PELIGROSA SEDUCCIÓN
PRÓLOGO
Ahogo un gemido al sentir la intromisión intermitente en mi vagina por parte de Noah, mientras que Gael besa mi boca con desesperación. Mi corazón bombea con fuerza al pensar que no soy la misma chica que llegué a esta ciudad hace algunos meses. Cuando conocí a este par de dioses griegos nunca se me pasó por la mente estar en esta situación tan lujurioso con ellos.
Lo que fue un mal entendido y un problema doméstico en el apartamento en donde los conocí me abrir las puertas a un mundo que en realidad no conocía. Brinco encima del rubio, Noah me mira como si fuera el ser más extraordinario del mundo y quizás para ellos yo lo sea.
Gael separa mis glúteos con suavidad para embestirme con cuidado, si Noah es fuego consumidor, Gael es lo contrario a eso. Los amo a los dos por igual y diaria mi vida por ellos, o quizás ellos la darían por mí.
—Así, Anna, así… —gimotea el hombre con ojos claros. El pelinegro me jala hacia él para sentirme más a fondo. Un beso en mi cuello me hace perder el control.
Gael gruñe fuerte—Te amamos… Te amamos...—y yo en realidad también los amo a ellos; aunque alguno de los dos me oculte un secreto, que tarde que temprano terminaré por descubrir.
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 1Anna MillerMi cuerpo pide mucho más de lo que Pablo puede darme, me muevo en círculos sobre su miembro flácido intentando que se exige un poco más. Llevo dos años saliendo con él y aun no entiendo porque no lo he dejado. Me acuesta boca arriba para lamerme ya que es lo único que le ha salido bien durante todo este tiempo.Sus dedos entran y salen logrando por fin robarme un orgasmo, uno que sale a medias, porque aunque no quiera aceptarlo; sé que no lo amo. Me coloco de nuevo el short de mi pijama. Anoche llegamos tarde de la fiesta de cumpleaños de la hermana menor de Pablo, o Pablito como le dice todavía su mamá. Sus ojos color miel y piel bronceada me flecharon de manera inmediata en aquel tercer semestre en la universidad, pero creo que ya nada es suficiente.—Eres todo para mí Anna ¿Seguro que debes irte? —hay vamos de nuevo. Necesito alejarme de todos por un tiempo y así sanar todas mis heridas que aún están presentes.Ya ha pasado un año desde es
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 02Anna Miller¡¿Pero qué acaba de pasar?!Apoyo mi espalda contra la pared para poder regular mi respiración, miro de nuevo hacia la puerta de su apartamento y de verdad no sé cómo me he visto liada a ese par de dioses griegos. Mi móvil vibra por un mensaje de Diana dándome el código de acceso a mi nuevo hogar.Toco mis calientes mejillas, al recordar los ojos de Noah sobre mi cuerpo, ladeo mi cabeza de derecha a izquierda para alejar ese montón de pensamientos impuros de mi mente. Es demasiado temprano para meterme en problemas en un país que a duras penas conozco el aeropuerto y si entrar y salir de prisa es conocer, en definitiva, estoy en nada.Con mis dedos tembloroso coloco la clave de ingreso en la pantalla dátil de la pantalla debajo de la perilla. Observo de soslayo a mi alrededor, el pasillo de mi piso está vacío, pero tengo esa extraña sensación como si alguien me estuviese observando de manera insistente. Cierro a toda marcha la puerta de mi a
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 03Anna MillerEl agua cae por mi cuerpo empapándome por completo.La barra de jabón se desliza por mi piel, mi corazón da un salto al recordar las palabras que salieron de esa boca seductora de Noah. No puedo dejar de pensar en eso una y otra vez. ¿Por qué siento este tipo de atracción por ellos? ¿Qué es eso que tienen que me llama tanto la atención?Paso una toalla por mis brazos, dorso, rostro y piernas para secar la humedad que queda por mi baño, son las seis de la tarde y ya es hora de prepararme para ir a mi cena de chicas con Diana. Abro mi closet para sacar el vestido corto de seda negra que he comprado antes de llegar a Madrid.La tela se ajusta a mis curvas y a pesar de mi escasa estatura, podría decir que me veo sexy con esto puesto. Rizo un poco mi cabello azul, recordando que ya es hora de quitar este color antes de ingresar a clases. Me aplico un poco de labial rojo puta como le diría mi mejor amiga y finalizo colocándome los tacones de aguja
