Narrador. Suite 512 del Hotel InterContinental de Auckland, Edificio sede central del Grupo Goodman, Auckland, Nueva Zelanda, Noviembre de 2024. El señor Goodman lo miró sin saber a qué se refería, pero cuando comenzó a ver las imágenes, fue como si el infierno se abriera ante él. Nadie está preparado para eso, menos cuando es tu propia sangre, a la que están tratando de esa manera, y a tan corta edad. En muchas de esas imágenes, se veían como Clara, con siete u ocho años, era expulsada de la mansión Goodman en apenas un pijama, bien por Ruby, o bien por la nana que sustituyó a Caroline, cuando ella se fue, pasaba allí horas, y en ocasiones dormía en una hamaca en la zona de la piscina, a la intemperie, sin importar que fuera de día, o de noche, que lloviera o hiciera un sol de espanto. Había muchos más casos de maltrato infantil hacia su primogénita, como dejarla sin comer, o romperle todos sus juguetes, o ropas, pero lo peor, vino cuando nació su hija Karen, a partir de ese mome
Clara. Villa provisional de Clara, Morgan y Mark, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. Un ruido incesante, e incómodo, no paraba de sonar como una taladradora, también a la altura de mi pecho, sentía como una vibración brusca, e intermitente, me moví inquieta tanteando de donde venía el maldito sonido, y la molesta vibración, sin abrir los ojos. Con el roce de mi mano noté que, al tacto, tenía puesta una especie de chaqueta de un material suave, y que olia genial, ademas de que continuaba, el molesto ruido venía de su bolsillo interior. Sin pensarlo, cogí lo que había dentro de ese bolsillo, que noté que era un objeto ligero, metálico, o de cristal, de tamaño más grande de una mano, que vibraba. Con esfuerzo abrí medianamente los ojos, y vi que era un móvil negro, lo que estaba en mi mano. Asumí en ese estado de cansancio y sueño, que esa era mi teléfono, y sin pensarlo lo descolgué, y me lo coloqué en la oreja, con los ojos aún cerrados, pero la voz que salió del móvil me hizo
Clara. Villa provisional de Clara, Morgan y Mark, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. -” Mamá, vine a verte casi de madrugada, porque no podía dormir, y la habitación estaba vacía, ¿Dónde estuviste anoche, mamá?.”- me dijo mi hijo mirándome con esa mirada seria y rígida, ese enano me estaba regañando. Yo lo miré a los ojos intentado pensar en algo para responderle que fuera acto para menores, y él me devolvió la mirada seria mientras esperaba mi respuesta. Por un segundo, y de manera incomprensible, la mirada severa de Mark me recordó a la que pone en ocasiones Azize Osman, cuando mira serio a alguien que no le cree, ya que él, no soporta las impertinencias. Me sorprendió el parecido, pero enseguida, deseche la idea, ante el problema que tenía ahora de querer explicarle eso a mi hijo, si delatarme. -” Seamos claro, señor Mark Goodman, aunque te cueste creerlo, la madre aquí, soy yo, y tú eres demasiado pequeño y curioso, como para meterte en los asuntos de los adultos, aunque
Clara. Villa provisional de Clara, Morgan y Mark, Estambul, Turquía, noviembre de 2024. Intenté estar a tiempo, al pie de la escalera de la villa, para evitar que el idiota de Osman pudiera acceder a interior de la casa, despertando el interés, y la preguntas incomodas, no sólo de Morgan, sino que también de mi hijo, ahora mismo cuanta menos gente supiera lo que había pasado, mejor, sobre todo porque había explicaciones que, no quería dar a Mark. Para mi hijo yo era madre, ante todo, me había volcado toda mi vida en él, sin pensar en ningún momento en mí, en mis necesidades, o mis ilusiones como mujer, fue una decisión que tomé cuando decidí traer a mi hijo a este mundo, un hijo de cuyo padre sólo tengo un recuerdo lejano, apasionado y excitante de una noche hace siete años, pero que ya, tras lo pasado la noche anterior, se difuminaba en algo vago, y desde luego nada significativo. Esto era lo preocupante, mi encuentro con un desconocido hace siete años, fue causado por la ingest
