Inicio / Romance / Pasiones Ocultas / Capítulo 3: Sombra Del Pasado
Capítulo 3: Sombra Del Pasado

El sonido del despertador hizo que me levantara temprano, aun con la emoción de la gala de la noche anterior. No podía dejar de pensar en Alejandro y en la conexión que habíamos compartido. Sin embargo, sabía que no podía permitirme distraerme. Tenía que concentrarme en mi trabajo y en establecerme en mi nueva vida.

Después de un desayuno ligero, inmediatamente me dirigí a la oficina. Al llegar, fue recibida por Lucía, quien me saludó con una sonrisa cómplice.

Sabía que Lucía no se podía quedar con las dudas de qué fue lo que hablamos Alejandro y yo. Es una chismosa de primera.

—¿Y bien? ¿Cómo te fue anoche?—preguntó Lucía, con un brillo de curiosidad en sus ojos.

—Fue increíble. ¿Por fin pude? Estar cerca de Alejandro Rivas y entablar una conversación sobre nuestros proyectos. Es un hombre fascinante—, respondí nerviosa y extasiada, tratando de mantener la calma.

—¡Lo sabía! Sabía que harías una gran impresión. Alejandro no es fácil de impresionar, pero tú lo lograste—, dijo mi querida amiga, dándome un abrazo rápido antes de dirigirse a su escritorio. 

Cuando llegué a mi oficina, me sumergí en mi trabajo, diseñando nuevas colecciones y colaborando con mi nuevo equipo de trabajo. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, no pudo evitar que su mente volviera a los recuerdos de su pasado. Había dejado muchas cosas atrás, pero algunas sombras seguían persiguiéndome.

Durante el almuerzo, estaba decidida a tomar un descanso y caminar por el parque cercano. Necesitaba despejar mi mente y encontrar un poco de paz. Mientras caminaba, mi teléfono sonó. Era una llamada de un número desconocido.

*¿Hola? Respondí, con un tono de cautela.

*Isabella Montoya, ¿verdad? Dijo una voz masculina al otro lado de la línea.

 *Soy Diego Morales, detective privado. Me gustaría hablar contigo sobre algo importante.*

Cuando escuché las palabras de Detective Privado, mi corazón se aceleró. ¿Un detective privado? ¿Qué podría querer de mí? 

*¿De qué se trata? Pregunté, tratando de mantener la calma.

*Es sobre tu pasado. Creo que hay cosas que necesitas saber*, respondió Diego, con un tono serio

Inmediatamente, sentí un nudo en el estómago. Sabía que no podía ignorar esta llamada.

*Está bien. ¿Dónde podemos encontrarnos?* Dije aún con un tono de voz vacilante

Diego me dio la dirección de una cafetería cercana y acordamos reunirnos esta misma tarde. Cuando colgué el teléfono, sintiéndome inquieta. Sabía que mi pasado eventualmente me alcanzaría, pero no esperaba que fuera tan pronto.

De regreso a la oficina, trate de concentrarme en mi trabajo, pero mi mente seguía volviendo a la llamada. Cuando llegó la hora de la reunión, me despedí de Lucía y me dirigí a la cafetería.

Al llegar, vi a un hombre sentado en una mesa en la esquina, con una expresión seria en su rostro. Temerosa, me acerqué y me presenté.

—Diego Morales, supongo—, dije, extendiendo la mano.

—Así es. Gracias por venir, Isabella—, respondió Diego, estrechando mi mano. 

—Por favor, siéntate ——dijo el hombre, aun con un todo neutral

Despacio y tomándome mi tiempo, tome asiento, sintiendo una mezcla de curiosidad y temor. 

—¿De qué se trata todo esto?—No pude evitar preguntar, no entendía aún por qué este hombre me estaba investigando. Sabía que tenía un pasado, pero no entendía el motivo por el cual yo estaba ahora en esta situación. 

Diego me miró fijamente antes de responder. 

—He estado investigando tu pasado, y hay cosas que necesitas saber. Cosas que podrían cambiar tu vida.— Aun con esta información, no podía creer que aún hubiera cosas que aún no había descubierto. ¿Por qué mi vida tenía que ser tan jodida?

¿Por qué mi pasado me tenía que perseguir dónde fuera que estuviera, por qué no podía tener un momento de paz, eso era todo lo que pedía?

Isabella sintió un escalofrío recorrer su espalda. “¿Qué has descubierto?”

Diego sacó una carpeta de su maletín y la abrió, mostrando varios documentos y fotografías.

—He encontrado información sobre tu familia, en particular sobre tu madre, Victoria Montoya. Parece que hay más en su pasado de lo que tú sabías ——dijo el Detective mientras deslizaba las fotografías hacia mí.

Enseguida miré las fotografías y los documentos, reconociendo algunos rostros y lugares.

—¿Qué significa todo esto?—pregunté como si el nudo en mi garganta me impidiera hablar o formular alguna palabra. 

—Tu madre estuvo involucrada en algunos negocios turbios hace muchos años. Parece que estaba tratando de protegerte de algo o alguien —explicó Diego. —Hay personas que aún podrían estar interesadas en encontrarla, y eso podría ponerte en peligro.—dijo lo último el hombre para darme una mirada de consuelo 

De inmediato sentí un nudo en el estómago. 

—¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué me mantuvo en la oscuridad?—Le volví a hacer otra pregunta.

—Probablemente, para protegerte— respondió Diego. —Pero ahora que estás aquí, en Bogotá, es importante que estés al tanto de estos riesgos.

Asintió, tratando de procesar toda la información.

—¿Qué debo hacer ahora?

—Primero, debes hablar con tu madre y obtener más detalles. Necesitamos entender exactamente qué está pasando y quiénes podrían estar detrás de esto—, dijo Diego. 

—Y segundo, debes tener cuidado. No confíes en nadie hasta que sepamos más.

No necesitaba saber más, sin más me despedí de Diego, sintiéndose abrumada por las revelaciones. De regreso a mi apartamento, me senté en el sofá y llamé a mi madre.

*Hola, mamá. Necesito hablar contigo sobre algo importante*, dije calmadamente, aunque tratando de mantener la voz firme.

*Isabella, ¿qué sucede?* Respondió y preguntó mi madre, con preocupación en su voz.

*Hoy me reuní con un detective privado. Me mostró algunas cosas sobre tu pasado, cosas que nunca me contaste*, dije ahora tratando de entender por qué mi vida todo el tiempo había seguido siendo un caos, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar. 

*¿Por qué me mantuviste en la oscuridad?* Por un momento dudé de que mi madre me hubiera cortado el teléfono, pero luego sentí un suspiro pesado en la línea.

*Sabía que este momento tarde o temprano tenía que salir a la luz, hija, tenemos que hablar, sería y claramente sobre eso* fue todo lo que dijo mi madre para después despedirse y cortar la línea sin espera a que yo dijera algo más.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo