— Isabella, he estado investigando tu pasado, y hay cosas que necesitas saber. Cosas que podrían cambiar tu vida—, comencé, tratando de mantener mi tono calmado y profesional.
Ella me miró fijamente, esperando mis palabras. —¿Qué has descubierto?—preguntó la mujer sentada enfrente de mí. Saqué la carpeta de mi maletín y la abrí, mostrando los documentos y fotografías que había recopilado. —He encontrado información sobre tu familia, en particular sobre tu madre, Victoria Montoya. Parece que hay más en su pasado de lo que tú sabías.— Isabella miró las fotografías y los documentos, reconociendo algunos rostros y lugares. —¿Qué significa todo esto?— Dejo después. —Tu madre estuvo involucrada en algunos negocios turbios hace muchos años. Parece que estaba tratando de protegerte de algo o alguien— expliqué. —Hay personas que aún podrían estar interesadas en encontrarla, y eso podría ponerte en peligro. Vi cómo Isabella procesaba la información, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y preocupación. —¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué me mantuvo en la oscuridad? —Probablemente, para protegerte—, respondí. —Pero ahora que estás aquí, en Bogotá, es importante que estés al tanto de estos riesgos. Asintió, tratando de asimilar todo lo que le había dicho. —¿Qué debo hacer ahora?— Pregunto Isabella un tanto inquieta. —Primero, debes hablar con tu madre y obtener más detalles. Necesitamos entender exactamente qué está pasando y quiénes podrían estar detrás de esto— le aconsejará. Y segundo, debes tener cuidado. No confíes en nadie hasta que sepamos más. Me despedí de Isabella, sintiéndome abrumado por la responsabilidad que tenía sobre mis hombros. Sabía que debía seguir investigando, encontrar más pistas que nos llevaran a la verdad. Pero también sabía que debía proteger a Isabella, asegurarme de que estuviera a salvo. Esa noche, mientras revisaba los documentos en mi oficina, no podía dejar de pensar en la posible conexión entre Victoria Montoya y Alejandro Rivas. Había algo en esa relación que no cuadraba, algo que necesitaba investigar más a fondo. Decidí que mi siguiente paso sería averiguar más sobre Alejandro y su empresa. Al día siguiente, me dirigí a la oficina de registros públicos para buscar información sobre los negocios de Alejandro. Pasé horas revisando documentos, buscando cualquier pista que pudiera ayudarme a entender la conexión entre él y Victoria. Finalmente, encontré algo que llamó mi atención: un contrato antiguo que vinculaba a la empresa de Alejandro con una de las compañías en las que Victoria había trabajado. Sentí que estaba empezando a desentrañar el misterio, pero sabía que aún había mucho por descubrir. Decidí que debía hablar con Alejandro, obtener su versión de los hechos. Pero sabía que debía ser cuidadoso, no podía revelar mis sospechas demasiado pronto. Esa tarde, llamé a Isabella para informarle de mis hallazgos. *Isabella, he encontrado algo más. Parece que tu madre tenía tratos con una empresa que ahora pertenece a Alejandro Rivas.* Sentí su sorpresa al otro lado de la línea. *¿Alejandro? ¿Qué tiene que ver él con todo esto?* Dijo la mujer desde la línea. *No estoy seguro todavía, pero creo que podría haber una conexión. Necesitamos investigar más a fondo*, le expliqué. *¿Qué sugieres que hagamos?* Preguntó, con un tono de determinación en su voz. *Voy a seguir investigando. Mientras tanto, te recomiendo que te acerques a Alejandro y trates de obtener más información. Pero ten cuidado, no sabemos en quién podemos confiar*, le advertí. Después de escuchar una confirmación con sus palabras, ahora más decidido, voy a continuar con esta investigación. Colgué el teléfono, sintiéndome más decidido que nunca a descubrir la verdad. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo para proteger a Isabella y desentrañar el misterio que rodeaba a su familia. Narración de Isabella Esa tarde, mientras trabajaba en un nuevo diseño, recibí un mensaje de Alejandro. —Isabella, me gustaría hablar contigo sobre un proyecto. ¿Podrías venir a mi oficina?