Morgana. Villa provisional de Clara, Morgan y Mark, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. Mientras desde mi ventana veía como el coche de inteligente Azize Osman, partía con una más que avergonzada Clara, supe que era el momento de ejecutar el plan que desde anoche me rondaba la cabeza. Para mí fue una autentico shock descubrir que la rata vampírica tenía un hermano gemelo, exacto a él, por lo menos físicamente, aunque por lo que averigüé después de mi sorpresa inicial, y hacer lo único que no había hecho hasta ahora, que era preguntar a mi hermana, en Nueva York, supe que aparte de descontrolada, orgullosa, y cabeza cuadrada, soy el ser más idiota, rencoroso de la tierra. Aun no me podía creer que hubiera sido tan estúpida, algo que me reveló la conversación con mi hermana mayor Sue Helen, la cual, tras conocer lo injusticia que había sido su descontrolada, y malcriada hermana menor, con el hombre que, según ella, era el pobre y sacrificado hermano, de un cerdo como Berat Sezer,
Haul. Casa de Haul cerca del Puente del Bósforo, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. Aún no podía creer que la mujer de la que trataba de huir estaba allí, delante de mi casa, había cogido este día para intentar entender los sentimientos que ella me despertaba, sobre todo después de la primera, y merecida, paliza que le di a mi hermano, por faltarle el respeto, añadido a la borrachera que hacía años que no me tomaba, todo eso me había hecho replantearme muchas cosas, del por qué, esa bruja, me afectaba tanto. Ya tenía claro que Morgan no era como ninguna mujer que él había conocido, esa bruja guerrera era más un dolor de cabeza que una mujer. -” ¿Entonces por qué no podía quitarle mis ojos de encima? ¿Por qué adoraba hacerla enfurecer? ¿Por qué ver como mi hermano, mi propia sangre, la insultaba me enfurecía tanto? ¿Por qué no podía dejar de pensar en ella? y, sobre todo, ¿Por qué ese beso que nos dimos es el más alucínate, más caliente, y más excitante que cientos de noches de
Morgan. Casa de Haul cerca del Puente del Bósforo, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. -” ¿Qué quieres? no sabía que tenías un gemelo, sólo vi una foto, y bueno... ayer en la cena, pues ... quedó todo...vamos que dudé... y por eso llamé a mis hermanos, y ... en realidad, la culpa es tuya, podías haberme hablado de tu hermano”- me oí a mí misma decir, como método de supervivencia. Nada más decir esto, supe que había vuelto a meter la pata, y no porque, ahora mismo, ese atractivo y tentador vampiro, roba alientos, me estuviera mirando como si fuera una especie extraña, lista para ser exterminada, sino porque mi conciencia me estaba machacando, por ser una autentica arpía. -” ¡Y ahí va! si pensabas que no lo podías hacer peor Morgan Wellington, abres la boca, y te superas, eres increíble, con razón Haul te llama bruja.”- me dijo esa voz de mi interior. -” ¿Qué yo tengo la culpa? Esto es increíble, te negaste a contarme que era lo que tenías conmigo, a lo mejor en tu tribu de bruja
Morgan. Casa de Haul cerca del Puente del Bósforo, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. Si había habido algún momento para huir, pasó hace rato, al contrario que él, yo ya estaba, entregada a su poder vampírico, y mis dotes de bruja, se habían doblegado como hojas de papel, al deseo que me encendía por dentro. -” Bueno así mi disculpa será completa, rata vampírica”- le dije con una sonrisa seductora, mientras volvía a rodear el cuello de ese tentador hombre con mis brazos. Un brillo tenso y rápido cruzo su mirada, y antes volver besarme, con toda la pasión que sentíamos los dos, me dijo: -” No bruja Scarlet, con esto sólo has comenzado a disculparte, sólo es el principio...”- no puede replicar a eso, ya que mi mente tras ser besada de esa forma había dejado de funcionar. Mis manos comenzaron a luchar con su ropa, de manera desesperada, entre el veneno que inocula un vampiro cuando te besa y te hace estallar de deseo, está la necesidad casi patología, de quieres sentir su piel