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El mini torneo
La multitud se mueve en olas de gritos y emoción. Reishel se ve apretada por la colisión humana sobretodo de hombres, sudorosos, olorosos a licor y a tabaco. Pretende movilizarse sin ser reconocida hacia un lugar que le favorezca mejor la vista. La moto la dejó cuidando a un chico que sabe que es decente, para que se la cuidara. Ella le hablo al chico con una voz falseada para que no se diera cuenta que era ella. Logró desplazarse y se sienta en la tribuna un poco más alto y cerca del ring. Comienza la pelea. Los golpes resonaban en el aire…. —¡JUP!...¡JUP!...¡JUP!... —¡Que bien Fabián!...¡¡Estás irreconocible!!...¡Esooo!—Reishel no perdía detalle de los movimientos de Fabián que estaba manejando muy bien las caderas y sus piernas. Todos eran buenos y difíciles, pero Fabián se veía sobresaliente. —¡Increíble, increíble!, ¡Bravo!—aclamaba Reishel, y ya, ha estás alturas se está sintiendo arrepentida por no haberse inscrito. —¡JUP!...¡JUP!..los combatientes vestidos con sus trajes d
El nuevo héroe
Reishel sintió vuelcos en el corazón, cuando vio a Mauricio pelear. La vida la sorprendió. Pudo haber imaginado cualquier cosa menos que Randy lo estaba entrenando para que participará en el torneo. Las imágenes no dejaban de ser en su mente. Caminó hacia el lugar donde había dejado su moto. El muchacho que se la cuidó la estaba esperando con ilusión…. —¡Señora!...¡Aquí está su moto sana y salva!...¿Que le pareció la pelea?—Reishel no responde pero el prosigue—...¡Estuvo buenísima!—le dijo con emoción— ¡Ahora Mauricio Villacastín es nuestro nuevo héroe!—¡Gracias por el favor y cuídate, así como cuidaste mi moto!Reishel le coloca en sus manos una propina y ve como se ilumina su rostro con una medio sonrisa, se coloca su casco y monta su monto.—¡Gracias amigo!Arranca y se aleja del bullicio y de la algarabía, de los gritos de los apostadores, y del nombre que erigían en grandes ecos, en el gimnasio, en las calles, y en cada esquina, del medio popular…¡Mauricio Villacastín, el
No te he olvidado
—¿Parece que ya no existiera para ti?En la penumbra de una sala a media luz se contorsiona un cuerpo en un sofá, y unos verdes ojos gatunos se mueven como esferillas luminosas al compás de unas bocanadas de humo.—¡Ya no recuerdas nada!...¡Cuando apenas eras un mozo inexperto, y comenzaste a darte cuenta de que eras más brillante de lo que pensabas!—el soliloquio de la soledad susurraba frente a una foto tomada desde un celular —¡Y sabías hacerlo muy bien Mauricio, si, baby, como tú, ninguno! La foto de Mauricio sexy sonriente recuerdo de una tarde de paseo por Aspen Colorado, en la ventana de una cabaña que habían alquilado, cuando soñaba con el éxito, evocaba un tiempo lejano que cada vez lo era más.—¡Pensarás que estoy en paz, que ya no me acuerdo de ti!...¡Que fue fácil dejarme por otra mucho más joven que yo, más fresca, más lozana, Siii, ¿Eso piensas?, pero NOOOO, Mauricio no es así. Desde el día que hablamos yo estoy esperando por ti; y está vez fue diferente a tantas o
Pastel de cumpleaños
Kathlyn se mostró evasiva…—¡Quería hablar con tu papá!—¡¿No me oias?!—¡Ah!...¡Disculpa Mauricio, no te escuché es que me emociono demasiado cuando tengo la oportunidad de hablar con el; pero no te preocupes, le mandé saludos tuyos, de Román, ¡de todos!, pero la enfermera también lo estaba apurando porque es muy tarde para estar levantado; eso sí, mi padre está muy bien cuidado!Kathlyn fue muy hábil y astuta, quedó bien delante de todos, quedó libre de toda sospecha porque Román le sigue el juego, pero no se imagina que, quien puso la carpeta color naranja en el archivo fue ella, su propia hermana, sin embargo, tampoco le interesa que se sepa quién es realmente su papá, y se presta para hacer de cómplice con Kathlyn sin saber aún, de lo que ella es capaz.—¡Bueno en esta hermosa terraza que hemos decorado Aline y yo, con mucho cariño para ti hermana y bajo este cielo llenitos de estrellas, ¡vamos a cantar tu cumpleaños!, ¿Están de acuerdo?...—¡Claro!...—interviene Aline —¡Voy
Lo que yo quiero
La inquietud de Reishel era bastante notable.—¡Hija tranquilízate, caminas para acá y para allá como un tigre enjaulado!, ¿que es lo que te tiene así?...¿Porque mejor no te olvidas de Mauricio?Las palabras de Amapola, detuvieron a Reishel, y por un momento sintió que su madre tenía razón. Debería olvidarse de el, ignorarlo, no recordarlo más, y empezar una etapa nueva, quizás hasta conocer a otra persona…y…y…—¡Si madre es cierto, debería olvidarlo, no recordarlo más…pero…¡Pero no puedooo!—alza la voz mostrando las palma de las manos abajo.—¡Yo también estoy de acuerdo con tu mamá!—interviene Marisol— ¡eres muy joven y bella para estar con tanta angustia y tanta mortificación!—¡Lo siento!... ¡Tampoco quiero que se angustien ustedes!—¡No hija para eso estamos, para darte ideas, y ayudarte!—¿Reishel tu quieres mi opinión sincera? —le habla Marisol con su cara de mejillas rellenas y su pañuelo de siempre en la cabeza. Reishel se detiene y se agacha frente a ella y le pone lo
Hotel casino restaurante El Emir.
Mauricio no se esperaba esa improvisada invitación, parecía que si no accedía a aquella propuesta tempestiva, se convertiría en un suceso noticioso mañana a primera hora; “secuestrado y desaparecido manager de la música”, la puerta abierta, un chófer y el copiloto invitándolos a pasar. En veinte segundos la mente de Mauricio voló muy rápido, a parte de que tenia pendiente el tema de la partición de bienes por mutuo acuerdo del divorcio, Úrsula si debe saber algo relacionado con el tal Fred Limver y con Rubén Santillano. Es muy probable que ella pueda aclarar, que hacía esa carpeta en su archivo. —¡Está bien!—Mauricio adelanta el paso, pero no se sienta al lado del chófer, sino que abre la puerta de atrás y se sienta. Los tipos estaban vestidos muy elegantes de negro y con lentes oscuros. Típico de todo lo que rodea a Úrsula, el misterio y la intimidación, le fascina inspirar temor o terror, cualquiera de las dos cosas le cuadran perfectamente bien.Llegaron, el copiloto le abrió la
Pelo rojo
El ambiente es muy ameno. En una tarima, una orquesta de violines, saxos y clarinetes tocan un tema muy conocido de Glenn Miller; Moon light Serenade de la era del swing.Mauricio y Úrsula eligieron sentarse en el medio del gran salón restaurante, que colinda con un gran casino. Úrsula le encanta la vista; el tema de este fin de semana es “Años 40”. El personal y algún que otro invitado lucen vestidos como se acostumbraba en eso tiempos. Los trompetista y el resto de la orquesta están totalmente vestidos de blanco y mueven las trompetas de un lado a otro.—¡Entonces, Mauricio!, ¿Qué es lo que quieres saber?—Úrsula pregunta porque en realidad le da cierta curiosidad la inquietud de Mauricio.Mauricio nunca pensó que pudiera ser tan directa, pero ya que ella está intrigada, está pensando como hacerle la pregunta.—¡Si!..¡Eh!... ¿Cómo te digo?...¿Úrsula quien es Fred Limver?—¡El vaso shorts que tenía Úrsula en la mano de manera extraña resbalo! Ese nombre ella lo había sepultado e
Secreto de Camara
La cámara quedó muy bien colocada.Úrsula está de pie frente a la gran cama contemplado a Mauricio acostado bocarriba; lo contempla como quien mira un pastel de tres pisos rebosante de crema, y que piensa disfrutar poco a poco, sin apuros y lo mejor sin que nadie la interrumpa.Mientras contempla su pastel comienza a despojarse se su atuendo, la blusa la desliza, descubriendo sus hombros poco a poco, uno primero y el otro después, la falda cae y se da el tupé de lucir un voluptuoso cuerpo forjado a punta de bisturí y ejercicios; con unas braguitas mínimas y unas copas que ofuscan. Pero Mauricio no puede contemplar nada de eso, en el medio de su mente nublada y casi adormecida solo puede distinguir una mujer con una melena vaporosa roja intenso. Después que Úrsula se despoja de toda la ropa que le estorba se sacude suavemente las sandalias y sube sobre Mauricio apoyando su gran fornida cadera sobre la ingle de Mauricio, arrodillada sobre el, retira su camisa, le desnuda el pecho,