¿Somos víctimas de la casualidad o simplemente es la ley de la atracción la que causa este efecto de peligro entre los dos?
Alondra
Se sorprende al verme delante de él, pero enseguida se recompone y me enseña una sonrisa de satisfacción al verme, siento las manos sudorosas y el corazón martillando en mi pecho con tanta fuerza que me es difícil recuperarme por unos cuantos segundos en los que intento descifrar en que momento fue que el destino decidió jugarme esta m*****a broma. Imito su postura cuadrándome de hombros, al tiempo que el mesero me ayuda a recoger mis cosas del piso y me las entrega, agradezco la amabilidad del joven antes de colocar de nuevo la mirada fría sobre el señor Freites.
—Mucho gusto, Alondra Jiménez, CEO de Technological Prestige —Extiendo la mano con toda la seguridad de la que soy capaz, no es la primera vez que tengo que vérmelas con un hombre en una reunión de negocios fuera de la oficina, sin embargo, es la primera vez que tengo un encuentro desagradable con un posible cliente.
—Christopher Freites, el placer es todo mío, señorita Jiménez —entrelaza su mano con la mía, provocando que todo mi cuerpo se estremezca por la estática que el contacto de nuestras manos produce en ambos.
Su agarre es fuerte y se afianza un poco más a mi mano como si no la quisiera soltar, no es algo nuevo, cada hombre con el que he tenido que hacer negocios siempre se aprovecha del saludo para prolongar el contacto de una manera inapropiada.
—Ya puede soltarme, señor Freites —demando con tono frío.
—Lo siento, no fue mi intención causarle incomodidad —musita en tomo amable.
—Es muy común que esto suceda la verdad, sin embargo, no deja de ser desagradable que los hombres no terminen de comprender que las mujeres podemos ser más que una simple cara bonita —suelto, hostil.
Estoy consciente de lo desagradable que estoy siendo, quizás mucho más que en otras ocasiones con otras personas, pero algo en él me hace reaccionar de esa manera, es como si su llegada a mi vida representara peligro, un peligro que no estoy dispuesta a correr.
—En ningún momento he dicho o asegurado que las mujeres no puedan lograr lo que se proponen, me parece que está siendo usted algo descortés en este momento y me temo que se debe a nuestro encuentro de esta mañana —puntualiza tomando una postura de defensa—. Le repito mismo que le dije entonces, me disculpo por haber interrumpido un momento de intimidad, no fue mi intención, aunque reconozco que fue un error el haberle hablado, pero ambos tenemos que reconocer que por muy profesional y exitosa que usted sea, no sabe separar su vida privada de la laboral —el golpe fue directo y premeditado, un balde de agua fría me hubiese sabido a gloria antes de tener que escuchar esas funestas palabras.
De nuevo su mirada se torna superior a la mía, sabe que tiene la victoria ganada en esta batalla. Me tiene totalmente atada de manos, tiene razón en cada una de las palabras que pronuncio, sin embargo, me cuesta aceptar que no supe separar mi vida privada de la laboral, siento que es más un impulso propio de una reacción natural de mi cuerpo, es como si mis mecanismos de defensa se hubiesen activado desde el primer momento en el que nuestras miradas se cruzaron.
Confieso que de alguna forma me desarma cuando me observa a profundidad, los escudos que siempre me protegen quedan hechos añicos, no obstante, tengo que sobrevivir y en eso soy una experta. No me importa que tanto me descontrole, tengo que mantenerme serena y fría como siempre, eso es lo que me ha llevado hasta donde estoy y no pienso resbalar en este momento en el que estoy a un paso del pináculo de mi carrera.
Christopher
Me sorprendo cuando me doy cuenta de que la mujer que está frente a mí paralizada, muda y blanca como un papel, es la misma ardiente y sensual diosa que vi hoy en el cementerio, trago saliva sin poder dejar de mirarla, me parece inverosímil que de nuevo nos hayamos encontrado y de esta manera tan poco habitual. Sin duda alguna es una mujer muy hermosa y desafiante, me intriga su manera de actuar, de mostrarse tan segura y arrogante ante las situaciones.
Esta mañana me dejo sin palabras, confieso que me pareció el ángel más dulce y hermoso cuando la vi por primera vez, algo en ella me atrajo, quizás esa luz brillante que desprende a su alrededor, escucharla, pronunciar aquellas palabras me hizo comprender que lleva guardado en su pecho una pena muy grande que no la deja vivir realmente. Y que siempre ha estado andando a medias por temor de lo que pueda suceder, por más que demuestre ser una extraordinaria profesional, no deja de ser un ser humano con el alma rota.
No comprendo por qué siento la necesidad de curarle las heridas, de cubrirla con besos mientras la rodeo con mis brazos, no sé en qué estoy pensando está claro que esta mujer no fue hecho para ningún hombre o es que sus expectativas son demasiado altas, pero acaso no soy un hombre terco que cuando se le mete algo en la cabeza no se detiene hasta conseguirlo, sin embargo, tengo que analizar muy bien mis ideas, porque si únicamente llenare de más heridas su maltrecha alma, lo mejor es que la observe desde lejos aunque me muera por estar muy cerca de ella.
Me encanta ver cómo me desafía, como se muestra regia, profesional, el movimiento de sus labios al hablar, es una gozada estar sentado frente a ella admirando en primera fila toda su inteligencia. Creo que jamás había conocido a una mujer así como ella, tuve que haber indagado más sobre ella y no conformarme solo con saber su nombre.
—¿Me está escuchando, señor Freites? —pregunta sacándome de mis cavilaciones—. Creo que esta reunión ha sido una total perdida de mi tiempo —dice en tono irritado.
—Lo siento, me distraje pensando en otro asunto, no fue mi intención hacer que se molestara —digo esperando que se relaje.
—Señor Freites, creo que no le queda claro, soy una mujer a la que se le preste atención por lo que tiene que decir y no por su físico, sobre todo cuando se le cita fuera de su oficina para una reunión de trabajo —señala con el ceño ligeramente fruncido—. Ahora si me disculpa, yo si tengo cosas mucho más importantes que hacer y no son precisamente perdiendo el tiempo con alguien que no puede para de babear por mí —declara y enseguida se sonroja—, lo siento —masculla y se va dejándome mudo como una estatua y sin comprender que fue lo que sucedió.
No cabe duda de que las mujeres siempre serán un misterio mucho más difícil de comprender que el universo mismo. Puedo entender que se moleste porque no le prestara atención, tiene razón, fue una grosería de mi parte, pero de ahí a que armara todo un drama y que encima alegue que me estoy babeando por ella, ya es como mucho, aunque tiene razón, me embelese con su belleza y me olvide de ser un profesional también.
—¡Maldición, he pasado el día disculpándome con ella!
Quizás unas rosas blancas enviadas a su oficina sirvan para pedirle una disculpa. No cabe duda de que soy un soberano imbécil, nunca me había sucedido nada igual con ninguna otra mujer.
—Señor, ¿Desea que retire? —pregunta el mesero.
—Por favor y tráigame la cuenta —contesto.
Un par de minutos después vuelve con la cuenta, le entrego la tarjeta de crédito y espero a que se cobre el consumo mientras me termino la copa de vino, ahora que recuerdo ella solo pidió un vaso con agua, habrá pensado que no tengo dinero suficiente para invitarle una copa de vino, no, esas son especulaciones mías, muchas mujeres no ingieren alcohol o quizás sea una regla como la de los policías que no ingieren alcohol mientras están de servicio.
