El sonido del despertador hizo que me levantara temprano, aun con la emoción de la gala de la noche anterior. No podía dejar de pensar en Alejandro y en la conexión que habíamos compartido. Sin embargo, sabía que no podía permitirme distraerme. Tenía que concentrarme en mi trabajo y en establecerme en mi nueva vida.
Después de un desayuno ligero, inmediatamente me dirigí a la oficina. Al llegar, fue recibida por Lucía, quien me saludó con una sonrisa cómplice. Sabía que Lucía no se podía quedar con las dudas de qué fue lo que hablamos Alejandro y yo. Es una chismosa de primera. —¿Y bien? ¿Cómo te fue anoche?—preguntó Lucía, con un brillo de curiosidad en sus ojos. —Fue increíble. ¿Por fin pude? Estar cerca de Alejandro Rivas y entablar una conversación sobre nuestros proyectos. Es un hombre fascinante—, respondí nerviosa y extasiada, tratando de mantener la calma. —¡Lo sabía! Sabía que harías una gran impresión. Alejandro no es fácil de impresionar, pero tú lo lograste—, dijo mi querida amiga, dándome un abrazo rápido antes de dirigirse a su escritorio. Cuando llegué a mi oficina, me sumergí en mi trabajo, diseñando nuevas colecciones y colaborando con mi nuevo equipo de trabajo. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, no pudo evitar que su mente volviera a los recuerdos de su pasado. Había dejado muchas cosas atrás, pero algunas sombras seguían persiguiéndome. Durante el almuerzo, estaba decidida a tomar un descanso y caminar por el parque cercano. Necesitaba despejar mi mente y encontrar un poco de paz. Mientras caminaba, mi teléfono sonó. Era una llamada de un número desconocido. *¿Hola? Respondí, con un tono de cautela. *Isabella Montoya, ¿verdad? Dijo una voz masculina al otro lado de la línea. *Soy Diego Morales, detective privado. Me gustaría hablar contigo sobre algo importante.* Cuando escuché las palabras de Detective Privado, mi corazón se aceleró. ¿Un detective privado? ¿Qué podría querer de mí? *¿De qué se trata? Pregunté, tratando de mantener la calma. *Es sobre tu pasado. Creo que hay cosas que necesitas saber*, respondió Diego, con un tono serio Inmediatamente, sentí un nudo en el estómago. Sabía que no podía ignorar esta llamada. *Está bien. ¿Dónde podemos encontrarnos?* Dije aún con un tono de voz vacilante Diego me dio la dirección de una cafetería cercana y acordamos reunirnos esta misma tarde. Cuando colgué el teléfono, sintiéndome inquieta. Sabía que mi pasado eventualmente me alcanzaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. De regreso a la oficina, trate de concentrarme en mi trabajo, pero mi mente seguía volviendo a la llamada. Cuando llegó la hora de la reunión, me despedí de Lucía y me dirigí a la cafetería. Al llegar, vi a un hombre sentado en una mesa en la esquina, con una expresión seria en su rostro. Temerosa, me acerqué y me presenté. —Diego Morales, supongo—, dije, extendiendo la mano. —Así es. Gracias por venir, Isabella—, respondió Diego, estrechando mi mano. —Por favor, siéntate ——dijo el hombre, aun con un todo neutral Despacio y tomándome mi tiempo, tome asiento, sintiendo una mezcla de curiosidad y temor. —¿De qué se trata todo esto?—No pude evitar preguntar, no entendía aún por qué este hombre me estaba investigando. Sabía que tenía un pasado, pero no entendía el motivo por el cual yo estaba ahora en esta situación. Diego me miró fijamente antes de responder. —He estado investigando tu pasado, y hay cosas que necesitas saber. Cosas que podrían cambiar tu vida.— Aun con esta información, no podía creer que aún hubiera cosas que aún no había descubierto. ¿Por qué mi vida tenía que ser tan jodida? ¿Por qué mi pasado me tenía que perseguir dónde fuera que estuviera, por qué no podía tener un momento de paz, eso era todo lo que pedía? Isabella sintió un escalofrío recorrer su espalda. “¿Qué has descubierto?” Diego sacó una carpeta de su maletín y la abrió, mostrando varios documentos y fotografías. —He encontrado información sobre tu familia, en particular sobre tu madre, Victoria Montoya. Parece que hay más en su pasado de lo que tú sabías ——dijo el Detective mientras deslizaba las fotografías hacia mí. Enseguida miré las fotografías y los documentos, reconociendo algunos rostros y lugares. —¿Qué significa todo esto?—pregunté como si el nudo en mi garganta me impidiera hablar o formular alguna palabra. —Tu madre estuvo involucrada en algunos negocios turbios hace muchos años. Parece que estaba tratando de protegerte de algo o alguien —explicó Diego. —Hay personas que aún podrían estar interesadas en encontrarla, y eso podría ponerte en peligro.—dijo lo último el hombre para darme una mirada de consuelo De inmediato sentí un nudo en el estómago. —¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué me mantuvo en la oscuridad?