PELIGROSA SEDUCCIÓN Capítulo 04Anna Miller Los brazos de Gael se aferran a mi cintura con fuerza.Su respiración esta agitada y puedo sentir las lágrimas rodar por sus ojos y chocarse contra la piel de mis manos. Alzo su mentón para que me vea y hacerle ver y entender que ahora estoy con él y nada malo le va a suceder. Paso la punta de mi dedo por sus mejillas, para así retirar la humedad de su rostro.—Lo has prometido, me has prometido quedarte conmigo ¿Cumplirás tu promesa? —abro con exageración mis ojos. No sé qué pueda suceder mañana, pero Gael le cuesta establecer conexiones con las personas a su alrededor y aunque aún no entienda que le hizo conectar conmigo, después de verlo de esta manera no puedo dejarlo ir.Jalo su mano y presiono contra mi dedo meñique el suyo—Es una promesa, una que dependerá de ambos. Ahora necesito que me ayudes a levantarte y así poder llegar hasta tu habitación.Gael flexiona las rodillas, coloca sus manos sobre mi rostro y me quedo helada por un m
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 05Anna MillerIntento zafarme de su agarre, pero la presión que ejerce sobre mi brazo traspasa mis límites. Gael se coloca a su lado, pero no es capaz de decir nada. Ambos me quedan viendo como si esperaran que algo saliera de mi boca.Una de las recepcionistas nos queda viendo y siento que todo está perdido cuando un impulsivo Gael Sánchez me carga en su hombro como si fuese un costal de papas. Escucho la puerta del elevador abrirse, pero cuando creía que las cosas no podían ser peor, una de las propietarias del conjunto está dentro de este y me mira con cara de asombro.—Mi prima esta borracha, verá… —suelta Gael con voz dulce—Señora Morrison, la juventud hoy en día suele hacer cosas que no deberían a tan corta edad.Suelta una risa nerviosa, Noah aprovecha el descuido de su mejor amigo, para tocar mi rostro con sus dedos. La mujer me mira y niega.—La juventud hoy en día, piensa que los adultos mayores somos estúpidos ¿No es así, señor Bracamontes? —No
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 06Aina SanzAhogo un gemido, aunque siendo sincera no creo que nadie me esté escuchando. Aferro mis manos al cuero del bolso de Diana para así intentar controlar mis emociones. Gael abre los ojos cuando su dedo se hunde en mi húmedo y resbaladizo coño. Muerdo mi labio inferior al ver sus mejillas sonrojadas; quizás esta sea la primera vez que toca a una mujer de esta manera y si es así, me prende aún más.Brinco cuando en un acto de impulso introduce otro dedo en la entrada de mi vagina. Desde aquí puedo ver el bulto que se ha engrandecido en su entrepierna. Gael se acerca a mi oído y puedo sentir como los vellos de mi piel se erizan por completo.—Eres tan caliente…Tan magnífica… Eres la primera en todo Ann… Dinos que s&iacut
PELIGROSA SEDUCCIÓN Capítulo 07Aina Sanz Ambos chicos me miran de manera insistente.Al parecer esto es demasiado importante para ellos, a tal punto que han tenido que recurrir a mí. No puedo ni siquiera imaginar las manos de Noah tocando mi cuerpo para realizar su obra de arte o a Gael mirándome detalladamente para así poder sacar las mejores fotos.—¿Y París? Que yo tenga entendido, ella es modelo y una muy… —Gael me toma de las mejillas para que le mire a los ojos.—¿Crees que sería capaz de prestarme para tomarle fotografías a esa loca? —Noah se ríe—No puedo ni mirarla y mucho menos sé cómo Noah se la ha aguantado por tanto tiempo—la rubia alza las manos. —Greta nos podría hacer añicos sino entregamos el tr
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 08Gael SánchezMe estoy volviendo loco.No sé en qué momento pasó todo esto, no sé si ver su rostro rojizo por causa del alcohol el día que la conocí logró romper la coraza que me cubría desde hace años. No sé si esto lo que siento en mi pecho es amor. Sus ojos me miran y quiero follarla de los miles maneras posible. Es que tengo esa necesidad de follarla hasta que lo único que haga es pensar en mí, hasta cansarme.Bramo algo molesto y celoso.Sé que le he dicho a Noah que lo comprendería, que sería capaz de compartirla con él, pero es que, si alguien la viera así, tal cual como está ahora, sabrán que cualquier corazón de hielo es capaz de fundirse en el fuego por