El infierno me escupió la cara, me desterró y me lanzo al exilio en esta tierra donde mi condena es mucho más dura de soportar y pesada para llevar. Es en esta tierra donde purgaré mis culpas, donde sus ojos son los que me torturen y sus manos las que quemen mi cuerpo mientras su voz me atormentan en sueños.AlondraTrato de controlar mis impulsos para que la escena de su oficina no se vuelva a repetir, no tengo ánimos de pasar de nuevo por algo similar y al señor Freites parece no importarle, simplemente se ocupa de lo que interesa, de lo que lo hace sentir bien mandando a la mierda el bienestar de los demás. Dejo que la rabia suba por mi columna vertebral y se desate, es el único mecanismo de defensa que tengo en este momento y es la forma en la que siempre he podido avanzar sin tener que revivir mis miedos.—Le exijo que se aleje de mí en este momento —ordeno con voz autoritaria.Siento las mejillas humedecidas, pero no es tiempo de pensar en las lágrimas que se me escaparon.—Es m
La dulce voz que en el pasado me adoro, hoy me empuja a ser feliz en brazos de otra. Me alienta con su calor y me llena de felicidad al enseñarme cuan feliz es ella, viéndome ser feliz desde las estrellas.Siempre serás el sol que le da luz a mi vida, siempre te amaré.ChristopherNo pude haber sido más imbécil al dejarme llevar por mis malditos impulsos. Alondra no es Anabella que caía rendida en mis brazos, claro que tampoco es como si lo que quisiera en mi vida es una copia de mi difunta esposa. De hecho no quiero que nadie ocupe su lugar, pero Alondra me atrae de una manera tan intrigante que asusta y me hace reaccionar como un demente, como un salvaje que no sabe controlar sus manos ni su boca cuando la tiene en frente. Tiene razón al decir que no pensé para nada en cómo podría sentirse ella las veces que la he abordado de esa manera.En el internet no sale nada relevante sobre su vida, pero también es cierto que no existe información de más allá a la universitaria. Su adolescenc
Nunca antes la luz fue tan clara, ni el azul del cielo tan limpio. La esperanza se viste con sus mejores galas para presentarnos la posibilidad de tener una nueva oportunidad... para amar y ser felices.Para vivir.ChristopherCierro los ojos y los elevo al cielo mientras entono una oración silenciosa de agradecimiento. Anabella está a mi lado, siento su calor, cubrirme por completo, las lágrimas salen solas, las lágrimas que no pude derramar aquel último día cuando de pie, frente a su ataúd, no pude llorar mi pena. Sin embargo, esta vez mis lágrimas no son de dolor o pérdida, sino de dicha y esperanza.Ahora necesito encontrar la manera de hacer que Alondra Jiménez lo vea del mismo modo, que se dé cuenta de que la vida nos brinda una oportunidad juntos. Debo acercarme a ella, pero esta vez con algo más de sutileza, de tacto. Conocerla mejor y escudriñar en su pasado, entender que es eso que no la deja seguir adelante. Salgo la casa con una nueva perspectiva de la vida, un nuevo objet
La luz se filtra entre las sombras que me cubren tratando de iluminar mis días, pero la niebla es tan densa que de nuevo la ínfima claridad se desvanece dejándome de nuevo aquí. Esperando por un milagro que nunca ocurre.AlondraNo esperaba recibir un correo tan temprano del señor Freites, la verdad no me gustaría darle la oportunidad de volver a faltar a mi confianza, pero siento que si no lo hago ya no volveré a verlo. Soy tan masoquista que aunque sé que su presencia me causa daño, deseo poder verlo y escuchar su voz. Tengo que encontrar la manera de controlar las señales que mi cuerpo le da para evitar que de nuevo se repitan las escenas anteriores.Todo sería mucho más sencillo si no tuviera la cabeza tan jodida, pero eso es algo imposible, las sombras de mi pasado siempre estarán presente en cada instante de mi vida. Jamás podré disfrutar de nada que implique vivir de verdad, pero estoy conforme con lo que me toco, soy una mujer exitosa, pronto tendré mi propia empresa en marcha