—Le volví a hacer otra pregunta. —Probablemente, para protegerte— respondió Diego. —Pero ahora que estás aquí, en Bogotá, es importante que estés al tanto de estos riesgos. Asintió, tratando de procesar toda la información. —¿Qué debo hacer ahora? —Primero, debes hablar con tu madre y obtener más detalles. Necesitamos entender exactamente qué está pasando y quiénes podrían estar detrás de esto—, dijo Diego. —Y segundo, debes tener cuidado. No confíes en nadie hasta que sepamos más. No necesitaba saber más, sin más me despedí de Diego, sintiéndose abrumada por las revelaciones. De regreso a mi apartamento, me senté en el sofá y llamé a mi madre. *Hola, mamá. Necesito hablar contigo sobre algo importante*, dije calmadamente, aunque tratando de mantener la voz firme. *Isabella, ¿qué sucede?* Respondió y preguntó mi madre, con preocupación en su voz. *Hoy me reuní con un detective privado. Me mostró algunas cosas sobre tu pasado, cosas que nunca me contaste*, dije ahora tratando de entender por qué mi vida todo el tiempo había seguido siendo un caos, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar. *¿Por qué me mantuviste en la oscuridad?* Por un momento dudé de que mi madre me hubiera cortado el teléfono, pero luego sentí un suspiro pesado en la línea. *Sabía que este momento tarde o temprano tenía que salir a la luz, hija, tenemos que hablar, sería y claramente sobre eso* fue todo lo que dijo mi madre para después despedirse y cortar la línea sin espera a que yo dijera algo más.Mientras trataba de encontrar las respuestas a todas las preguntas, volví a recibir una llamada. Otra vez, mi madre, no lo dudé un segundo y le respondí.Pero hubo un silencio en la línea antes de que mi madre se atreviera a responder. *Isabella, hija, lo hice para protegerte. Hay cosas que no quería que supieras, cosas peligrosas.* Dijo después de unos segundos mi madre, tratando de hablarme con voz suave.—Necesito saber la verdad, mamá. No puedo seguir viviendo en la oscuridad— dije, con determinación. No podía dejar que mi madre supiera lo atemorizada que me encontraba en estos momentos.*Está bien. Te contaré todo lo que necesitas saber* —dijo mi madre Victoria, con un suspiro.*Pero debes prometerme que tendrás cuidado.* No pude evitar sentir que un escalofrío pasó por mi espalda, las manos me comenzaron a sudar y la piquiña en mi mejilla, cuando estaba nerviosa, comenzó a aparecer. Sabía que después de descubrir la verdad, nada volvería a ser como era, aunque no es como si mi
— Isabella, he estado investigando tu pasado, y hay cosas que necesitas saber. Cosas que podrían cambiar tu vida—, comencé, tratando de mantener mi tono calmado y profesional.Ella me miró fijamente, esperando mis palabras. —¿Qué has descubierto?—preguntó la mujer sentada enfrente de mí.Saqué la carpeta de mi maletín y la abrí, mostrando los documentos y fotografías que había recopilado. —He encontrado información sobre tu familia, en particular sobre tu madre, Victoria Montoya. Parece que hay más en su pasado de lo que tú sabías.—Isabella miró las fotografías y los documentos, reconociendo algunos rostros y lugares. —¿Qué significa todo esto?— Dejo después.—Tu madre estuvo involucrada en algunos negocios turbios hace muchos años. Parece que estaba tratando de protegerte de algo o alguien— expliqué. —Hay personas que aún podrían estar interesadas en encontrarla, y eso podría ponerte en peligro.Vi cómo Isabella procesaba la información, su rostro reflejando una mezcla de sorpres
La propuesta de Alejandro de trabajar juntos en una nueva colección me tenía emocionada y nerviosa a la vez. Sabía que esta colaboración podría ser una oportunidad única para mi carrera, pero también sentía que había algo más profundo en juego. La conexión entre mi madre y la familia de Alejandro seguía rondando en mi mente.Esa noche, mientras revisaba algunos bocetos en mi apartamento, recibí un mensaje de Alejandro. ~Isabella, necesito que vengas a mi oficina mañana temprano. Hay algo importante que discutir sobre el proyecto~Hora. 9:30 PmFue el mensaje que me envió, me sentía con dudas, y con los pensamientos de que sería lo que tendría para decirme, habrá averiguado algo sobre la conexión de mi madre con su familia.Sin querer darle más vueltas al asunto, decidí, terminar todo lo que estaba haciendo en ese momento, sentía que mi cabeza no podía más y que estaba a punto de estallar. Salí de mi habitación, por un poco de agua dispuesta a tomarme una pastilla para la jaqueca. Mi
Pov. VictoriaEra una mañana tranquila cuando recibí una carta sin remitente. El sobre, de un blanco inmaculado, no tenía ninguna marca distintiva. Al abrirlo, encontré una hoja de papel grueso y elegante, con una caligrafía cuidada que me resultaba extrañamente familiar.>Victoria Montoya,Sé lo que hiciste hace años. La verdad siempre sale a la luz. Si quieres proteger a tu hija, ven al parque central a las 10 p.m. No traigas a nadie.Un amigo.