— Dijo Alejandro desde el intercomunicador que conectaba a las oficinas principales. Sentí un nudo en el estómago, pero sabía que debía seguir adelante. Me despedí de Lucía y me dirigí a la oficina de Alejandro. Al llegar, fui recibida por su asistente, quien me condujo a su despacho. —Isabella, gracias por venir—, dijo Alejandro, con una sonrisa encantadora. —Por favor, siéntate. Tomé asiento, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo. —¿De qué se trata este proyecto? —Estamos planeando una nueva colección y me gustaría que tú fueras la diseñadora principal. He visto tu trabajo y creo que tienes un gran talento— explicó Alejandro, con un tono serio. Sentí una mezcla de sorpresa y emoción. —Es un honor, señor Rivas. Estoy muy agradecida por esta oportunidad. —Por favor, llámame Alejandro— dijo, con una sonrisa. —Y no es solo una oportunidad para ti, Isabella. Creo que podemos hacer algo realmente especial juntos. Mientras hablábamos sobre los detalles del proyecto, no podía dejar de pensar en la posible conexión entre Alejandro y mi madre. Decidí que debía aprovechar esta oportunidad para obtener más información. —Hay algo que me gustaría preguntarte, Alejandro— dije, tratando de sonar casual. —He oído que tu empresa tiene una larga historia en la industria. ¿Podrías contarme más sobre eso? Alejandro me miró con curiosidad, pero respondió con naturalidad. —Sí, mi empresa fue fundada por mi abuelo hace muchos años. Hemos pasado por muchas transformaciones, pero siempre hemos mantenido nuestro compromiso con la calidad y la innovación —dijo con una mirada de orgullo. —Eso suena fascinante. ¿Alguna vez trabajaste con alguien llamado Victoria Montoya?—pregunté, tratando de mantener mi tono casual. Alejandro frunció el ceño ligeramente, como si estuviera tratando de recordar. —Victoria Montoya… Sí, creo que mi abuelo mencionó su nombre alguna vez. Era una diseñadora talentosa, si no me equivoco. ¿Por qué lo preguntas?—preguntó Alejandro, mirando fijamente mis ojos. Sentí que mi corazón latía con fuerza. —Es solo curiosidad. Mi madre también se llama Victoria Montoya, y me preguntaba si podría haber alguna conexión.— Alejandro asintió, pero no parecía sospechar nada. —Es posible. La industria de la moda es un mundo pequeño, después de todo La conversación continuó, pero mi mente seguía volviendo a la posible conexión entre mi madre y Alejandro. Sabía que debía ser cautelosa, pero también sabía que no podía ignorar lo que estaba sucediendo. Esa noche, mientras trabajaba en mis diseños, no podía dejar de pensar en las palabras de Alejandro y en la posible conexión con mi madre. Decidí que debía hablar con Diego nuevamente y compartir lo que había descubierto.La propuesta de Alejandro de trabajar juntos en una nueva colección me tenía emocionada y nerviosa a la vez. Sabía que esta colaboración podría ser una oportunidad única para mi carrera, pero también sentía que había algo más profundo en juego. La conexión entre mi madre y la familia de Alejandro seguía rondando en mi mente.Esa noche, mientras revisaba algunos bocetos en mi apartamento, recibí un mensaje de Alejandro. ~Isabella, necesito que vengas a mi oficina mañana temprano. Hay algo importante que discutir sobre el proyecto~Hora. 9:30 PmFue el mensaje que me envió, me sentía con dudas, y con los pensamientos de que sería lo que tendría para decirme, habrá averiguado algo sobre la conexión de mi madre con su familia.Sin querer darle más vueltas al asunto, decidí, terminar todo lo que estaba haciendo en ese momento, sentía que mi cabeza no podía más y que estaba a punto de estallar. Salí de mi habitación, por un poco de agua dispuesta a tomarme una pastilla para la jaqueca. Mi
Pov. VictoriaEra una mañana tranquila cuando recibí una carta sin remitente. El sobre, de un blanco inmaculado, no tenía ninguna marca distintiva. Al abrirlo, encontré una hoja de papel grueso y elegante, con una caligrafía cuidada que me resultaba extrañamente familiar.>Victoria Montoya,Sé lo que hiciste hace años. La verdad siempre sale a la luz. Si quieres proteger a tu hija, ven al parque central a las 10 p.m. No traigas a nadie.Un amigo.