Un corazón endurecido es la clave del éxito, alejarse de las historias románticas es la estrategia a seguir hasta lograrlo.AlondraNo entiendo que fue lo que sucedió, yo no me comporto de esa manera, pero por alguna razón ese hombre logra alterarme, la forma en la que me mira la mueca de sus labios al sonreír sin ningún motivo, el timbre ronco y seductor de su voz. Nunca antes me he sentido de esta manera y no voy a empezar ahora, me he dicho mil veces a mí misma que no estoy interesada en una relación con nadie y no pienso cambiar de opinión, mantenerme alejada de todo lo que representa un obstáculo en mi carrera es lo que me ha llevado hasta donde estoy en poco tiempo.Nunca perdí el tiempo en noviazgos durante mis estudios, aunque eso se trató más de lo que viví siendo una niña, sin embargo, es el único método que conozco para superarme y continuar. Pensaba regresar a la oficina, pero en este momento no creo poder concentrarme en nada más, por lo que decido regresar a la soledad d
Las rosas nunca han traído la felicidad entre sus espinas. Sobre todo las rojas, que son el color de la sangre y del dolor.AlondraDe nuevo voy camino al cementerio, pero esta vez a la tumba de mi bebe, las cenizas de mi hijo descansan en un cofre sembrado en uno de los muros designados para tal fin dentro del recinto, una pared inmensa con hermosos grabados, es un columbario especial en el que solo descansan los restos de varios niños, me hace feliz imaginar que mi hijo juega con esos otros niños a su lado. No suelo visitarlo muy seguido, saber que no pude conocerlo por más tiempo, recordar cómo fue concebido y revivir en mi corazón el dolor que significo por tantos años sigue destrozándome. En mi corazón aprendí a amarlo y aunque cada día que pasa deseo que hubiese podido vivir, la verdad es que reconozco que hubiese sido muy difícil para mí aceptarlo del todo.Tal vez eso me hace mala madre, un hijo nunca tiene la culpa de lo que sucede a sus padres, pero en cierto modo siento que
Nunca una batalla cara a cara me ha causado tanto terror, como el hecho de tener sus ojos clavados en mí.AlondraDesisto de llamar y decido mejor ir a verlo a su oficina, de esa manera le dejaré en claro que no me interesa para nada tener ningún tipo de relación que no sea profesional con él, no quiero parecer extremista, pero sé bien que cuando uno lo permite la primera vez entonces se agarran de eso para volver a hacerlo y entonces tener un acercamiento mucho más personal y la verdad en este momento únicamente quiero estar enfocada en mi carrera y en mi futuro, en unos meses daré inicio a mi propia empresa y necesito estar totalmente concentrada y centrada.Ese hombre logra irritarme con tanta facilidad, no sé qué me sucede últimamente, quizás sean que mis emociones durante estos días están descontroladas por lo general, aunque es primera vez que me sucede con un cliente. Aunque también antes de saber que era un potencial cliente tuve un encuentro bastante desagradable, me parece u
¿Cómo se lucha en contra de los fantasmas del pasado? Tal vez lo ideal es hacerse a un lado y dejarlos continuar con su reinado de terror, sin embargo, el sabor de su boca y el olor de su piel me hacen persistir en una pelea que quizás esté perdida, pero no soy el típico hombre que se da por vencido cuando de revivir los gemidos de una dama se trata.ChristopherEs inevitable no expresar la sorpresa que me causa la presencia de la señorita Jiménez en mi oficina, me encanta ver su seguridad y la firmeza con la que se desenvuelve. Me atrae, es cierto, pero también me doy cuenta de que es una mujer muy difícil de conquistar. Me pregunto que será eso que oculta y que tanto le afecta, he estado leyendo sobre ella y al parecer no se le ha conocido nunca una pareja, de hecho no tiene una vida social muy activa. Me pongo de pie cuando me canso de escuchar sus reclamos, aunque en realidad no le he prestado atención, por experiencia sé que a las mujeres hay que darles la razón y asentir cuando
