Prólogo

(POV de Riley)

Me desperté con un dolor agudo en el estómago.

Sabía lo que estaba pasando, Ryker lo estaba haciendo de nuevo. Me estaba engañando con otra mujer.

Me revolqué en la cama, cubriendo mi estómago con las manos. Una nueva oleada de dolor me golpeó, y grité, manteniendo mis manos sobre mi vientre, como si quisiera proteger a mi bebé.

Gemí, arrastrándome hacia la puerta.

"¡Ayuda!" grité, pero mi voz estaba muy ronca. El dolor volvió, peor que nunca, y sollocé. "Por favor... por favor Ryker, detente, me estás lastimando," supliqué, aunque sabía que él no estaba aquí ni me podía escuchar.

Un extraño de miedo me invadió, uno que siempre sentía antes de que las cosas salieran completamente mal, y temía que así fuera ahora. Mi bebé solo tenía un mes, y él 'sabía' que estaba embarazada.

Me arrastré hacia la puerta, respirando entrecortadamente, con todo mi cuerpo empapado en sudor. El dolor no cesaba, solo empeoraba, y no podía avanzar más. Aquí adentro, nadie escuchaba mis gritos y súplicas. Pero incluso si lo hacían, nadie vendría en mi ayuda.

Las lágrimas corrían por mis mejillas, y entonces sentí un líquido entre mis piernas.

No, no, no... por favor, no...

Mis manos temblorosas inspeccionaron mi entrepierna, y sentí una humedad en mis dedos. Al levantarlos hacia mis ojos, era...

Sangre.

Entré en pánico.

Mis sollozos silenciosos se convirtieron en gritos.

"¡Alguien ayúdeme, estoy perdiendo a mi bebé!" grité, pero nuevamente, nadie vino en mi auxilio. Mi visión se nubló, y luego una oscuridad me envolvió. Solo había un pensamiento en mi mente mientras me hundía en la oscuridad.

Te odio, Ryker.

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CAPÍTULO UNO

(POV de Riley)

Siempre pensé que era inteligente. Pero el Alfa Ryker me hizo parecer una gran tonta, una y otra vez.

Era una hembra de bajo rango en la manada, debido a que mi madre era una esclava, que era un rango incluso más bajo que el de omega.

El Alfa Ryker había sido mi amor platónico durante años, y por supuesto, nunca pensé que lo tendría como pareja. Imaginen mi alegría cuando cumplí dieciocho años y, como todas las chicas, asistí al baile de apareamiento, pero a diferencia de las demás chicas de mi clase, me emparejé con el Alfa. Era el mismo hombre del que había estado enamorada desde niña. Siempre soñé con tenerlo, y empecé a creer que los sueños se hacían realidad. ¡Qué equivocada estaba!

El Alfa Ryker me pidió mantenerlo en secreto, y era comprensible. No debería estar emparejado con una chica como yo, eso solo demostraría debilidad. Yo era una chica común, con cabello rubio y ojos azules. Mi madre había sido vendida a esta manada como esclava, pero trabajaba junto con los omegas.

Tenía sentido que Ryker quisiera mantener esto en secreto por el momento; mientras me amara, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa.

Son cosas que hacemos por amor.

Él nunca me amó, y lo descubrí demasiado tarde.

Le entregué mi virginidad, después de todo, la había guardado solo para él, y muy pronto quedé embarazada. Había imaginado la familia perfecta que tendríamos, pero todo terminó cuando presentó a la nueva chica Zara a la manada como su pareja.

Recordaba la sonrisa en mi rostro, de pie frente a todos los miembros de la manada, solo para ver a la chica a su lado, reclamando mi lugar.

Él me dio una explicación, en realidad siendo excusas, pero fui muy tonta y lo dejé jugar conmigo otra vez por segunda vez. Me dijo que necesitaba tiempo, y que pronto sería anunciada como su pareja ante toda la manada, pero todo terminó cuando me engañó con ella por primera vez. Debería haber terminado hace mucho tiempo, pero estaba desesperada por amor y por Ryker.

Como somos hombres lobo, cuando alguien emparejado es infiel, su pareja siente un dolor fuerte durante todo el proceso.

Ryker sabía el dolor que me causaba cuando me engañaba, y aun así lo hacía. Lo había hecho una y otra vez, y esta última vez, se llevó a mi hijo. Era la única cosa buena que tenía y a lo único a lo que me aferraba.

Me desperté desorientada, y entonces los recuerdos me inundaron, especialmente de ese el dolor tan intenso que había sentido, diferente a cualquier cosa que hubiera sentido antes, y luego la sangre. Sentí la humedad en mis mejillas, no me había dado cuenta de que estaba llorando otra vez.

Había sangre en mi ropa, mucha sangre. No sabía cuánto tiempo había estado aquí tirada en el suelo, tal vez poco más de un día, pero él nunca regresó, y no estaba segura de querer que lo hiciera.

Entré al baño para asearme. El dolor no había desaparecido, y había una leve punzada entre mis piernas, pero eso no era nada comparado con la pérdida que sentía en lo más profundo. Ya había desarrollado un vínculo con mi bebé, aunque solo tuviera un mes.

El Alfa Ryker entró a la habitación tres horas después. Había pasado todo el día con esa chica nueva, a quien había presentado a toda la manada como su pareja.

Pasó junto a mí, casi como si fuera invisible.

"Ryker," lo llamé, sintiendo que todo mi dolor se convertía rápidamente en ira. "Ryker, ¿dónde estabas ayer por la noche?"

"Eso no es asunto tuyo."

Mi respiración se aceleró.

"Estabas con ella, ¿verdad? Te acostaste con ella, sabiendo el dolor que me provoca."

"Toda la manada la ve como mi pareja, así que tengo que hacerlo."

"Sentí tanto dolor, y fue por tu culpa. Perdí a mi hijo por tu culpa. Ryker, ¿cómo pudiste hacerme esto? Soy tu verdadera pareja. ¿Cómo pudiste traicionarme?"

"Oh, por favor cállate," me dice, "No es mi culpa que tu cuerpo débil no pudiera soportarlo, así que no te atrevas a culparme por la pérdida de tu hijo."

Se refirió a mi bebé como mi hijo, no como nuestro hijo.

Y eso fue todo lo que pude soportar. Me moví rápido, más rápido de lo que jamás pensé que podía, y lo abofeteé tan fuerte como pude, satisfecha al ver su cara enrojecida.

Dejó escapar un gruñido silencioso, inhalando audiblemente, y cuando me miró, no vi a Ryker, vi a una bestia, al verdadero hombre detrás de esa máscara falsa con la que engañó.

"Parece que has olvidado quién eres y cuál es tu lugar. Te daré un pequeño recordatorio."

Ryker nunca me había golpeado antes, así que esto fue otra sorpresa. No me abofeteó, sino que me dio un puñetazo, directo en la cara, y perdí el equilibrio, cayendo al suelo.

Caminó hacia mí. "¡Perra!"

Sentí sus piernas en el costado de mi cuerpo, y luego en mi estómago. La golpiza que siguió fue despiadada. Le supliqué que se detuviera, pero Ryker solo se burló. "Parece que has olvidado tu lugar. No eres más que una omega débil y patética."

Cuando finalmente se detuvo, sonrió de manera escalofriante. "Eres tan débil que nunca podría hacerte mi Luna, infeliz. Y Zara es mi pareja y siempre lo será. Ella será mi Luna. Así que yo, Alfa Ryker Zeke de la Manada Vientosur, te rechazo, Riley Kaidon, como mi pareja destinada y mi Luna."

La verdad es que había creído en él, había creído que un día me haría su Luna.