POV. Alejandro Las últimas semanas habían sido un torbellino de trabajo y tensión. Isabella y yo estábamos inmersos en la creación de nuestra nueva colección, pero la sombra de la amenaza constante nos mantenía alerta. Cada día, revisábamos nuestros diseños y discutíamos estrategias para proteger nuestra información. Sin embargo, la sensación de peligro nunca desaparecía.Una mañana, mientras revisaba algunos documentos en mi oficina, recibí una llamada de mi asistente. —Señor Rivas, su hermano Carlos está aquí para verlo.— Me quedé pensativo a la idea de lo que quería Carlos.Carlos y yo siempre habíamos tenido una relación complicada. Aunque éramos hermanos, nuestras diferencias en la visión y gestión de la empresa a menudo nos ponían en desacuerdo. Sin embargo, nunca imaginé que llegaría a esto.—Que pase—, respondí, tratando de mantener la calma.Carlos entró en mi oficina con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. —Alejandro, tenemos que hablar.— Dijo con grandeza y un aire pe
Las semanas siguientes fueron un torbellino de trabajo y tensión. Isabella y yo estábamos inmersos en la creación de nuestra nueva colección, pero la sombra de la amenaza constante nos mantenía alerta. Cada día, revisábamos nuestros diseños y discutíamos estrategias para proteger nuestra información. Sin embargo, la sensación de peligro nunca desaparecía.Una tarde, mientras Isabella revisaba algunos documentos antiguos en la biblioteca de la empresa, encontró un sobre que parecía haber sido olvidado durante años. Con curiosidad, lo abrió y descubrió una serie de cartas y contratos que mencionaban a su madre, Victoria Montoya, en relación con la empresa de mi abuelo.—¡Alejandro, ven a ver esto!— exclamó Isabella, con los ojos brillando de emoción.Me acerqué rápidamente y tomé las cartas de sus manos. Al leerlas, me di cuenta de que Victoria había sido una diseñadora clave en la empresa de mi abuelo, trabajando en varios proyectos importantes antes de desaparecer misteriosamente.—Es
Las Diferencias en la Visión Empresarial de los hermanos, ya contaba de muchos años atrás. Alejandro siempre ha sido el hermano más conservador y tradicional en su enfoque hacia la empresa. Cree en la importancia de mantener la herencia y los valores que su abuelo estableció. Su enfoque se centra en la calidad y la innovación cuidadosa, asegurándose de que cada paso que da la empresa esté bien fundamentado. Siempre tenía una visión más moderna con referente a la moda y los negocios empresariales. Por otro lado, Carlos es más agresivo y ambicioso. Cree en tomar riesgos y en la expansión rápida. Su visión es más moderna y está dispuesta a sacrificar ciertos valores tradicionales por el crecimiento y la ganancia rápida. Esta diferencia fundamental en sus enfoques ha sido una fuente constante de fricción entre ambos.Sin embargo, la Competencia y Celos de los dos jóvenes, Siempre se vio por temas personales y de familia. Mientras tanto. Alejandro y Carlos siempre han competido por la
Isabella Montoya observaba por la ventana del taxi mientras las luces de la ciudad de Bogotá parpadeaban a su alrededor. Había llegado el momento de dejar atrás su pasado y comenzar de nuevo. Con una mezcla de nerviosismo y emoción, apretó el asa de su maleta, que contenía no solo sus pertenencias, sino también sus sueños y esperanzas.El taxi se detuvo frente a un edificio moderno en el corazón de la ciudad. Isabella pagó al conductor y salió, respirando profundamente el aire fresco de la noche. Con pasos decididos, se dirigió hacia la entrada del edificio, donde la esperaba su nueva vida como diseñadora de moda.Al entrar en su nuevo apartamento, Isabella se permitió un momento para contemplar su entorno. Las paredes blancas y los muebles minimalistas le daban una sensación de paz y renovación. Dejó su maleta en el suelo y se dirigió a la ventana, desde donde podía ver la ciudad que pronto se convertiría en su hogar.Mientras miraba las luces parpadeantes, su mente viajaba a los rec
Esa misma noche, había decidido explorar su nuevo vecindario. Caminé por las calles iluminadas, disfrutando del bullicio de la ciudad. Encontré una pequeña cafetería acogedora y decidí entrar. Mientras saboreaba un café caliente, me permití relajarme y reflexionar sobre mi ajetreado viaje, y el día que me deparaba: el día de la galaDe regreso a mi apartamento, me dediqué a terminar de desempacar y decorar mi nuevo hogar. Coloque cuidadosamente mis bocetos y herramientas de diseño en un pequeño estudio improvisado. Cada rincón del apartamento comenzó a reflejar mi estilo personal, con telas coloridas y detalles elegantes.Los días pasaron y, aunque quería encontrarme todo el tiempo con Luci, no se podía. Ella tenía una agenda muy apretada, así que me fui adaptando a mi nueva rutina. Cada mañana, me levantaba temprano para hacer ejercicio en el parque cercano, que pude encontrar. En realidad, siempre estaban familias, o personas agradables con sus cachorros, disfrutando del aire fresc
El sonido del despertador hizo que me levantara temprano, aun con la emoción de la gala de la noche anterior. No podía dejar de pensar en Alejandro y en la conexión que habíamos compartido. Sin embargo, sabía que no podía permitirme distraerme. Tenía que concentrarme en mi trabajo y en establecerme en mi nueva vida.Después de un desayuno ligero, inmediatamente me dirigí a la oficina. Al llegar, fue recibida por Lucía, quien me saludó con una sonrisa cómplice.Sabía que Lucía no se podía quedar con las dudas de qué fue lo que hablamos Alejandro y yo. Es una chismosa de primera.—¿Y bien? ¿Cómo te fue anoche?—preguntó Lucía, con un brillo de curiosidad en sus ojos.—Fue increíble. ¿Por fin pude? Estar cerca de Alejandro Rivas y entablar una conversación sobre nuestros proyectos. Es un hombre fascinante—, respondí nerviosa y extasiada, tratando de mantener la calma.—¡Lo sabía! Sabía que harías una gran impresión. Alejandro no es fácil de impresionar, pero tú lo lograste—, dijo mi queri