"Él no irá a trabajar… Eso es mentira…" "Él… Debe estar investigando todo, Anthony lo dijo muchas veces… No es alguien de tomarse a la ligera…" Pensó Victoria poniéndose pálida y el mayordomo lo notó. —Es una lástima. Parece que todo irá como el último matrimonio del señor, y eso que usted ya empezaba a agradarme —dijo el señor mayor retirándose. Victoria inclinó su cabeza, cabizbaja. "Yo… Ya cumplí mi misión, solo me queda… Esperar qué indicaciones me darán" "Pero… No me quiero ir, no quiero dejarlos, ni a Eli, ni a él…" La bella mujer de cabello oscuro sintió las lágrimas deslizarse por sus mejillas. Mientras ella las secaba con su mano. "Quiero verlo…" "Necesito hablar con él…" ••••••••••9: 40 am. Esa mañana fría, nublada y lluviosa. Anthony Lawrence bajó de su automóvil e ingresó a la mansión de los Evans. Un sirviente lo guío hasta la sala donde estaban Merry y Edward Evans esperando por él. —¡Oh querido Anthony! —se acercó Merry al hombre rubio—, ví tu mensaje, l
—¿Quiere que investigue su matrimonio señor?, quizá está invalidado, ella no puede casarse con alguien, usando otro apellido, su actual es Roberts y se casó con usted usando una identidad falsa de Lawrence. —Hazlo —pidió Jackson poniéndose de pie y yendo al baño, sintiendo hasta náuseas de la presión. Minutos después. Jackson Mitchell salió con una fría expresión. —¿Qué averiguaste? —preguntó al detective. —Bueno… Es legal… Usted fue engañado señor Mitchell. Sí está casado con Victoria Roberts. Jackson dejó escapar unas cuentas maldiciones. Sabía que su esposa le ocultaba algo, pero jamás creyó que sería de esa magnitud. ¡No estabas dispuesto a ser burlado de esa manera! Ella no solo le había mentido y robado, también jugó con él, su hija, su confianza y sus sentimientos. —¡¡¡MALDITOS EVANS!!! — exclamó Jackson furioso—, ¡apuesto que el objetivo es Elizabeth y esas acciones!, ¡son unos desgraciados! "Inclusive querían visitar a Stefanny agónica solamente para quitárselas y
Victoria se encontraba en la oficina de su esposo, en la mansión. Ella sentada en la silla de oficina tras ese elegante escritorio, sus ojos llorosos observaban la información que ese hombre le mostró. Esa misma que le quitaba la culpa del accidente de su amado padre. La mujer de cabello oscuro sostenía su bolso de mano temblorosa, aferrando más sus manos a el en un intento torpe por reprimir sus emociones. Algo que era inútil. Él decía la verdad. No tuvo que ver con el incidente en Canadá del CEO Víctor Evans pues los negocios que tuvo en dicho país, no eran en la misma zona. Victoria posó sus ojos grises claros en dirección a su esposo que estaba frente al escritorio de pie. La mirada fría de ese hombre le dolió, aunque sabía que se la merecía, estremeció por completo su ser. —Me has decepcionado, Victoria; al final has resultado ser peor que Stefanny —dijo Jackson esas palabras que fueron como una cuchilla al corazón de esa mujer—. Sé que estás aquí a nombre de los Evans y
Anthony Lawrence, bajó del automóvil de inmediato y ayudó a Victoria a subir. "¡Maldita mentirosa!" Pensó Jackson Mitchel soltando un golpe a la pared con gran molestia. "¡Diciendo que me ama mientras se va con su amante!" "¡No sabes más que mentir, Victoria Evans!" Pensó Jackson Mitchell, viendo como el vehículo se alejaba con su esposa…y pronta futura ex esposa. …..En el interior del automóvil de Anthony. —¿Quieres que te lleve con los Evans? Victoria negó con su cabeza mientras secaba sus lágrimas con un pañuelo que ese hombre le dió. —¿Quieres venir conmigo a mi man- —No… —interrumpió Victoria a Anthony, con su voz quebradiza— Quiero estar… Sola.Anthony no dijo más nada durante todo el trayecto y Victoria tampoco. Finalmente ese hombre rubio la dejó frente al penthouse que anteriormente le había prestado a Victoria. —Voy a venir a verte mañana a primera hora… Quédate aquí, cualquier cosa, llámame y responderé de inmediato. Victoria asintió viendo cómo ese hombre ru
—¡Con justa razón es que te vigilamos! —exclamó Merry Evans a Victoria con molestia—, si fuiste capaz de ocultarme lo de tu embarazo real, ¿de qué otra cosa no serías?, ¡no nos decepciones!, recuerda que cualquier otro plan que tengamos si necesitamos de ti, LO HARÁS. Victoria frunció el ceño, sabía que su madrastra prácticamente la estaba amenazando. No tenía alternativa, esa mujer seguía teniendo en su poder las cosas y personas que a ella tanto le importaban. Edward Evans, ingresó en ese momento al darse cuenta que su madre había ido a ver a Victoria. El hombre de cabello oscuro estaba preocupados de que su madre cruzara los límites con Victoria, más aún sabiendo ahora que el embarazo de ella no era una mentira por el plan. —Vámonos, mamá —pidió Edward apoyando sus manos en los hombros de su querida madre que vió hacia atrás y asintió. Ambos comenzaron a dirigirse a la salida y Merry azotó la puerta al marcharse. Victoria se dejó caer sobre la cama en la cual estaba sentada,
Observando desde ese corredor abierto la lluvia caer, se encontraba ese CEO sentado en una de las cómodas sillas.En sus brazos, su tan querida hija, Elizabeth la cual estaba profundamente dormida.Jackson que se había quitado su saco, mismo con el que cubrió a Elizabeth, veía esos dibujos que recogió hace media hora atrás y ahora se encontraban nuevamente en la mesa. Arrugados, algunos rotos torpemente y en mal estado por la rabieta que Elizabeth hizo. Él suspiró sintiendo esa pesadez en su pecho y recordando las palabras de su hija y las que él dijo para calmarla. Sin embargo, no era tan fácil. La decepción, la molestía, los celos por todos esos malos entendidos que tanto Victoria como él dejaron sin aclarar. En lugar de hablar del problema, ambos tomaron el camino simple alejándose del otro. ¿Pero quién podía culparla a ella?, Victoria tenía mucho que perder si no seguía órdenes. ¿Quién podía culparlo a él?, después de tantas decepciones amorosas Jackson perdía la confianza
Cuando Victoria abrió sus ojos, se dió cuenta que se encontraba en su cama, a su lado estaba su medio hermano menor, Edward Evans. —Ya despertaste, que bueno~ —sonrió el hombre de cabello oscuro— hemos llamado al doctor de la familia, él te hizo una revisión, parece que tanto tú como el bebé están bien, pero pidió que comas tus comidas y meriendas por el bienestar de él. Victoria se sentó sobre la cama sintiéndose un poco mareada. —Así que… ¿Me desmayé? —Sí. Te traje aquí, mi madre llamó a Anthony Lawrence y parece que él viene en camino. —Oh… Gracias por ayudarme, Edward —sonrió Victoria a su medio hermano, una sonrisa cansada y un poco forzada de parte de ella. Ella sabía que incluso él estaba envuelto en todas las mentiras y planes de Merry.Después de todo, fue ese hombre joven que la llevó esa noche de pesadilla a la mansión de los Evans por primera vez, meses atrás. Sin embargo, también era consciente que su hermano parecía estar más al margen y a cómo ella, también hacia
—Cumple tus promesas Jackson. Yo no crié a un hijo mentiroso —se metió en la conversión la madre de ese hombre que estaba sentada atrás de Elizabeth, cargando a la niña en su regazo. —Mamá por favor, estoy hablando con Eli —pidió Jackson amablemente a su madre. —¡Ja!, no seas terco, ¡lo que pasa es que no quieres escuchar la verdad!, supe que aún no has contactado al doctor Watson, ¿qué estás esperando?, Joel nos dijo que vives trabajando, ¿eso quieres realmente?, ¿ignorar tu realidad y hundirte en el trabajo?, deja de huir y afronta. —¡No es eso!, solo… Intento que todo vuelva a la normalidad e investigo que pasa con esos Evans, por el bien de Eli. —¿Mi bien qué, papi? —se metió Elizabeth a la conversación mientras jugaba con el cabello de su muñeca de trapo—, no trabajes mucho, te vas a cansar y no vas a poder venir a jugar conmigo~ —sonrió la niña en su inocencia. Jackson suspiró para segundos después, sonreírle con cariño a su hija. —Iré a jugar contigo mañana, mi bebé~ —