegó a su mente y lo mucho que detestarían y los entristecería verla en esa relación por convenio siendo un documento, lo único que los unía porque amor o algo como algun vínculo no existía entre ellos sólo la conveniencia, un camino que la estaba convirtiendo en una mujer tremendamente infeliz.— Antes de que digas algo sobre lo estúpida y absurda que es mi idea déjame terminar por favor. —Levanta la mano en señal de que aguarde mientras ella respira profundamente, busca intentando la calma y las palabras correctas dentro de su mente, sin duda había pensado en ello, pero las cosas no estaban resultando como ella las había planeado e imaginado o incluso se le asemejaba. — en estas semanas que llevamos en este matrimonio del cual ambos sabemos es solamente una farsa, no es nada más que eso y no hay nada que nos una, más que ese documento que me convierte en tu esposa. Tú compraste este matrimonio, al pri
— Ese es el trato que yo te ofrezco, si es que acaso realmente deseas obtener tu libertad y librarte de mí de una vez por todas. Sólo piensa qué es un seguro para ambos ese hijo. — Con su mano derecha acariciaba mi cuello levantando mi mentón para que mis ojos se encuentren con los suyos otorgándome una mirada un tanto perturbadora para mí a pesar de ser increíblemente atractivo no le restaba el hecho de que fuera un verdadero monstruo sin sentimientos encarnado en una hermosa piel de agraciado rostro y esculpido cuerpo.— Eso no es un trato me estás pidiendo que me esclavice a ti atándome de por vida no sólo con la firma en un par de documentos, sino que te dé un hijo que nos atará por el resto de nuestros días. Me tendrás a tu entera merced con ese niño, y para ello tendría que acostarme contigo, permitir que uses mi cuerpo a tu antojo como un simple objeto para tu propio beneficio e incluso dudo mucho que llegues a amar a un hijo, aunque sea de tu propia sangre eres un monstruo aut
Llena de frustración comienzo a derramar lágrimas silenciosas mientras mi cabeza reposa entre mis piernas y me abrazó con fuerza a mí misma, el dolor en mi interior cada vez se vuelve más fuerte al sentir el vacío de la soledad taladrando en mi interior. En un movimiento rabioso me colocó de pie mientras tallo con rudeza las lágrimas sobre mis mejillas dejando mi blanquecina piel enrojecida, al igual que mi nariz respiro profundo algunas veces hasta lograr calmarme y dejar el llanto atrás. Sentía que el sentimiento de la esperanza comenzaba a morir poco a poco en mi interior pues una parte de mí conservaba la esperanza de que ese hombre decidiera darme la libertad, pues al final yo había cumplido con mi parte del trato llevaba algunas semanas siendo su esposa tal y como me lo pidió para que él pudiera reclamar su herencia y ahora había cambiado por completo el contrato exigiéndome así el heredero a su fortuna, todo lo que por supuesto yo no estaba de acuerdo. Salgo de la habitación
Las oscuras y lluviosas calles de San Francisco son mi único refugio y verdugo a la vez. No tengo sitio al cual asistir o persona a la cual pedir ayuda, mi estomago duele y se retuerce debido a la falta de alimento, pero es lo que menos me importa a pesar de mi debilidad avanzo tres pasos más con la esperanza de llegar al alumbrado sitio solo tal vez entonces alguien se apiade de mí.Con un esfuerzo sobre humano logro llegar, la humedad vuelve al suelo resbaladizo y eso en combinación con mis desgastadas converse son una espantosa mezcla logrando que tropiece obteniendo una caída de rodillas, mi carne sangra, pero no me importa.—¡¡Ayuda!! Por favor…—Grito con la poca fuerza que me resta.Algunas de las personas que cruzan justo a mi lado me lanzan miradas con desdén tal y como si fuera un animal de la calle aquel del que todos se retiran por ser un apestado, o carroña que ensucia sus suelos. Un auto deportivo me salpica el agua de las calles debido a la velocidad con la que se despla