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Capítulo 4: Un gran anhelo

- Cuantas veces tengo que pedirte que no dejes que lleve esa cosa al colegio – volvió a gritar la castaña mirando con enojo a su padre, el cual estaba sentado detrás de su escritorio mirándola enojado.

- A mí no me das ordenes Isabela, entendiste – se quejó ahora poniéndose de pie y aporreando sus manos en su escritorio.

- Pues comportarte como un adulto y enséñale mejores cosas a tu nieto – le reclamo ella igual acercándose al escritorio y aporreando sus manos en este.

- Estas llegando al límite de mi paciencia, Isabelita – comento el pelinegro con enojo mientras sacaba su pistola verde favorita y apuntaba a la chica.

- Vez… exactamente a eso me refiero, por eso casi todos los días mandan a Roger a la dirección – volvió hablar la castaña sin importarle que su padre le apuntara con un arma.

- No me importa lo que digas yo decido que es lo mejor para mi nieto – dijo ahora jalando del gatillo, por lo que la chica rodo sus ojos antes de buscar moverse de forma ágil para esquivar rápidamente las balas.

Y con esa acción, dio por concluida la charla y ahora habían comenzado una guerra entre ellos, ignorando que su riña habitual diaria era vista por un par de ojos estaban metidos en una pelea la cual era observada bajo la atenta mirada de un par de ojos azules.

Roger al escuchar discutir a su madre y abuelo fue a espiarles, ya que las cosas siempre terminaban así y eso le gustaba, más porque podía ver a sus modelos a seguir enfrentarse y demostrar sus habilidades de pelea, lo cual lo hacía sentirse feliz.

En eso recordaba la razón por la cual le pidió a su abuelo y tíos que le entrenaran…

----------- Flash Back ----------

Era un viernes por la tarde y Roger había salido a dar un paseo por el parque en compañía de sus abuelos y su tío Javier, ya que su madre en ese momento estaba muy ocupada terminando de prepararse para su examen profesional que se celebraría al día siguiente.

El paseo fue de lo más tranquilo como siempre, le gustaba observar los pequeños animales del parque que ya se preparaban para dormir, en eso su mirada se fijó en otra familia que jugaba en los columpios: esa familia consistía en un hombre y una mujer meciendo y riendo con su pequeña hija.

- Abuela… - le llamo deteniendo su caminar.

- ¿Que pasa Roli? – le pregunto mientras le sonreía.

- ¿Porque yo no tengo papá? - pregunto con algo de tristeza en su voz, era verdad que se consideraba a sí mismo un chico autosuficiente e independiente, pero a veces tenía esas dudas que lo hacían sentir débil y dudar de su fortaleza.

- ¿Porque preguntas eso Roger? – le pregunto su abuelo, mientras se acercaba y se quedaba parado frente a él.

- Es que… - contesto algo dudoso desviando la mirada.

- ¿Ya le has preguntad a mi hermana sobre el tema? – en eso el pequeño vio que su tío se acercó a que hincándose para quedar a su altura y verlo a los ojos.

- Si… una vez le pregunte y solo vi que ella entristecía y me decía que era porque ellos se pelearon y por eso no vive con nosotros… - respondió, mientras era abrazado por su abuela – pero no le he vuelto a preguntar porque ese tema la pone triste.

-Tch… - se limitó a decir su tío mientras miraba a otro lado y apretaba sus puños

- Esta niña, aun quiere encubrir la verdad… - murmuro con enojo Enrique – mira hijo, el…

- Enrique, ni se te ocurra – le regaño Jazmín – ese es un tema que solo tu hija puede decirle.

- Mejor que lo sepa por nosotros a que se entere por otros – le respondió Enrique, notando que su esposa dejo notar una gran tristeza en su mirada.

Roger no entendía de qué hablaban y solo miraba a ver a sus dos abuelos.

- Escucha bien enano, esto que te diremos será un secreto entre nosotros, entendiste – dijo Javier mirándolo de forma seria.

- Tu padre, no… ni merece ese título ese cobarde – opino más para sí que para el niño que le escuchaba - ese sujeto solo jugo tu madre y cuando naciste busco deshacerse de ustedes, esa es la razón por la que no está contigo, de hecho, dudo que sepa tu nombre – dijo con enojo Enrique al recordar la anécdota de su hija sobre los hechos.

- Entonces, soy alguien no deseado – pregunto con algo de tristeza el pequeño.

- Eso no es cierto Roger – le hablo su abuela llamando su atención – tu eres alguien muy deseado y estimado por todos nosotros, pero sobre todo eres la persona más importante en la vida de tu mamá – dijo dándole un beso en la frente.

- Igual aún existe la posibilidad que mi hermanita se vuelva a enamorar de otro hombre – hablo con molestia Javier – pero con la única diferencia que ahora tú juzgaras si ese sujeto vale la pena y demuestre que puede cuidarles a ambos, entendiste – dijo revolviéndole sus cabellos al menor.

 - Entonces quiero que me enseñen a pelear, así pueda juzgar a todos los que quieran acercarse a mamá – hablo con seguridad el pequeño pelinegro.

- Ese es mi nieto, así se habla – le felicito Enrique.

- Pero nada de excederse, que aún es un niño – les advirtió divertida Jazmín al notar la emoción de sus hombres sobre ese tema.

---------- Fin del flash Back ----------

Era verdad que se había enterado de algo muy triste y horrible: que tanto su mamá como el eran personas no queridas por ese sujeto que le dio la vida, pero se tenían mutuamente y no necesitaban nada más… aunque eso no desaparecía el hecho de que a veces el quería saber que era sensación que describían sus compañeros de escuela de estar una tarde con su papa, pero por ahora se dedicaría a ser fuerte y cuidar de su pequeña familia para que nadie alterara su felicidad.

Y ahora que lo pensaba, se preguntaba si ese deseo fue lo que le impulso a darle una oportunidad al rubio ese, bueno si era sincero consigo mismo había algo que le llamaba la atención de ese atrevido, aunque igual lo podría atribuir a su curiosidad infantil o un momento de debilidad que tuvo ya que a veces quería experimentar que se sentía tener a otra persona que se preocupara por él. Debido a que el rubio al menos parecía sincero sobre su interés hacia su madre y no como los otros sujetos que amablemente fueron intimidados y amenazados por su abuelo y tíos.

En eso fue sacado de sus pensamientos cuando una bala paso muy cerca de cabeza, por lo que decidió que ya era hora de detenerlos recordándoles que si no se calmaban la abuela subiría y ella misma los disciplinaria e impondría el orden en la casa, más porque habia un invitado.

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