El hombre se asemeja a un ciego que niega la luz porque no la ve. ¡La luz es un hondo misterio para el ciego!— Maurice Druon
Cap. 20
Maddie
Fui llamada por la directora del hospital, estaba un poco nerviosa como ya era costumbre en mí, mi relación con Adrián fue mejorando un poco, Kayla al igual que Alex habían salido del mapa,estaban desaparecidos, no habia sabido nada de ninguno de ellos.
Hice dos toques en la puerta y escuché un "pase", entre y vi a la directora sentada en su escritorio, sus manos descansaban en la mesa, tenía una cara neutral.
Nada es lo que parece, y muchas veces la verdad está en nuestros ojos, pero no la vemos ¿será este el caso de Maddie?Cap. 21MaddieEl día paso tan rápido que no supe cuando ya había salido la luna, una luna redonda que iluminaba todo a su paso, dándole luz a aquellos que no la tenían, una luz tan poderosa y magnifica. Eran las 2 de la mañana cuando un golpe hizo levantarme exaltada, no estaba dormida, pero un impacto de esa magnitud a cualquiera asustaría.La curiosidad, siempre ha sido mi peor enemigo, perdía mis batallas contra ella y esta vez no era l
La posesión del conocimiento no daña el misterio, siempre hay más miedo que descubrir.Cap. 22MaddieRevisando encontré la foto de un rostro que me pareció muy conocido, era un chico de los que había "salido" busque entre sus datos el nombre de sus padres, después intente investigar sobre ellos por internet, me encontré con algo sorprendente, trabajaban para una de las empresas de Leonardo Bouwman – otra vez ese apellido- hasta dos días antes de la salida del joven, busque las carpetas de los demás desaparecidos y todos tenían algo en común sus padres trabajaban para la misma empresa, pero dos o tres días ante
Los monstruos más temibles son los que se esconden en nuestras almas.Cap. 23MaddieSalí con mis pertenencias ya guardadas hacia el comedor a despedirme de la señora Fernanda. No pude evitar llorar de felicidad al ver a la señora Fernanda junto con un grupo de pacientes decorando el lugar, con un letrero grande que decía "te queremos Maddie." No esperaba una gran despedida, ni mucho menos que la señora Fernanda haya hecho una fiesta con muchos pacientes.— No quiero que te vayas, pero es por tu bien— dijo la señora Fernanda mientras soltaba lágrimas.
Cap. 24Maddielas calles se me hacían desconocidas, los recuerdos en ellas eran borrosos, un vacío se instaló en mi pecho y pronto sentí ganas de querer llorar.— Señorita, ¿A dónde vamos? - eso mismo me preguntaba yo, no tenía amigos o familiares, tampoco dinero para ir a algún hotel, estaba sola.— Lléveme a la misión Sanders— él me miro desconcertado.- Pero, esa mansión está en ruinas, hace mucho hubo accidente matando a toda la familia, no quedo nadie vivo— ¿Qué? Claro que hab&iacu
«Más cuerdo es, el que acepta su propia locura»— Edgar Allan PoeCap. 25MaddieLa oficina de papá, un lugar al que yo no estaba autorizada a entrar, tiempo atrás me habría sentido como una espía o una ladrona al entrar, ahora la curiosidad y el dolor se acumulaba, las paredes que anteriormente eran blancas con detalles negros, grandes estantes con libros, un grande escritorio y una pequeña reserva de vinos, los cual utilizaba únicamente para cerrar trato con sus socios, ahora solo eran paredes chamusqueadas, algunas sin pintura, y las que tenían estaban det
El fuerte golpe proveniente de afuera, hizo que Maddie guardara el trozo de papel en su parte delantera del pantalón.—¿Hay Alguien ahí?— la pregunta estaba cargada de nerviosismo, tal vez un ladrón quería llevarse lo poco que quedaba.Alguien tapo su boca dejándola helada, mordió con rapidez la mano de su atacante y corrió lo más rápido que sus pequeñas piernas pudieron, llegó a un pequeño parque en donde se sentó, pensando que estaba a salvo.—Oye, sí que corres— la voz conocida de aquel chico con rasgos asiáticos la dejó pasmada.
"Para nada me asusta el peligro, pero si la consecuencia última: el terror"MaddieMidori y yo caminábamos por acera, mirando todo lo que se moviera, con el pensamiento de que Alex estuviera cerca.—Estamos llegando— informó Midori, cruzó la calle, quedando al frente de un gran edificio, me miró invitándome a cruzar. Pero una gran camioneta bloqueo nuestras miradas, del interior de esta salió una chica, alguien que yo podía recordar perfectamente era Lía, me abrazó como sí fuéramos las mejores amigas y puso un trapo húmedo, el líquido que estaba ahí me entumeció, no pude gritar, no pude forcejear, fue tan r&aacut
"El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella"Maddiedos semanas, dos semanas de tortura e infierno, sin ver a nadie, sin hablar con nadie, sin siquiera ver a Lía, Kayla solo iba una vez al día, para darme de comer, era un silencio sepulcro, frote mis brazos en busca de calor.Ahí estaba Kayla, entrando con una sonrisa y una bandeja en la mano. Después de Kayla a escondidas trajera mi "comida" que constaba de unos panes viejos y duros, con un jugo de naranja, sin azúcar. La soledad y el silencio era tortuoso, el dolor de mis músculos incrementaba.—«Madd