POV. Alejandro Las últimas semanas habían sido un torbellino de trabajo y tensión. Isabella y yo estábamos inmersos en la creación de nuestra nueva colección, pero la sombra de la amenaza constante nos mantenía alerta. Cada día, revisábamos nuestros diseños y discutíamos estrategias para proteger nuestra información. Sin embargo, la sensación de peligro nunca desaparecía.Una mañana, mientras revisaba algunos documentos en mi oficina, recibí una llamada de mi asistente. —Señor Rivas, su hermano Carlos está aquí para verlo.— Me quedé pensativo a la idea de lo que quería Carlos.Carlos y yo siempre habíamos tenido una relación complicada. Aunque éramos hermanos, nuestras diferencias en la visión y gestión de la empresa a menudo nos ponían en desacuerdo. Sin embargo, nunca imaginé que llegaría a esto.—Que pase—, respondí, tratando de mantener la calma.Carlos entró en mi oficina con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. —Alejandro, tenemos que hablar.— Dijo con grandeza y un aire pe
Las semanas siguientes fueron un torbellino de trabajo y tensión. Isabella y yo estábamos inmersos en la creación de nuestra nueva colección, pero la sombra de la amenaza constante nos mantenía alerta. Cada día, revisábamos nuestros diseños y discutíamos estrategias para proteger nuestra información. Sin embargo, la sensación de peligro nunca desaparecía.Una tarde, mientras Isabella revisaba algunos documentos antiguos en la biblioteca de la empresa, encontró un sobre que parecía haber sido olvidado durante años. Con curiosidad, lo abrió y descubrió una serie de cartas y contratos que mencionaban a su madre, Victoria Montoya, en relación con la empresa de mi abuelo.—¡Alejandro, ven a ver esto!— exclamó Isabella, con los ojos brillando de emoción.Me acerqué rápidamente y tomé las cartas de sus manos. Al leerlas, me di cuenta de que Victoria había sido una diseñadora clave en la empresa de mi abuelo, trabajando en varios proyectos importantes antes de desaparecer misteriosamente.—Es
Las Diferencias en la Visión Empresarial de los hermanos, ya contaba de muchos años atrás. Alejandro siempre ha sido el hermano más conservador y tradicional en su enfoque hacia la empresa. Cree en la importancia de mantener la herencia y los valores que su abuelo estableció. Su enfoque se centra en la calidad y la innovación cuidadosa, asegurándose de que cada paso que da la empresa esté bien fundamentado. Siempre tenía una visión más moderna con referente a la moda y los negocios empresariales. Por otro lado, Carlos es más agresivo y ambicioso. Cree en tomar riesgos y en la expansión rápida. Su visión es más moderna y está dispuesta a sacrificar ciertos valores tradicionales por el crecimiento y la ganancia rápida. Esta diferencia fundamental en sus enfoques ha sido una fuente constante de fricción entre ambos.Sin embargo, la Competencia y Celos de los dos jóvenes, Siempre se vio por temas personales y de familia. Mientras tanto. Alejandro y Carlos siempre han competido por la
Isabella Montoya observaba por la ventana del taxi mientras las luces de la ciudad de Bogotá parpadeaban a su alrededor. Había llegado el momento de dejar atrás su pasado y comenzar de nuevo. Con una mezcla de nerviosismo y emoción, apretó el asa de su maleta, que contenía no solo sus pertenencias, sino también sus sueños y esperanzas.El taxi se detuvo frente a un edificio moderno en el corazón de la ciudad. Isabella pagó al conductor y salió, respirando profundamente el aire fresco de la noche. Con pasos decididos, se dirigió hacia la entrada del edificio, donde la esperaba su nueva vida como diseñadora de moda.Al entrar en su nuevo apartamento, Isabella se permitió un momento para contemplar su entorno. Las paredes blancas y los muebles minimalistas le daban una sensación de paz y renovación. Dejó su maleta en el suelo y se dirigió a la ventana, desde donde podía ver la ciudad que pronto se convertiría en su hogar.Mientras miraba las luces parpadeantes, su mente viajaba a los rec