Clara. Rumbo al piso de solteros de Azize en la Avenida Cukurcuma Caddesi, Estambul, Turquía, Noviembre 2024. -” Pero ¿Qué demonios...? ¡Mierda! ¿Cómo me he metido en esto? ¡Para, ahora mismo!”- le grite enfada, mirando furiosa, hacía el conductor, cuya respuesta fue. -” No puedo señorita Goodman cumplo órdenes.”- me dijo, y sin más, cerro mampara opaca de intimidad, que dividía los asientos traseros, de los delanteros. Totalmente furiosa, me giré hacia él que yo creía que era el máximo responsable de todo esto que me estaba pasando. Lo encontré semi tumbado en el sillón, con la cabeza hacia atrás colocada en el respaldo, sus ojos estaban cerrados, y en su expresión se veía la clara relajación que deja el tener suficientemente alcohol en tu cuerpo como para caer medio muerto. -” La culpa es tuya, maldito troglodita, esta me la pagas ¿lo sabes?, estúpido.”- le dije con ira a una ser que ni sabía que yo estaba allí, era totalmente frustrante. Tenía que reconocerme a mí misma, qu
Clara. Piso de solteros de Azize Osman, Avenida Cukurcuma Caddesi, Estambul, Turquía, Noviembre 2024. Sabía que el alcohol, había hecho que el control del ser más controlado que conocía saltara por los aires, lo que no entendía, y no quise entender hasta mucho más tarde, mejor dicho, hasta el día siguiente, era qué demonios me había pasado a mí, pero eso era algo que no iba a analizar en ese momento, justamente porque mi parte lógica había dejado de funcionar. No me resistí a las manos que comenzaron, con mucha dificultad, eso sí, a deshacerse de los nudos que ataban mi caro hiyab, mientras yo dejaba que, mis descontroladas manos, soltaran los incomodos botones de la blanca camisa del esmoquin. En mi mente seguían flotando las imágenes de aquella vez, mezcladas con las caricias que comenzaba a sentir por las expertas, y cálidas manos, que comenzaban a acariciarme la piel que iban descubriendo. -” Sabes igual Hada, ese sabor es inolvidable.”- oí que me dijo expeditando mi olor en
Azize. Piso de solteros de Azize Osman, Avenida Cukurcuma Caddesi, Estambul, Turquía, Noviembre 2024. Poco a poco comencé a abrir los ojos, mientras sentía que una m*****a taladradora industrial, me perforaba el cerebro. El dolor era insostenible, y la luz que entraba por la ventana, no ayudaba para nada. Decidí cerrar de nuevo los ojos, y esperar que mi cabeza dejará de golpearme tan dolorosamente. En ese momento dejé que mi mente intentara recordar, por qué me encontraba así, y poco a poco fueron llegándome imágenes de cada paso que di esa noche, hasta el momento que el mejor sueño, y más real, que he tenido en mi vida, me golpeó en mis recuerdos, haciendo que, sin poder evitarlo, abriera los ojos de golpe, para buscar a mi lado, en la cama, inconscientemente, con mi mano sobre las frías sabanas, a la protagonista de ese sueño. Pero como esperaba, la cama estaba vacía, haciendo que incomprensiblemente una sensación de decepción y tristeza, se instalarán en mi corazón. -” ¿Por
Azize. Piso de solteros de Azize Osman, Avenida Cukurcuma Caddesi, Estambul, Turquía, Noviembre 2024. Pasé por delante del incordio en silencio, y me dirigí al salón para bajar por el ascensor al garaje, ignorándolo totalmente, como suele ser habitual en nuestra relación. -” Azize Osman, si crees que no puedo hacer que me respondas estas muy equivocado, antes podías ignorarme, pero ahora tengo un arma infalible, que hará que cantes como un pájaro, te recuerdo que mi ahijado no te perdonaría si yo dejo caer, lo que hace su padre cuando se emborracha. Más cuando él está esperado que lo llame, para saber porque su padre no contesta a sus llamadas.”- me dijo el estúpido mirándome. Por primera vez lo miré a los ojos serio, y frio, claramente amenazante, no me gustaba que me amenazaran, y menos con mi hijo, él, al ver mi expresión, alzó las manos como siempre hacía, para rendirse. -” ¿Fue él el que te dijo que me buscaras?”- le pregunté serio, eludiendo su amenaza. -” Si fue él, desd