Pídeme que no aprenda a amar tus traumas ni tus días grises, envíame al infierno si es preciso para mantenerme alejado de tu presencia.ChristopherEstoy convencido de que no es una buena idea pretender seguir viéndola, bajo ningún pretexto puedo hacerlo, ya es prácticamente el motivo de mi ansiedad, la última vez que me encontré en una situación similar, fue cuando todo mi mundo se derrumbó. Los pies me pican por volver a entrar en mi oficina y ver cómo está, pero sé que es una trampa mortal en este momento para mí.Mi entrepierna está resentida y lo más probable es que reaccione al tenerla de nuevo frente a mí y me parece que además de ser contraproducente para ella en este momento por cómo se encuentra que sería un atentando homicida en mi contra. Colmado por mis propios pensamientos, decido ir al baño de los empleados para refrescarme un poco, no es muy común que use esta sala sanitaria, pero ahora mismo me es muy necesario.Me mojo la cara repetidas veces, el agua está un poco he
Déjame vivir dentro de tus recuerdos y olvídame mientras aprendes a amarme. Alondra Observo detenidamente al hombre que se encuentra parado frente a mí esperando a que le diga algo mientras mi mente sigue evocando sucesos del pasado que prefiero no recordar. Su mirada es de insistencia a que diga algo, pero por más que intento decir algo no logro articular ni media palabra, definitivamente no tuve que haber venido, no ha sido la mejor idea que he tenido en toda mi vida ni mucho menos estaba preparada para el resultado de la misma. —¿Se encuentra bien o desea que llame una ambulancia? —inquiere con tono frío, cómo si ahora quisiera mantener su distancia conmigo, tal vez se dio cuenta de su error y ahora está arrepentido. —No, gracias. Estoy perfectamente y no gracias a usted —digo con voz dura—. Evitaré levantar cargos por ahora, por qué quiero confiar en que no volverá a suceder nada parecido a lo de hace un momento entre los dos, quiero que entienda que no me interesa tener o mant
Vivir nunca se había tornado tan difícil hasta que tus labios bebieron de los míos y la locura se apoderó de mi razón, volviéndome esclavo de tu mirada.Christopher No es solo miedo lo que refleja su mirada, sé que debo alejarme poner la mayor distancia posible entre los dos, pero la curiosidad por descubrir que es eso que la ha lastimado, me carcome, es obvio que no debería de interesarme, sin embargo, la señorita Jiménez me atrae tanto o más que… no, imposible, nunca nadie podrá despertar dentro de mí un sentimiento que le llegue siquiera a la altura de lo que sentí por mi Anabella, me estoy volviendo loco al querer comparar a dos mujeres que por razones más que evidentes son totalmente diferentes.Anabella, era fuerte, decidida, transparente y sobre todo no fingía algo que no era y así fue siempre, hasta su último día de vida. En cambio, Alondra Jiménez me demostró cuan falsa es aparentando ser una mujer segura de sí misma cuando la verdad solo se oculta detrás de una careta. No p
Que el demonio se lleve mi alma al infierno y la condene a una eternidad en la que los recuerdos sean lo que menos daño me causan.AlondraNo entiendo que hace el señor Freites en mi casa, no suelo atender a los clientes o socios en mi casa, pero me parece una descortesía, no permitirle la entrada, aunque ignoro por completo el motivo de su presencia, quizás lo mejor era que yo bajara, sin embargo, no quiero que las demás personas noten mi reacción cuando estoy delante de él. Sé que puedo, solo será un momento y ya llevo mucho tiempo controlando mis emociones, llevo años clocando la máscara de la perfección para afrontar la vida sin que nadie se entere de que llevo conmigo a los fantasmas del pasado.Me observo en el espejo antes de ir a esperar a la puerta, estoy presentable para no haber estado esperando una visita tan imprevista y extraña. Me acomodo el cabello y camino hasta la puerta en donde me detengo y espero a que toque, froto mis manos entre sí para aligerar el tenue temblor