Al borde del precipicio tu mano es la que me sostiene, intento no soltarla, pero el vacío es mucho más fuerte.AlondraCuando estoy fuera del edificio siento los pulmones arder por la falta de aire, es como si hubiese corrido una maratón. Camino hacia mi auto rápidamente me subo y lo arranco sin esperar nada más, si continuo un segundo más en este lugar voy a terminar por caer en la trampa que pone el destino adelante. ¿Por qué tiene que ser tan difícil para mí dejar el pasado en donde pertenece? ¿Por qué sigo arrastrando conmigo todo el sufrimiento y amargura que viví?Perdone a mi mamá por no haberse dado cuenta, por haber ignorado las señales, por dejarse cegar por el amor, pero al mismo tiempo jure que yo jamás me dejaría arrastrar por las pasiones, jure que nunca creería en las palabras de ningún hombre, jure que nunca más dejaría que alguien me tocara, pero ahora en mi mente el deseo de que Christopher me proteja entre sus brazos batalla en una lucha a muerte con todas esas prom
Bésame... bésame más y nunca te detengas, llenaré de luz la oscuridad, seré esa ínfima partícula de brillo que ilumine todo tu universo.ChristopherTengo que recurrir a mi sentido de tolerancia y a la razón para no partirle la cara al imbécil que tengo delante de mí. Insinuar que yo le quiero hacer daño a Alondra cuando lo único que he hecho desde que Verónica me informo del accidente es sentir que de nuevo pierdo la luz de la esperanza. Han pasado casi tres horas desde que otro idiota echara su carro sobre el de ella y sigo esperando a que el medicucho de quinta abra la maldita boca y me diga algo.—Tengo que asegurar el bienestar de mis pacientes, le repito...—¿Doctor Ruiz, cierto? —una chica llega azorada a interrumpir, pienso en mandarla a la mierda, pero cuando pregunta por Alondra decido esperar.—¿Y usted es? —cuestiona, empezando de nuevo con el protocolo que me tiene al borde de perder los estribos.—Soy Andrea Chávez, soy la mejor amiga de Alondra, ¿Cómo se encuentra ella?
Los recuerdos se convierten en olvido cuando decides que lo mejor es dejarlos ir y vivir tu presente. ¿Y por qué no? Si puedo ser feliz sin ese pasado que tanto me atormento.ChristopherEntro al pequeño cuarto donde se encuentra la mujer que ha despertado de nuevo la esperanza y las ganas de vivir dentro de mí. Está dormida y conectada a un par de aparatos, tiene un golpe en la frente con dos curitas de sutura adhesiva, en su brazo derecho un moretón bastante visible. Pude perderla sin haberla tenido antes, sin ni siquiera tener la oportunidad de luchar por ella, de enamorarla, de hacerle entender que yo nunca le haría daño.Tomo asiento a un lado de su cama y cojo su mano, está un poco fría. Una lágrima se me escapa y cae sobre su piel donde dejo un tenue beso. Es demasiado extraño por no decir extraordinario que yo me encuentre aquí junto a ella cuando un día creí que nunca más volvería a sentir nada por nadie.—Sé que no debería de estar aquí a tu lado, pero soy necio y testarudo,
Me fie de tu voz porque en medio de la niebla me guio por un sendero luminoso, pero ahora tengo la necesidad de ver tu rostro y sentir que en la vida real me puedo sentir igual de segura.AlondraMe siento un poco mejor luego de tomar agua, sentía que tenía un desierto en la garganta. El cuerpo me duele un poco, supongo que es por los golpes, al igual que el moretón que se distingue claramente en mi brazo derecho. Necesito saber qué fue lo que me paso, nunca había tenido un accidente, yo suelo ser muy cuidadosa.—Señorita Jiménez, soy el doctor Ruiz, necesito examinarla para asegurarme de que se encuentra bien —señala un hombre vestido de blanco. Es bastante atractivo, tanto como…Asiento y le entrego el vaso a la enfermera y le agradezco.—¿Siente dolor de cabeza, le zumban los oídos, tiene visión borrosa? —interroga al tiempo que me examina los ojos alumbrándolos con una pequeña linterna de luz blanca.—No, no y no. Solo me duele un poco el cuerpo —contesto mientras sigo siendo obje