Narrador. Despacho del CEO Craig Goodman, Edificio sede central del Grupo Goodman, Auckland, Nueva Zelanda, Noviembre de 2024. Esa mañana el CEO Craig Goodman estaba reunido con el representante de la agencia de detectives internacional que había contratado para conocer sobre la vida actual de su hija, y el pasado de su esposa. -” La señorita Goodman, se encuentra en Turquía trabajando para el grupo Osman, su gabinete de arquitectura, el que comparte con una su mejor amiga Morgan Wellington, ha sido contratado por el grupo, para la renovación de una de las villas que pertenecen al presidente del grupo Osman, Azize Osman.”- le dijo el detective que le estaba entregando le informaba de toda lo nuevo que había descubierto. El señor Goodman, miró la nueva foto de su hija y su nieto, que el detective le entregó, el color azul de los ojos de su nieto era inconfundible, era el mismo color que su mujer, la difunta abuela de Mark. -” Su nieto es un niño muy inteligente, de hecho, se le
Narrador. Suite 512 del Hotel InterContinental de Auckland, Edificio sede central del Grupo Goodman, Auckland, Nueva Zelanda, Noviembre de 2024. El señor Goodman lo miró sin saber a qué se refería, pero cuando comenzó a ver las imágenes, fue como si el infierno se abriera ante él. Nadie está preparado para eso, menos cuando es tu propia sangre, a la que están tratando de esa manera, y a tan corta edad. En muchas de esas imágenes, se veían como Clara, con siete u ocho años, era expulsada de la mansión Goodman en apenas un pijama, bien por Ruby, o bien por la nana que sustituyó a Caroline, cuando ella se fue, pasaba allí horas, y en ocasiones dormía en una hamaca en la zona de la piscina, a la intemperie, sin importar que fuera de día, o de noche, que lloviera o hiciera un sol de espanto. Había muchos más casos de maltrato infantil hacia su primogénita, como dejarla sin comer, o romperle todos sus juguetes, o ropas, pero lo peor, vino cuando nació su hija Karen, a partir de ese mome
Clara. Villa provisional de Clara, Morgan y Mark, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. Un ruido incesante, e incómodo, no paraba de sonar como una taladradora, también a la altura de mi pecho, sentía como una vibración brusca, e intermitente, me moví inquieta tanteando de donde venía el maldito sonido, y la molesta vibración, sin abrir los ojos. Con el roce de mi mano noté que, al tacto, tenía puesta una especie de chaqueta de un material suave, y que olia genial, ademas de que continuaba, el molesto ruido venía de su bolsillo interior. Sin pensarlo, cogí lo que había dentro de ese bolsillo, que noté que era un objeto ligero, metálico, o de cristal, de tamaño más grande de una mano, que vibraba. Con esfuerzo abrí medianamente los ojos, y vi que era un móvil negro, lo que estaba en mi mano. Asumí en ese estado de cansancio y sueño, que esa era mi teléfono, y sin pensarlo lo descolgué, y me lo coloqué en la oreja, con los ojos aún cerrados, pero la voz que salió del móvil me hizo
Clara. Villa provisional de Clara, Morgan y Mark, Estambul, Turquía, Noviembre de 2024. -” Mamá, vine a verte casi de madrugada, porque no podía dormir, y la habitación estaba vacía, ¿Dónde estuviste anoche, mamá?.”- me dijo mi hijo mirándome con esa mirada seria y rígida, ese enano me estaba regañando. Yo lo miré a los ojos intentado pensar en algo para responderle que fuera acto para menores, y él me devolvió la mirada seria mientras esperaba mi respuesta. Por un segundo, y de manera incomprensible, la mirada severa de Mark me recordó a la que pone en ocasiones Azize Osman, cuando mira serio a alguien que no le cree, ya que él, no soporta las impertinencias. Me sorprendió el parecido, pero enseguida, deseche la idea, ante el problema que tenía ahora de querer explicarle eso a mi hijo, si delatarme. -” Seamos claro, señor Mark Goodman, aunque te cueste creerlo, la madre aquí, soy yo, y tú eres demasiado pequeño y curioso, como para meterte en los asuntos de los adultos, aunque